La Gorda te da de Comer

¡Tapas variadas!
Si si!, ¿Vais un grupo de amigos y no os ponéis de acuerdo donde queréis comer? Seguro que aquí acertáis porque la carta es muy variada, además tienen tapas del día.
El precio es bueno, los camareros van con buen rollo y está en una zona buena para después tomarte algo por la Alameda.
El sitio es pequeñito, pero si sois muchos también hay otro local más grande muy cerca en la calle Calatrava «La gorda de Calatrava».
La salsa de champiñones de la pasta está mmmm!

Buen sitio donde comer sin duda. Tienen una buena variedad de tapas y a muy buen precio. La ubicación es buena, entre la Alameda y la calle Feria. El sitio es un poco pequeño por lo que es mejor ir en un grupo pequeño (fuimos 6 y tuvimos que esperar como 20 minutos).
La calidad de los platos es muy buena y con una carta bastante variada, con carnes, pescados, pastas, etc.
Cuando fuimos, la primera tanda de tapas tardaron bastante (es verdad que el local estaba completo…), como 30 minutos, aunque ya la segunda tanda si fue mucho más rápido. Además al final nos invitaron a un chupito, lo cual se agradece.

Pocas veces se encuentra un sitio que destaque por la cantidad-​precio, y éste es uno de ellos.
No es de esos sitios exquisitos para celebrar acontecimientos importantes pero sí un buen lugar para reunirse con amigos un día cualquiera.
Sorprende por su amplia variedad de tapas, tanto en la carta como fuera de ella (tapas del día), así como por el local, que es pequeño y acogedor y hace que te sientas como en casa. Los macarrones con salsa de champiñones y los filetes rusos: mis preferidos.
Hay que llegar temprano para coger sitio pero, si no, siempre puedes acudir a «La Gorda de Calatrava», en la calle Calatrava, que es de los mismos dueños (la carta es la misma) y el local es mucho más amplio.
Sin duda un sitio al que suelo acudir y que siempre tengo en mente cuando se trata de cenar algo «rápido», que «llene» y sin gastarme «mucho» (a lo sumo 7 €), sabiendo que van a atenderme con amabilidad y que, pida lo que pida, voy a irme satisfecha.

Otro descubrimiento cuyo mérito tengo que otorgar a Unilocal.En mi búsqueda de sitios donde almorzar en el trayecto entre la Macarena y el centro, me llamó la atención, entre otros sitios, este bar, la Gorda te da de Comer. Una puntuación alta, muchas reseñas y un nombre divertido. Había que probarlo.
Situado en la calle Relator, a la vuelta de la esquina de la Alameda, este local es más pequeño de lo que hubiera pensado en un principio. No os confundáis, el nivel de ruido es bastante elevado aunque haya poco sitio, pero me lo imaginaba más tumultuoso (de gente). La decoración es sencilla, muy sencilla, pero divertida, practicamente solo se basa en la combinación de colores. También me ha gustado que la carta se pueda leer en las paredes del local (además de la que está disponible en la mesa, claro).
Y no, aquí no te atiende una hogareña señora entrada en carnes con sus rulos puestos en el pelo. Son dos muchachos bastante desenfadados (y canijillos) que me atendieron perfectamente. Rápidos, resueltos y explicándome por iniciativa propia aquellos elementos de la carta que ellos suponían (y bien) que yo no sabía lo que era.
La comida es abundante en los platos, por lo general, muy buena en el paladar y ligera en el bolsillo. Las papas bravas se amontonaban en gran cantidad en una tapa del tamaño de media ración y cuesta 2 €. Vale, no son las mejores que he probado, pero ni mucho menos las peores tampoco, estaban buenas. Las tostas de queso de cabra con mermelada de tomate no eran tan grandes, pero no se merece ninguna crítica porque para ser una tapa sí que eran correctas, simplemente en comparación con la cantidad que te ponen en lo demás, salen perdiendo. Además estaban muy buenas. También pude probar el tomate «aliñao». Estaba aceptable y me gustó que no las sirvan excesivamente frías, como suele pasar en otros sitios, y es algo que le quita todo el sabor al tomate. Aquí te los ponen al natural, muy bien especiados pero quizás algo sosos. No pasa nada porque en todas las mesas hay disponible un pequeño salero para dejar contentos tanto a hipertensos como a hipotensos.
Y para terminar, la cuenta pues genial, no sé si fueron 5,5′€ por persona, vamos, una miseria como aquel que dice. Sitio para repetir, recomendado.

