Este sitio lo encontré por pura casualidad, pues esta en una de las calles poco transitadas, cercanas a la mucho mas comercial calle Carteros… y resultó ser un bar muy agradable, pues tiene un buen ambiente de barrio y algo que me importa mucho a mi, el café… esta buenísimo… Es curioso que aunque siempre cuenta con una parroquia bastante amplia de clientes habituales, muchos jóvenes se acercan a este bar a pasar las tardes… y eso se debe a dos buenas razones: los futbolines y el billar… Además el local cuenta con una zona extraña de ver, la pequeña terraza exterior esta cubierta, si, pero con su propio techo, es decir, la propia entrada de el local esta unos pocos metros más adentro, dando espacio para una o os mesas ridículas… los días de lluvia se agradece… Bueno para almuerzos o picoteo, con cualquier bebida te ponen una pequeña tapa… algo también difícil de ver en Valencia… El servicio es bastante agradable y los precios muy buenos…