J. Alfredo

A mi amigo Ángel este puesto del Mercado de Triana (el número 64) le vuelve loco. La charcutería de J.Alfredo.
Y la verdad es que con razón, huele a chacina buena en 500 puestos a la redonda! Y por esa razón está casi siempre llena, y más en estas fechas.
A mí me gusta también mucho la chacina y más si es buena, pero en esta charcutería lo que me vuelve loco a mí son sus quesos de la Sierra de Aracena y Picos, quesos frescos, curados, en aceite, con pimentón, etc. Por suerte además de venderlos por piezas te los venden también en cuartos y medios, por lo que con 20 euros puedes llevarte de varios tipos para probar.
Tienen un amplio surtido de embutidos, además de los clásicos jamones y paletillas ibéricos, chorizos, morcones y salchichones. Aunque no es típico de una charcutería, en este negocio venden un montón de conservas y productos enlatados (en plan delicatessen muchos de ellos).
El negocio es familiar, a mi me gusta más que me atienda la hija del matrimonio (bueno realmente no se si es la hija pero siempre lo he pensado) es muy simpática.

Toda la vida lleva mi madre surtiendo mi casa de productos de «El Alfredo». Tanto es la costumbre que nos ha inculcado, que mis hermanas vienen desde sus respectivas casas a comprar sus productos.
No siempre tenemos un buen jamón en casa para acompañar el salmorejo, los revueltos, o las mil cosas que se pueden hacer con jamón… Pero siempre podemos ir a comprar al Alfredo un cuarto de jamón deshuesado, muy baratito y que está muy bueno!
No solo de jamón vive el hombre. también necesitamos un poquito de queso. También compramos de vez en cuando el queso aquí! Sobre todo el queso roquefort, que tanto nos entusiasma a mi padre y a mi. y que aquí, te cortan la cuña y está muchísimo mejor que esos que viene envasados!
Pero tampoco nos alimentamos solo de cositas sencillas… también está muy bien comer un buen potaje! Y es que mi madre nos ha alimentado muy bien siempre gracias a sus lentejas, chicharos, garbanzos… todas las legumbres compradas aquí al peso! A ella le encanta y no quiere otra cosa… y nosotros. como el resultado es perfecto, no nos quejamos ni una mijita.
¿Qué nos apostamos a que cuando me vaya de casa, seguiré comprando cosas aquí?