La primera impresión que nos llevamos del Templete, es la que yo me llevé, que es un bar muy típico de barrio pero que nada tiene que ver con su buena cocina. El lugar es tan bueno como para ir en verano o invierno, en verano tendremos una buena terraza con bastante veladores, y en invierno tendremos un salón amplio en la zona de dentro que se usa también para reuniones o grupos. Se nota que su clientela mas fuerte son las familias de la zona de nervión, ya que lo frecuento con regularidad. Su comida, representada en tapas abundantes pero no descomunales, mas vale pedir un par de tapas y comer sabroso, que una y cantidad que te quedes lleno y no degustes. Su plato mas típico es el Librito de la María(dos filetes de solomillo empanados con pimientos del piquillo, queso y jamón), pastel de calabacín con queso y carne, costillitas ibéricas, delicias de solomillo y paté, brochetas de langostinos, chistorra navarra. También tendremos fuera de carta muchas nuevas tapas diarias, donde el Bacalao al ajillo es toda una delicia y muchas mas como las Cabrillas que están de chuparse los dedos. El precio comiendo y bebiendo en condiciones ronda los 25 € por pareja. En contra diría que ha bajado un poquito la atención del servicio pero en mesa. Antes tenían un segundo camarero contratado, dentro teníamos a un cocinero a veces dos, otra persona atendiendo las bebidas y barra y otra tercera, a veces dos para atender en mesa, todo iba bien y fluido. Ahora en algunos días, tenemos a un cocinero y una sola persona para barra y atender en mesa, y esto se puede convertir en una mala experiencia para un local tan acogedor, con tan amable y educado personal. Siempre no está el servicio en mesa, si váis un diario o Sábado al mediodía os puede pasar que tengáis que usar el autoservicio. Recomiendo ir un por la tarde noche cualquier día que si tendremos servicio en mesa y os enamorará. Recomendado.