Tomas el último tren de la noche(a las 23h ¬¬) y te bajas en Amate, alias Rochelambert. Sales de la estación y a tu alrededor hay un cruce con cuatro calles exactamente iguales. Sólo te ubicas porque sabes que siempre sales mirando hacia el mismo sitio, porque si no fuera por eso, los Mapas del móvil serían tus mejores amigos. A tu alrededor, interminables calles de bloques de pisos, todos iguales. Siempre que escribo una reseña de una estación de metro pienso lo mismo: no va a ganar ningún premio a su diseño, originalidad o eficiencia. Pero bueno, no deja de ser, por fin, una línea de metro que pasa por diversos barrios, incluído este. Para mí no es una zona a frecuentar, pero oye la estación cuenta con sus ascensores y demás. Seguro que a todos los vecinos de la zona les viene genial para ir al centro, a Mairena o a la Olavide :)