Ana Eva

Ana Eva me quiere gobernar… pero no lo siento Ana Eva, estoy comprometido. Y no pudo ser que llegara a enamorarme como para ser infiel. Domingo 1 de noviembre, con un amigo aparcamos en la calle Túria (misma calle que Ana Eva) y fuimos dirección el Carmen a buscar un local para tomar el vermut. Mientras paseábamos y tomábamos algún vinito que otro pensábamos donde comer. Decir que no teníamos en mente un vegetariano pero cansados de buscar se nos cruzó en el camino y quizá la experiencia no sea la esperada si no los buscas, aunque a veces sea al revés.
Ya dentro buscando mesa nos atendieron muy rápido teniendo el restaurante completo. Nos adecuaron una mesa para dos en la terraza/​patio trasero que tienen a cubierto con un techo retráctil. Muy ordenado el sitio, con un buen aspecto y hasta el momento un servicio rápido. Camareros desbordados pero con profesionalidad y rapidez. La cocina también iba a todo gas y entre plato y plato no te daba tiempo ni a eructar. Ensalada de cous-​cous, patatas con salsa roquefort y romescu, croquetas…, no se, tenía buen sabor, pero no me llegó a impresionar en el paladar nada, repito que estaba bueno, pero quizá yo ese día muy exigente. Probé su cerveza artesana y a mi parecer tenia mucho gas.
He probado varios vegetarianos y no creo que este sea mi preferido, pero tampoco es una experiencia mala. Fue una comida de domingo normal, personal excelente, cocina rápida y precio no muy excesivo. Se lo recomiendo a los vegetarianos porque lo noté muy purista, y a los que no lo son porque quizá su opinión sea distinta y sus paladares lo agradezcan mejor que yo. Por lo menos del servicio y del trato no podrán tener queja, y de la calidad de sus alimentos tampoco. Bön profit!

Comida vegetariana deliciosa, incluso para un no vegetariano como yo. Servicio muy atento para un local intimo y acogedor. Muy recomendable!

Servicio muy cuidado y buen sitio para una comida y cena. La cocina con el menú a 36 €(para dos personas: entrantes, 3 platos, postre y bebida) no esta nada mal en comparación con otros del mismo estilo. Calidad buena, presentación cuidada y platos sencillos, pero frescos y con personalidad. El patio interior es bonito.

Para mi uno de los mejores vegetarianos de Valencia, he ido varias veces y siempre he salido muy satisfecho. El trato muy correcto y los precios perfectos. La terraza muy agradable. Variedad en la carta adaptándose a cada temporada. Cervezas de producción propia. Si vas y tiene gazpacho en la carta no dejes de probarlo, descubrirás un sabor diferente y original.
Por supuesto no olvido al carta de zumos, súper-​amplia.
Dispuesto a repetir las veces que sea necesario.

Un restaurante muy agradable para ir a comer o a cenar, especialmente en la terraza interior, aunque es recomendable reservar porque la terraza se llena fácilmente. Es un vegetariano con platos muy currados y sabrosos que además sientan super bien. Recuerdo especialmente los calabacines gratinados con queso y los patés. El precio está muy ajustado a la calidad, no resulta caro.

El cariño que le tengo a este restaurante vegetariano es con forma de corazón, ya que fue el primer restaurante al que me llevó mi novio en Valencia. No lo conociía y me sorprendió la terracita tan bien apañada en la parte trasera del local. Después he vuelto con amigas en múltiples ocasiones porque soy fan de sus platos y hasta hemos celebrado una reunión familiar, creo que fue y es el único vegetariano que ha pisado mi madre. Pues bien, hay un menú diario a mediodía con varios platos a elegir entre los que recomiendo los patés vegetales: humus, de berenjenas, de olivas…
También es habitual la lasaña de verduras, el tabulé (que está delicioso) y los arroces con verduras, siempre cocinados en su punto y adecuadamente condimentados. Ah, y los palitos de sésamo que acompañan a la comida están buenísimos. Mi consejo es que si sois varios pidáis diferentes platos y los compartáis, las ensaladas también son muy curradas en plan brotes de soja, aguacate, salsas caramelizadas… Al principio no tenían bebidas alcohólicas, pero me parece que ya han introducido la cerveza ecológica ¿y los postres? son maravillosos. Nunca olvidaré una tarta de algarroba (buen sustituto del chocolate) que me apareció de lo más original. Los precios son asequibles y realmente vale la pena cambiar un poco y darse un capricho vegetariano bien cocinado de vez en cuando. A lo mejor fue mi percepción y mi momento, pero el ambiente me ha parecido siempre de lo más romántico en este local.