Me costó llegar la primera vez que fui. Recuerdo que recorrí dos o tres veces las calles Goles y Baños sin atinar. Pregunté varias veces y todo el mundo parecía conocer la Peña Flamenca Pies Plomo pero sus indicaciones o no eran exactas o yo no sabía interpretarlas adecuadamente. Parecía como si los viandantes fueran guardianes de un tesoro que consideraban que debía quedar sólo para ellos y no era apto para la gente de fuera del barrio. Pero lo encontré e incluso llegué con tiempo a la actuación, una de las regularmente programadas por la Federación Provincial de Peñas de Guardia. Aquel día, como es norma entre las múltiples peñas que hay repartidas por la capital y la provincia, tenía que haber alguna de guardia y le tocaba a Pies Plomo. Una peña que, por lo que parece, siempre está bien escoltada por sus fieles seguidores, que la llenan con ganas los días de cante, baile y toque. No sé si es cierta pero ese mismo día me contaron la historia de por qué se llama así la Peña. Parece ser que es en honor a un cantaor local que sabía convertir en arte cada una de las pausas que hacía con su verso y su verbo en sus quejíos de garganta. Gitano, auténtico y profundamente admirado por los puristas del flamenco, yo me hecho a un lado porque no soy tan entendida del asunto y me limito a sentir lo que me cuentan. No tengo certeza de si la actuación de aquel día fue especialmente buena con respecto a otras pero sí recuerdo partirme las manos aplaudiendo. Luego pensé que habían sido los 6 euros mejor invertidos que había podido gastar últimamente.
Macarena H.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
¿Quieres Andalucía en vena? Acércate. Buen flamenco, del puro, del racial. Buen ambiente, de gente que disfruta tanto oyéndolo como participando en él. ¡Qué me gusta una fiesta gitana! ¡Qué me gustan unas palmas y un cante improvisado! ¡Qué me gusta la fama de un lugar«por derecho»! Éste, sin duda, se ha ganado el renombre. La peña es todo y más, un mar de encanto donde perderte. Saldrás tatareando ese verso mágico de esa alegría que acabas de oír. Saldrás queriendo volver, para tocar un poco más las palmas.
Lucía V.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Hubo una época en la que convivía con varios amigos/as muy aficionados al flamenco. A mí también me gusta, pero me faltan un montón de conocimientos para poder considerarme una iniciada en el arte, que es lo que significa en el lenguaje específico la palabra«aficionado». Una de mis compañeras cantaba y bailaba y el otro tocaba la guitarra. Por esa época era asidua de los conciertos y las peñas flamencas. A la Torres Macarena, cómo no, y también a ésta de Pies Plomo, que recibe ese nombre en honor del cantaor gitano que era muy querido y respetado por su cante, muy auténtico y muy sevillano. Cuando yo lo conocí y oí cantar en esta peña, le quedaba apenas un hilillo de voz. Un hilillo que emocionaba y alegraba el espíritu a partes iguales. Pies de Plomo, que ya falleció fue el padre del respetado cantaor(aunque no es de mi devoción, como dice mi madre) José de la Tomasa(es que me abuuurro mucho con sus soleares de Alcalá). Pero os sigo contando de la Peña. En esta época y es una línea que continúa ahora aunque de manera diferente, los jóvenes cantaores y tocaores tenían ciertas reivindicaciones sobre los mayores, que apenas les dejaban cantar. Ya sabéis, en una peña puedes encontrar tanto actuaciones organizadas con su principio y su fin, como improvisaciones y «fiesta» que surge entre los/as asiduos al lugar y que suele deparar momentos muy especiales, dicen que ahí es donde surge con más facilidad«el duende». A lo largo de un inverno o dos, fui testigo de cómo estos jóvones, apoyados y saludados por el matrimonio que lleva el bar del lugar, iban tomando el control de la peña y convirtiéndose en los protagonistas usuales de la noche. También vi cantar al anciano Pies Plomo con algunos de estos jóvenes, en varias noches memorables. Hoy, esos chavales son algunos artistas que han logrado cierto reconocimiento. Como Alicia Acuña o Raúl Cantizano(que sin ser exactamente del barrio, participaba en las veladas). Supongo que ya habrá nuevos cantaores y tocaoras pujando por ser escuchados, porque la actividad del sitio se mantiene, está dentro del circuito de Peñas de Guardia y continúa convocando a sus socios y socias de toda la vida.