Me encanta este sitio, es de mis favoritos! Está todo súper rico, las tapas están bastante bien de cantidad, la de papas bravas es enorrme! También están muy ricos los filetitos rusos con salsa de almendras. Las patatas que acompañan están riquísimas, es todo muy casero, y los camareros son muy amables y simpáticos. Para un ambiente más íntimo es recomendable el local de Calle Relator, aunque se llena muy pronto, pero si prefieres ir con un grupo más grande, es mejor ir al local de Calle Calatrava, que es más amplio.

A estas alturas ya he probado prácticamente toda la carta de La Gorda, es uno de mis restaurantes favoritos de Sevilla, y puedo asegurar que todo está riquísimo. Cocina casera echa con cariño. Ya va en el gusto de cada uno decidir qué le parece más rico y qué menos, pero en mi opinión todas las tapas dan la talla. Están muy bien echadas (comen dos personas perfectamente de cada tapa) y el precio es de lo mejor de la ciudad en relación calidad/​cantidad/​precio, a unos 2 o 2,50 euros casi toda la carta.
El servicio me encanta, siempre me han tratado con mimo, con atención y simpatía. Cosas como esta pueden ser determinantes entre unos restaurantes y otros. Donde a uno lo tratan bien, dan ganas de volver.
Como «nota negativa» solo podría decir que el local se les queda un poco pequeño. Y no es que sea el típico bar enano del centro, sencillamente es tan bueno que va muchísima gente, y el tamaño del local no es suficiente para acoger a todo ese público.
De todas formas, entre este y la otra Gorda más grande que hay en Calatrava, yo me quedo con este porque es más íntimo estéticamente y en mis experiencias me he sentido más «mimado» por el servicio. Y supongo que eso también va en la diferencia entre un local más pequeño y uno más grande. Así que, al final, esa «nota negativa» se ve compensada.
En resumen: Una de las mejores relaciones calidad/​cantidad/​precio de toda Sevilla, si te gusta la comida casera no te lo puedes perder.

La comida es buena, pero nada del otro mundo, aunque las raciones son abundantes. El servicio bastante bueno y amigable.
Probamos los tallarines, el pisto con huevo…

Me habían hablado de este sitio varias veces así que el domingo pasado me animé a ir a almorzar.
Es cierto que el local es pequeñito pero aun así me resultó bastante cuco.
Las tapas son muy baratas y bastante ricas. El servicio MUY atento y amable, me hicieron sentir como en casa.
De la carta pude probar el filete ruso con salsa de almendras (riquísima la salsa), la tostada de bacalao y salmorejo (muy rica aunque pequeñita) y un revuelto de patatas fritas con huevo, chorizo y pimiento, servido en una cazuelita, sin lugar a dudas lo que más me gustó (aunque el chorizo era de muy poca calidad, uno más buenecito y el plato es de 10).
Recomendable para ir en pareja y si se busca algo rico y económico (tres tapas, un plato y dos bebidas, unos 16 €). Volveré!

Sólo fue una vez, ya que me pilla bastante alejado, pero me encantó. Es un bar pequeñito, se llena enseguida, por lo que os recomiendo ir temprano. Tienes unas tapitas deliciosas: el filete ruso, la pasta con salsa de champiñones…y sobre todo, los palitos de pollo al curry, MADRE MIA QUE PALITOS¡¡
Tengo ganas de repetir, cierto es que solo probamos algunas cosas, y que quizá hay otras tapas de la carta que no despiertan tanto amor, pero por el momento os lo recomiendo 100%.
El precio, no es demasiado caro, aunque para comer tengas que pedir unas 3 – 4 tapas, a unos 2 euros cada una.
El personal muy amable y servicial, un 10.

