Doña Juana

Hasta hace muy poco, Doña Juana era uno de mis sitios favoritos de Utrera. Tapas variadas con una carta no muy extensa pero estando todo rico.
¿Por qué ahora se queda con dos estrellas? Las dos últimas veces han sido un completo desastre con respecto al servicio. Y ojo, digo dos veces, porque la primera vez pensé que sería un mal día y le di otra oportunidad.
Ayer, a las 22:30 de la noche nos sentamos en la terraza de fuera. Hay unas 8 mesas. Dentro hay otras tantas. ¿Había gente? Sí. ¿Cómo para estar desbordados? NO.
Pedimos de beber un par de tintos y cuatro tapas. Dos frías: ensaladilla y pan con salmorejo y jamón; dos calientes: rollito arábigo (muy típico de este bar, un rollo de pollo con alioli) y unos champiñones rellenos.
A los 10 minutos nos traen los tintos.
A los 15 minutos nos traen la ensaladilla.
A los 20 minutos le pregunto al camarero amablemente por nuestras tres tapas y me contesta «está la cocina saturada, a tener paciencia». Y digo yo, paciencia tendré si yo quiero ¿no?
Ese día íbamos con prisa, así que si cuando me senté me hubieran dicho que había lentitud en la cocina pues habría decidido si me quería quedar o no. Pero nadie nos dijo absolutamente nada.
A los 35 minutos nos traen el pan con jamón y salmorejo.
A los 40 minutos vemos como a las mesas que habían llegado después que nosotros les empiezan a servir con normalidad. Pero a nosotros no nos llega nada.
A los 55 minutos nos levantamos sin haber comido más para irnos. Le dijimos al camarero que si podía cobrarnos y me dijo, literalmente «¡VOY!». Con un tono borde que juro que me dio ganas de irme sin pagar.
Así que casi una hora después me fui a comer a otro sitio porque sólo me habían servido dos tapas.
¿Cuál fue el problema principal? La actitud y las malas formas. A los clientes no se les exige de malos modos que se aguanten, se les explica la situación amablemente. Porque es la segunda vez que me tratan mal. Si me lo hubieran explicado hubiera seguido yendo porque al fin y al cabo la comida está buena.
Pero hay muchos sitios de comida buena en las que no tengo que aguantar que ningún camarero me trate como si estuviera molestando.

El bar Doña Juana se encuentra en una de las avenidas más céntricas de Utrera.
Dispone de una terraza en la calle, que en verano es muy agradable y un patio interior muy bonito. El interior es de estilo antiguo y bastante amplio.
En cuento a las comidas, disponen una extensa y completa carta de tapas y raciones a precios muy razonables, tanto tapas tradicionales como otras algo más modernas, y una de las gratas sorpresas que me llevé es que disponen de varias cervezas de importación y de una artesana que se hace en la misma localidad, la Debla.
En definitiva, si quieres tapear por Utrera, Doña Juana es uno de esos bares de referencia y del cual sales satisfecho y bien saciado.