Mariló cumple aquello de «bueno, bonito y barato». En principio me llegó publicidad de su establecimiento para mi reportaje de boda, pero luego descubrí que ofrecía otros servicios que me interesaban mucho más. Para la boda busco un fotógrafo muy concreto, que me está costando muchísimo encontrar. Pero si no hubiera sido así seguramente me habría planteado contratar a Mariló porque los precios que pone a los reportajes fotográficos son inmejorables. Eso merece el reconocimiento más cuando las fotos que hace son bastante buenas. El caso es que a mi me llamó algo mucho más la atención de su establecimiento, la restauración de fotos antiguas. Llevaba muchos años queriendo restaurar y sacar copias a una foto de mi bisabuela. Resulta que una vez los Reyes de España visitaron el barrio de mi familia cuando aún eran príncipes y eligieron la casa mejor decorada por fuera para conocer a la familia, ¡y era la de mi bisabuela! En la foto está ella ya mayor, sentada, y los Reyes agachándose a saludarla. Así que además de ser una foto con un componente sentimental brutal es un documento histórico. Ningún sitio me daba la confianza suficiente como para poner en sus manos ni siquiera el copiar esa foto hasta que di con Mariló. Cuando me comentó el proceso de restauración y la escuchaba hablar de cómo trataba ese tipo de fotos, me convenció. Y, de nuevo, con un gran precio que no me habían dado ni siquiera en éstos sitios de los que no me fiaba. En definitiva, una gran profesional con precios razonables a la que considero debemos apoyar porque quedan pocas en Sevilla como ella.
MIRIAN R.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
¡Pero qué simpática es esta chica! Fui justo hace un año porque necesitaba unas fotos carné para un curso. Cuando entré, no había nadie, solo estaba Mariló hablando por teléfono. Mientras ella se despedía de la persona con la que hablaba, tuve un poco te tiempo para ver algunas fotos que tenía expuestas de algunos de sus trabajos. La mayoría de las fotos eran de niños pequeños, que tanto le gustan a las madres, pero éstas tenían algo diferente, para mi gusto eran originales, visto lo que se hace por ahí. Colgó, me saludó amablemente y pasamos al estudio. Dispone de una pantalla para ver a tamaño real las fotos que te hace y decidir si te gusta o no. Por lo general no me gusta hacerme la foto de carné, siempre salgo muy forzada. Repetimos varias veces y ya me quedé con una que gustó bastante. Lo bueno que tiene es que dijo que si en un año necesitabas esa misma foto, porque me había gustado, ella te la volvía a imprimir, gracias a una base de datos que tiene y que actualiza todos los años. Me dió a elegir si las quería todas de carné o si también quería alguna de cartera, dije que quería también alguna de estas últimas y yo no se ni porqué, no le veo ninguna utilidad. Mientras imprimía las fotos me sacaba conversación, que qué había estudiado, qué cómo estaba la cosa y cómo había ella levantado su negocio. Las cuatro fotos de carné y las dos de «cartera» me costaron 5 euros.