Mercadillo de Arte

Este mercadillo es un plan estupendo para dar un paso un domingo por la mañana. En él podemos encontrar artistas de diferentes tipos, edades y calidades que exponen su obra en la calle para venderla. Llevarte algo a casa depende de tus gustos, pero tiene su encanto ver la obra de artistas tan diferentes, desde lo más costumbristas hasta algunos más jóvenes que buscan su estilo en nuevas formas.
El barrio es muy agradable, así que se puede completar el plan dominical con alguna cerveza por la zona o incluso una visita al Museo de Bellas Artes.

Estuve viviendo durante un tiempo en la calle Goles y me encantaba acercarme los domingos por las mañana a este mercadillo de arte. La plaza se llena de cuadros de todos los tipos, porque los que más exponen son los pintores.
Se forma un ambiente muy bueno, puedes hablar con los artistas. Hay gente joven que está estudiando Bellas Artes y aprovecha para exponer sus primeras aventuras artísticas, pinturas abstractas, retratos, pintores de oficio y algo de artesanía. Suele haber muchos cuadros basados en Sevilla, muchos retratos de toreros, paisajes, etcétera.
Aunque muchas obras tienen un precio todo es negociable y todo está abierto al diálogo. Yo recomiendo no sólo pasar a echar un vistazo, sino ser partícipe, hablar con la gente, interesarse por saber quién expone… Nunca se sabe donde se puede esconder un nuevo Picasso.
La primera vez que me encontré con este mercado fue como un regalo caído del cielo. Darte una vuelta por la plaza y ver el ambiente y luego irte a una taberna del centro me parece un plan perfecto para cualquier domingo que haga buen tiempo.
Es genial que se formen este tipo de mercados y que se fomenten este tipo de iniciativas artísticas y culturales, le dan un sabor muy especial a la ciudad.

Soy una gran aficionada a este mercadillo, pero confieso que soy la típica que mira mucho y compra poco.
El arte, de momento, está fuera de mis posibilidades económicas, al menos en las condiciones de compra de «pagar a toca teja».
Alguna vez he comprado, pero cosas del tipo cartera hechas con material reciclado, chapas, separadores de libro, libretas hachas a mano… incluso una vez compre un mini-​cuadro tipo collage a una francesa, que aún hoy sigue teniendo puesto.
Es un lugar de encuentro ciudadano. Un sitio de esos con encanto, donde se mezcla lo más variopinto de la ciudad.
Mi compañero de piso, pintor, pone un puesto todos los domingos (bueno algunos se escaquea) y es mucho el tiempo que paso con él allí.
Me da pena que el grueso de los visitantes sean gente mayor, parece que no tiene mucho tirón entre los jóvenes (probablemente duerman toda la mañana del domingo), pero animo a que se conozca este espacio.
¿Cómo puede ser que cuando salimos de nuestra ciudad y vamos de turismo a otra, nos hacemos pedazos visitando todos los mercadillos, y no se nos ocurra hacer esto en la nuestra propia?
Basta ya de ir a pasar el domingo al centro comercial de turno y miremos más hacia las cosas auténticas que tenemos. Me pone mala saber que Nervión y Los Arcos se llenan de gente que van echar la tarde, a pasear… (¿hay algo más horrible?)

Los domingos por la mañana en la Plaza del Museo hay un mercadillo de Arte que está bastante bien. Esta plaza al principio se llamaba plaza o jardines de la Merced, pasando a llamarse otros nombres hasta acabar teniendo el actual: el que le da nombre es el Museo de Bellas Artes de Sevilla que se encuentra allí.
Se ha intentado llevar la misma iniciativa en el Paseo de la O (junto a la orilla del río Guadalquivir) pero no consigue arrancar y los artistas que acuden a éste son de un sabor más rancio y hay demasiados artesanos. No acaba de ser un mercadillo de Arte.
Esta es la característica principal del mercadillo del Museo: sólo hay Arte, no se admite artesanía. Y la verdad es que no digo esto por que sea bueno o malo, si no por que al ser así, es especializado y sabes a lo qué vas.
No hay que pagar nada por ir a vender y el único requisito para encontrar sitio donde exponer es ir muy temprano ya que va bastante gente y aunque sí que hay sitios que se respetan (los pintores más mayores que van todos los domingos se guardan el sitio los unos a los otros) el que antes llega se coloca donde le parece.
Yo he ido en más de una ocasión a vender obra «comercial». Hay buen ambiente y acude mucha gente. Cuando iba había bastante gente que acudía a comprar, no sólo a mirar; pero ahora con la ya tan citada crisis no sé cómo estará el tema.
Acuden todo tipo de artistas, desde la pintura sevillana más costumbrista (seises, giraldas, torres del oro…) la más conservadora (vírgenes y cristos) a la más contemporánea.
Hay mucha estampa ya que la obra seriada es muy asequible.
Pero se encuentra de todo y cosas muy bonitas.
Siempre se negocia el precio con el artista (es un mercadillo) y se consiguen obras por un importe estupendo. Sé de compañeros artistas que tienen cierto «nombre» y han ido a vender obra sin firmar, para poder venderla al precio al uso.
Es muy bonito para visitar aunque no quieras comprar. Las mañanas soleadas de invierno es un placer pasear y ver expuestas en la calle gran cantidad de obras. Tiene cierto regustillo a Montmartre con la diferencia que en el de la plaza del Museo casi ningún artista está trabajando y si te encuentras algún caballete es para exponer obra.