Canela

Wow! And wow! What a wonderful evening here. And I was here with a school excursion, so to have such a wonderful fine dining experience in a large group this place scores even more points!
From the olives, tapas tastes to paella to dessert, everything was perfecto!!!
As a group we had a set menu. Delicious. And very generous serves! The artichokes were a definite winner on the tapas plates.
A wonderful evening.

Excellent find. Great deal! 15 euros gets you a full meal. The wine is great definitely make a reservations! Love the free alcohol at the end.

Cuchara de palo para el niño bueno
21-​11-​2015 — Comida
Comida de sábado con padre. Después de llamar un jueves conseguimos mesa para el sábado. En anteriores episodios no había habido suerte. Encargamos paella valenciana (pollo y conejo).
Allí que nos fuimos. Faltó que me repeinasen con agua y raya bien marcada a un lado como cuando era chico, que pagaba padre.
El entrante iba a ser una ensalada valenciana normal y corriente (lo que se suele llamar «mixta» en Madrid) porque la tradición manda que ése sea el entrante si se come paella, que de otro modo la comida resulta muy pesada. Sin embargo, la jefa de sala nos cantó una ensalada de atún con tomate valenciano y cebolla morada fuera de carta y Pamplinero Sr. decidió cambiar a ésa.
No sé si es que estábamos distraidos pero al parecer la jefa de sala había dicho que se trataba de «atún a la plancha». No nos enteramos y pensamos que lo que estábamos pidiendo es la clásica ensalada de ventresca de atún en aceite con tomate. Lo que sacaron fue un platazo enorme con rodajas de tomate pelado cubierto por lo que era un tataki de muchísimo atún, cebolla morada y aliñado con aceite y vinagre balsámico de Módena. Padre se mordió el labio superior y enarcó una ceja. Aquella ventresca en aceite estaba un poco cruda para su gusto. Padre es un orgulloso hombre del néólitico y cruda le gusta sólo la fruta. Me miró. Bajó la vista al plato de ensalada Enarcó la otra ceja y de nuevo levantó la mirada hacia mí: «Vas a comer muchísimo atún.»
El atún era de buena calidad y de un color granate profundo. Había muchísima cantidad, claro, doce euros de ensalada. A mí me gusta el atún en tataki, sobre todo cuando éste es bueno, pero era una ensalada muy contundente, más todavía si casi me la comí yo entera.
Llegó la paella y la pinta era excelente. La paella estaba negra y muy trabajada, lo cual es muy buena señal. El arroz, de apenas un dedo de alto, tenía el color que tiene cuando se ha coloreado con azafrán. El punto del arroz perfecto. La verdura dorada y blanda (ferraura, tavella y alcachofa), el garrofó dorado y untuoso. El punto de la carne perfecto también, no había quedado seco ni el conejo ni el pollo. Aromatizada con romero que la hacía olery saber aún más a monte. Al ser una paella de dos no habían dejado formar socarrat porque si no casi todo el arroz habría quedado convertido en socarrat. Buenísima, la mejor que he comido este año fácilmente. Otro punto a favor, la pedimos al centro y poder comerla con cuchara de palo. Allí la dejaron y nos sacaron sendas cucharas de palo a estrenar y con el membrete de la casa grabado en el mango. Un detalle que no todos los buenos restaurantes especializados en paellas tienen y que deberían cuidar. Seguimos subiendo: a 10 euros la ración. La ración de paella de carne no vale ni 6 pero por lo menos ésta no era de 15 euros como tantos sitios en Madrid. Ovación en pie.
De postre nos recomendaron la espuma de laurel con helado de cítricos porque era una de las invenciones de la casa. Estaba bueno pero no lo recordaremos.
El vino fue un Camins del Priorat, en mi opinión demasiado subido de precio (22 EUR) para el precio al que se puede encontrar en otros restaurantes.
Le echamos un vistazo a la carta y ésta prometía fuera de los arroces: cocina mediterránea, especialmente valenciana, con un giro más moderno. Habrá que repetir.
PROS: Buena relación calidad precio si se pide paella, la paella la bordan. Servicio amable aunque el dueño y co-​jefe de sala le puede parecer un poco confianzudo o meticón a cierto tipo de clientes, aunque tiene detalles que compensan esta impresión.
CONTRAS: Aunque grande el local está muy aprovechado, hay muchas mesas y demasiado juntas. Al tratarse de un edificio antiguo y dejar a la vista las vigas de madera el aislamiento acústico es inexistente y con tanta gente el nivel de ruido es desesperante.