Tapas muy baratas y carta bastante amplía. El servicio muy atento y simpatico.
Nos parecío buen lugar a destacar el filete ruso, los macarrones con champiñones y las berenjenas rellenas y las patataa bravas qué tenian buena pinta.
No conseguidos la tartaleta de atun demasiado macerada en vinagre ya que no se apreciaban los demas sabores, el mero un poco seco y las ensaladas estaba buena pero se dejarón el hielo dentro del plato (supongo que las harán y las tendran conservadas en hielo)
Y aunque el cubierto son 0,40 céntimos no nos parece bien que un bar de tapas cobre por este servicio más propio de un restaurante.
En fin necesita mejorar, ⁶⁄₁₀

Si por algo destaca este sitio, en mi opinión, es por la cantidad-​precio, y es algo que me han comentado en varias ocasiones diversos colegas y conocidos.
He ido un par de veces, y la carta es amplia aunque de tapas, más bien, clásicas, de toda la vida, pero con su toque. Rondan los dos euros cada una y, a decir verdad, la tapa de bravas, bastante amplia, es un fijo en mis visitas, más por lo bien que resulta para compartir que por la salsa (aceptable, pero al fin y al cabo son papas fritas).
Personal atento y cordial, local interior sin terraza, no demasiado amplio pero que da el avío bastante bien.

He ido varias veces a la Gorda para cenar y, sinceramente, nunca ha sido por otro motivo que el económico. Es muy barato, sobre todo las ensaladas. Sin embargo, tras ir varias veces, me ha ido desilusionando por la calidad de algunos platos, como el salmorejo, que anoche me pareció de bote, siendo delito que en pleno agosto no hagan uno casero en Andalucía.
Las mesas las atienden un poco lento pero el personal es encantador. Sin duda, lo mejor del local. Espero que poco a poco mejoren la cocina y se equilibre la balanza.

Tras varias recomendaciones de gente que había ido a este local y sus homónimos de Cádiz (allí hay dos) me animé a ir a cenar un viernes por la noche. Primera recomendación: si vais en fin de semana intentad llegar no más tarde de las nueve porque el local es bastante pequeño y se llena con facilidad. Eso sí, la cocina es muy eficiente y la rotación de las mesas suele ser bastante rápida.
En cuanto a la comida, es obligado probar el filete ruso en salsa de almendras (ver fotografía) que está realmente bueno. También está bastante bien el pisto, con su huevo frito reglamentario, las tostas y las diferentes carnes. Preguntad por la tapa del día, porque pueden sorprender con guisos realmente buenos como carrillada.
El trato del personal es excelente, muy pendientes de cómo marcha el servicio, si bien cuando se les llena el local y hay mucha gente esperando se interesan excesivamente para saber si te falta algo por salir de cocina porque quieren liberar la mesa. Eso quizás es lo único malo que le veo, dado que dejan entrar a mucha gente para que se tome una cerveza en la barra mientras esperan la mesa y si tu mesa está cerca de la barra estás comiendo con gente alrededor de pie a un metro.
En resumen, un sitio muy recomendable para ir, muy buena cocina, muy buen trato del personal, pero para ir en días en los que se presuponga menos afluencia de gente.

Muy muy rico y muy recomendable este bar. Si la comida es buena, el personal aún más: atento, amable pero no de los que agobian. Una carta muy amplia y con precios muy asequibles. Yo aún no probé un plato que no me gustara. Recomiendo: el solomillo a la crema, el filete ruso en salsa de almendras, los macarrones en salsa de champiñones y el pan de roquefort y salmón entre otros, por no hablar del pan de ajo con queso y bacon o las albondigas. lo mires por donde lo mires ¡todo está muy bueno! Además, las copitas de vino también muy bien de precio: de 1,50 a 2 € ¡Id a visitarlo!
Inconveniente: el lugar es chico, se llena y no dejan hacer reservas.
Recomendación: pídete lo que quieras que seguro que aciertas y eso sí, ve tempranito tanto a comer como cenar para encontrar sitio. De todas formas, si no hubiera, te apuntas y suele ser rápido conseguir mesa.