Es un bar con unas tapas más que aceptables, de hecho, están bastante bien. Dispone de un pequeño salón con unas 8 mesas. Además, de una barra amplia y varios veladores de pie fuera. Se encuentra en una zona con varios centros universitarios y juzgados. Con lo que la clientela está repleta de estudiantes y profesionales de los despachos y oficinas del entorno. He estado en un par de ocasiones, la última vez nos tomamos tapas, aunque en la zona de las mesas se sirven menús. En concreto me tomé un arroz negro y una de menudo con garbanzos, uno de mis acompañantes me copió y la otra se tomó una especie de filetito ruso y unas taleguillas que la verdad tenían muy buena pinta. El Servicio es muy bueno, rápido y eficaz. Destaca la amplia y sincera sonrisa de uno de los camareros. Como recomendación os diría que pidáis los guisos del día. El precio es más que aceptable. Buon appetito.
Max P.
Rating des Ortes: 5 Sevilla
Excelente en calidad y precio. Un estupendo lugar para tapear con exquisitas tapas si nos sentamos en los veladores altos de fuera o dentro en la barra. Si nuestra opción es coner sentados, optaremos por medias reacciones. No es caro porque se come con calidad, la tapa es correcta en contenido, con un par de tapas y algo para compartir se queda uno más que satisfecho. Recomiendo La carrillada, exquisita, el liaito de mero con salmón, y en estas fechas las coquinas son frescas, no congeladas y están exquisitas. La atención sobresaliente, en barra y fuera nos será autoservicio y sentados nos atenderán en mesa. Muy limpio, servicial y una cocina exquisita para un precio muy apropiado. 25 euros de media la pareja. Recomendado.
Juan V.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Lugar clásico con bastantes años ya de recorrido. Cocina tradicional al más puro estilo andaluz, nada de florituras o cocina fusión. La carta es la típica que uno se puede imaginar cuando piensa en cocina andaluza tradicional: carrillada, adobo, solomillo al whisky, saquitos de pasta filo rellenos de queso de cabra, pescado frito… La barra es pequeña aunque en verano ponen mesas fuera y te van avisando con un micrófono para que acudas a la barra a recoger los platos conforme van saliendo de la cocina. He estado varias veces y, la verdad, nunca he podido pillar mesa; bien porque estaba todo reservado o bien porque éramos muchos como para poder sentarnos en las mesas que quedaban libres. Dentro de lo que hay por la zona de Viapol, la verdad es que vale la pena tenerlo en cuenta.
Paco P.
Rating des Ortes: 3 Sevilla
El Miércoles pasado fui por primera vez a este bar, del que un montón de gente me había hablado bien, la verdad que no decepcionó en absoluto. Como decía, el pasado miércoles fui con un grupo de compañeros del máster que estamos haciendo para trabajar de profes en el instituto, dentro de mucho tiempo y en una galaxia muy, muy lejana. Tras pasar una mañana intensa de debate entre todos, planteando problemáticas y dando opiniones diversas, un grupo, decidimos continuar la sana discusión a la sombra de unas cañas y llenando el buche con algo. Una compañera propuso este bar, ya que el metro nos dejaba en San bernardo, no lo dudamos y nos fuimos echando mistos. Un ambientazo mortal llenaba la calle por los numerosos bares que alli se sitúan, como dice una buena amiga: «amoríos, juventud, gente guapa». Las facultades aledañas dan a esta zona una vida enorme durante las horas centrales del día. Nos quedamos fuera para que los fumadores pudiésemos dar rienda suelta a nuestro apestoso hábito, afición que se incrementa según sube la cantidad de cerveza y la intensidad de la conversación. La verdad que las tapas estaban buenas pero no me marcaron, me entretuve en fumar, beber y hablar, lo que mas marcó fue el cambio de impresión que tuve hacia mis compañeros tras ese día. Al principio pensaba que el máster lo llenaban gente que estaba alli en busqueda de una salida relativamente posible ante las circunstancias actuales de trabajo. Me decepcionaba el pensar que los institutos se iban a llenar de gente sin vocación. Todo esto se desmoronó el miércoles, descubrí a un grupo de gente completamente comprometida con la causa, con grandes ideas y sobre todo ganas de cambiar las cosas. Por cosas como esta, me gustan tanto los bares.
Enrique H.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Me habían hablado mucho de este excelente bar de tapas y debe hacer ya un par de años que lo visité por vez primera. Hace poco, fui un domingo a mediodía junto a un grupo de amigos que no lo conocían y, en esta ocasión, decidimos sentarnos en las mesas de su interior. No suele ser fácil, como tampoco lo es hacerse un sitio en su barra en fin de semana, dada la gran cantidad de habituales que tiene el negocio. El local, a decir verdad, no destaca por nada en especial. Es bastante pequeño y con una decoración no muy cuidada, en la que abundan las fotografías de los clientes más populares, entre los que, si nos fijamos, veremos a muchos futbolistas antiguos y actuales del Sevilla. Pero lo importante de Viapol, como de todo bar de tapas, es el cuidado listado de estas(también se pueden pedir por raciones y medias). Heredera de la del desaparecido Casablanca de la calle Zaragoza, os recomiendo la tortilla al whisky; también la carrillada y el pollo al Pedro Ximénez. Para compartir, tienen muy buenos panes y revueltos, nosotros nos tomamos uno con salmón que estaba excelente. El encargado del salón, un señor muy agradable y que te trata con respetuosa confianza desde primera hora, nos ofreció rematar el almuerzo con un variado de postres que estaba para chuparse los dedos. Ni que decir tiene que mis amigos salieron encantados.
Andrea G.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Al más puro estilo andaluz, es ideal para los que disfrutamos con la cocina tradicional de esta región y a precios realmente competitivos. Aquí podrás encontrar todo lo típico: Carrillada ibérica, boquerones en adobo, pisto con huevo, pescaíto frito, solomillo al whisky y cientos de platos más, que salen como volando de la cocina a las mesas y a la barra, acostumbrados al ritmo maratónico por la afluencia de visitantes todos los días. Es lo que tiene ser bien conocido por esta zona. A pesar de ello, siempre hay un espacio para la broma del camarero y un trato familiar que te hace sentir como en casa. El local, sin ser muy grande, tiene una barra amplia y varias mesas en el comedor. La decoración es clásica y llama la atención las paredes de la entrada, forradas con fotos de clientes, vecinos y conocidos como inmortalizando los mejores momentos del lugar. No necesitarás gastar mucho dinero para salir completamente satisfecho. Las tapas cuestan 2 € y los platos entre 6 € y 10 €.