El Abuelo

El Abuelo fue uno de los sitios en los que solía tomar churros a la vuelta de una noche de marcha por la Alameda cuando vivía en Rochelambert. Después del mareo que daba el autobús nocturno A4, lo mejor antes de llegar a casa era un buen desayuno alto en calorías. A la hora en la que volvía, ellos estaban justo abriendo, con el chocolate tostadas recién hechas y yo con el dinero justo para un desayuno de campeones.
El trato era bueno, inmejorable considerando el cansancio acumulado y el frío. Todo estaba muy rico y es que a las 7 de la mañana cualquier cosa te sabe a gloria. Lo mejor eran los meses de invierno, ya que mi piso era bastante frío. Así que con un chocolate entre pecho y espalda antes de dormir ya podía acostarme calentito y tranquilo.
Ahora hay nuevos dueños y la atención sigue siendo la misma, además con el toldo nuevo que han puesto se puede estar en la terraza sin morirte de frío. Y además les viene estupendamente porque el sitio por lo general está lleno.

Juan Antonio y Mariló, su mujer, son los que regentan este negocio familiar, así mismo es el trato que te dan, te sientes como en casa.
No lleva mucho tiempo abierto, pero si te pasas por allí una mañana para desayunar, nadie lo diría, ¡¡hasta la bandera!
Las tostadas están buenísimas y el cafelito que te tomas aquí, es el que te pone las pilas para empezar el día.
Cuando salgo por la tarde a dar un paseo, la parada de rigor es en este bar, en esta época del año, ¿a quién no le apetece un chocolate con churros bien preparado?
Este hombre es un experto en jamones, sabe de lo que habla cuando se trata de chacina, es precisamente lo que puedes comer aquí, en montaditos o en tapita, ¡¡y cómo están las aceitunas!!, a mi me encantan, pero sinceramente, en pocos sitios la he probado con un aliño tan bueno, todo esto acompañado de un buen rioja, y sales de allí como un rey.
Puedes ver como tiene todo el alto del mostrador con las paletillas expuestas, con una pinta…
Además, para aprovechar la terraza en invierno, le ha puesto uno de estos toldos que son completos, que si te tomas el chocolate calentito aquí sentada, estás en la gloria.
Si no piensas rascarte el bolsillo y quieres comer bueno, date el gusto de entrar en El Abuelo.