La Pará

Es el bar del barrio, esta justo debajo de donde vivo, y es parada obligada el vienes al mediodía para tomar una cerveza. Este bar de decoración sevillana con azulejos, mesas y sillas de madera pintada, tiene una terraza en la calle Castellar, justo delante de la asociación de mudos de Sevilla. No tiene un ambiente demasiado glamuroso, pero esta todo el barrio en el bar y es muy divertido pararse.
La comida es muy buena, es comida tradicional y casera que la hace la propietaria de diario y siempre hay un menú al mediodía, este menú es barato y esta enfocado para albañiles y personas que trabajan en la zona. El bar es familiar trabaja un matrimonio y cuando tienen mucho trabajo le ayuda su hija. El matrimonio es muy agradable y atento.
El bar tiene un desayuno bastante bueno, pero un poco caro, aunque el jamón no es de pata negra, pero esta bastante bueno para el desayuno y las tapas están muy ricas, recuerdo el pollo frito y la ensaladilla. Por la tarde y noche no abre.

La Pará. Sí, has leído bien. Aquí los recelos al uso del andaluz, que en los prejuicios de mucha gente sigue sonando a castellano mal usado o a incultura, atraso y larga lista de etecés, no tienen cabida porque el bar se llama así. Lo dice en su luminoso. Y es que está situado en un pequeño ensanchamiento en el cruce de las calles Maravilla y Castellar, justo al lado de la Asociación de Sordomudos (reseñada ya por aquí).
Lo conduce un matrimonio de edad mediana con los roles de género perfectamente asumidos (qué fácil, así!!! es broma, claro): él atiende la barra y ella cocina. Son amabilísimos, paternales, como sus guisos y sus platos llenos hasta los bordes. He comido muchas veces aquí, porque sus precios son de risa, tomando el sol en los veladores de la pequeña placita, compartiendo el descanso de la comida con amigas que viven o trabajan cerca, y siempre es un placer. Papas con chocos, arroz con higadito (para las no escrupulosas, entre las cuales me encuentro, me encanta este guiso tan popular) y toda clase de comidas caseras. Preparadas con cariño, porque eso se nota. Después, un un té digestivo o café cápsula-​propulsora. Y volver a las tareas del día.

Hasta que descubrí que sólo abren hasta media tarde. …
El tema es que La Pará es un bar que me encanta, un sitio de comidas que lo regenta un matrimonio mayor, ella divina, prepara unos quisos que ni la mejor de las madres (salvo la mía), se te saltan las lágrimas.
Ambiente de barrio, gente del barrio, precios populares, simpatía a raudales, puchero que se desborda, platos llenos, platos vacios, … te ha gustado «mi arma»?. Me ha encantado, el arroz con choco para chuparse los dedos.
Por suerte tengo unos amigos que viven en la mínima placita en el edificio retranqueado, y para más inri ellos también son fans de este sitio. Con esos precios y tan cerca quien cocina en casa.