Caffe Dels Flames

Cuando abrió, hace ya algunos años, lo frecuentábamos mucho, por su estilo moderno y porque se estaba muy a gusto. Sigue siendo así, es un bar de barrio alejado del concepto que muchas veces tenemos de estos como lugares algo dejados donde no se cuidan los detallas. Este no es el caso.
Lo bueno es que todo lo anterior no está reñido con unos precios económicos, al contrario, tienen una oferta muy competitiva. Puedes tomar un tercio, no una caña, un tercio y un montadito por un euro, difícil de superar. O quizá sí, pongamos un cubo de cinco quintos y añadamos un plato de bravas ¿cuanto? 5 euros.
No tiene terraza pero se las ha ingeniado para que sus clientes no tengan que salir a la calle. Ha movido hacia atrás una pared y ha colocado dos mesas como las de dentro, están fuera pero no del todo, en la foto se ve bien.
Un dato curioso que demuestra el interés de los dueños en no bajarse del carro y que pese a la crisis, el Caffe dels Flames siempre sea una opción.

No suelo ir, ni tampoco creo que lo vuelva a hacer, pero la tarde me la alegró de lo lindo.
Tiene unos precios muy bajos, sobre todo en lo concerniente a los cafés y la cerveza. Me tomé un tercio de cerveza por sólo 1 €, además pude disfrutar de mi pitillo gracias a que tienen una zona para fumadores, eso si, un tanto curiosa.
Os explico. El local tiene una cristalera muy grande, y entre una pared y otra, hay un huequecito que da al exterior. Este huequecito ha sido muy bien aprovechado por los dueños del local, ya que han colocado dos mesas con sillas y han proporcionado al bar un espacio para fumadores muy coqueto y resguardado del frío. Además de eso, el hecho de estar junto a la cristalera, da la sensación a los fumadores de que son parte de la gente que está adentro.
Es un detalle más, a parte de sus precios, que le hacen ser un lugar de gran afluencia.

Me pareció un lugar súper agradable, lo encontré en uno de mis largos paseos de exploración y no dudé, nada más verlo, en pararme a tomar un café, pues la abundante clientela y el buen rollo que desprendían me atrajeron como la luz a las polillas…
Una chica muy amable me atendió y me sirvió en muy poco tiempo el deseado café. Los precios en general son bajos, tienen un poco de todo, la gente se para fácilmente allí a desayunar y a almorzar…
Hace poco han instalado una zona de fumadores con todas las comodidades, eso quizás es un plus que se suma a la buena atención del local, por eso siempre está tan lleno y hay tan buen ambiente.
Abierto toda la semana, solo cierra los domingos.