Un paseo por el muelle de la sal, cuyo nombre radica en que antaño era aquí donde se descargaba la sal procedente de las salinas gaditanas, es imprescindible para todo visitante, ya que desde este sitio pueden obtenerse las mejores vistas de la calle Betis, al estar situado justo enfrente, y del puente de Triana si lo quieres ver con la Torre Sevilla de fondo. Particularmente disfruto de las vistas de las coloridas casas situadas en la calle Betis y recomiendo su visita por la tarde, ya que el sol se pone justo por detrás, siendo posible disfrutarlo desde alguno de los bares que están por la zona con vistas al río. Asimismo, hoy en día alberga una obra del afamado escultor Eduardo Chillida, el Monumento a la Tolerancia, el cual se sitúa en una zona con una gran afluencia de jóvenes que aprovechan este lugar para disfrutar del río y del sol.
M Carmen M.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Es uno de esos lugares míticos de Sevilla, a los que me encanta ir a pasear en esos días de buen tiempo. Y lo mejor sentarse allí al lado del río, junto al Puente de Triana. ¿Quién no se ha hecho la típica foto allí con el Puente de Triana detrás? ¿O en la figura, estatua, o cómo queráis llamarlo? Y es que ese monumento es lo más característico del lugar. La primera vez que estuve allí, fue para un evento deportivo y desde entonces reconozco el lugar por ese monumento. Yo, como enamorada de mi Sevilla, tengo que proclamar este lugar como patrimonio de mi lista de lugares preferidos.
Berta C.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
El Muelle de la Sal es para mí uno de los mejores lugares de Sevilla donde pasear, sentarse a pensar sobre lo divino y humano, leer, tener una buena conversación, enamorarse… o simplemente ¡no hacer nada! Bajo el puente de Isabel II, conocido como«el de Triana», sustituto de ese símbolo almohade que fue el «puente de barcas»; junto a la torre del Oro; con la coqueta calle Betis enfrente; y las espaldas bien cubiertas con ese giraldillo que nos cuida desde lo alto de la Giralda…, ¿qué más nos hace falta? Pues nada o todo si queremos entender la importancia histórica de este enclave, si nos apetece rememorar tiempos antiguos, si nos despierta la curiosidad conocer la actividad que un día tuvo lugar por estos lares… Y es que aquí descargaban los candrayes la sal procedente de las salinas gaditanas, la que se distribuía en la ciudad y abastecía los barcos que traían su pesca a la Lonja del Barranco. Y vayámonos aún más atrás y baste cerrar los ojos para imaginarnos esa zona llena de mulas y caballos haciendo cola para retirar el material(sal, carbón y madera…); los estibadores con sus sacos sobre las cabezas(precursores de los costales), la mayoría procedentes del barrio de Triana…; la algarabía imponente… Y volvamos a la historia más reciente, donde aquí también tuvieron lugar episodios trágicos, como los que se vivieron en el mercante Boeiro, utilizado como cárcel flotante durante la guerra civil. En fin, sin olvidar ese pasado sin el cual no podemos aprender, volvamos al presente, y paseemos por esta zona que ahora es lugar de celebración de diversos eventos y espectáculos; donde deportistas pasean con sus bicis o patines; niños corren y bohemios divagan… ¡Qué grande eres, muellecito de la Sal!