Lovely restaurant! No terrazzo, reservations recommended. Plenty of vegetarian options (but watch out, lots of fish included in that section). Though it’s not a tapas place, the four of us ended up ordering 4 appetizers (the cured meat plate, fried camembert with blueberry sauce, the mushrooms in blue cheese sauce, and the evening special of artichokes and foie gras (which the waiter kindly served on a side plate), along with a vegetarian paella. We could have/​should have stopped at the appetizers — Delicious and filling! The carnivores in our group very much enjoyed the cured meats, the fried camembert was yummy, the artichokes while good, we’re slightly sweet (?), so not my favorite, but the mushrooms in blue cheese sauce was AMAZING! They also provide complimentary bread and a small plate of olives and tomato spread. The vegetarian paella was tasty, but not the best that I ate in Valencia (more heavy-​handed with the saffron then other places). Service and wine selection were stellar — Highly recommend!

We arrived in Valencia late and were looking for a good meal that was near our hotel but not touristy. This place fit the bit. We called and they were able to accommodate us for a table of 2 at 11pm. The restaurant was full and very energetic when we arrived.
The waiter was good and recommended a great, local bottle of wine for us. The chef sent out two complimentary tapas to try that were delicious (not sure what was in them but they were tasty) in addition to our «soggy rice» that we ordered. We also ended the meal with complimentary sherry that was enjoyable.

Mi familia siempre que tiene que celebrar algo elije este restaurante. Es fantástico, el servicio es muy amable y servicial, hacen todo lo posible para que tu rato de comida sea lo más agradable posible. Sobre la comida la calidad es excelente, su especialidad son los arrces melosos, a mi encantan y con raciones grandes, éramos 7 adultos y 3 niños pequeños, algunos adultos repetimos y nos pusieron para 6 raciones y aún sobró! Yo les dije que me lo pusieran en un taper, sin ningún problema, ummmm que rico!!!
Fijaros las molestias que se toman con los clientes, que yo misma me sorprendí. Lo que ocurrió fue lo siguiente, estábamos terminando de comer cuando aparece el camarero muy apurado y pidiendo mil perdones y nos cuenta que no saben que ha pasado pero tenían una reserva hecha pero que les ha desaparecido y les falta una mesa y que les hace falta la mesa nuestra y que si nos importa tomarnos el café en la taberna y nosotros enseguida le dijimos que ningún problema y el camarero estaba apurarisimo, le dijimos que no tenía importancia; nada nos tomamos el café en la taberna tan a gusto y fuimos a pagar cuando nos sorprendieron gratamente!!! Nos habían INVITADO a los POSTRES Y EL CAFÉ !!! muy pocos sitios tienen estos detalles. Si quieres buscarle un defecto es que restaurante es enano, pero comes tan bien y tratan tan bien que no te das casi cuenta de lo enano que es el local

Uno de mis sitios favoritos para tomar un buen arroz. Calidad precio perfecto.
Sitio muy agradable, puedes elegir el restaurante o la taberna en ambos puedes pedir un buen arroz. Tiene de todos los tipos desde la tradicional paella de pollo y conejo, abanda, señoret, hasta boletus y pato…
Las tapas también buenisimas.
Puedes encargar un arroz o elegir el menú que también esta muy bueno.
El servicio es excelente, déjate aconsejar y no fallarás.
Mi consejo de entrantes unas tellinas, alcachofitas con foie y un meloso de pato con boletus. Por supuesto con un buen vino. Pa chuparse los dedos!!!

Reservation is a must!
I called earlier in the afternoon making sure Canela would be open and made a reservation. And almost got turned away when the waiter though we did not have one!
Canela serves traditional Valencia food but with a little modern twist.
We shared:
Mussels
Eggs with Jamon Iberico
Valencia Paella
The meals came with some free app: Croquetas and Olives
And of course we could not resist ordering a bottle of local wine to share.
Food was excellent and so was the service.
Worth a visit if you are in town!

Really nice restaurant with great service. Had a lovely dinner! Our highlights were the starters: the croquetas and the brick were delicious. The paella was a bit too salty for our taste but luckily this did not prevent us from enjoying our meal!

Tengo que reconocer que me ha costado decidirme a la hora de poner las estrellas. Al final me he decidido por las cinco, porque lo único que me hacia dudar ha sido el precio, quizá algo elevado, pero justificado por la calidad del servicio y los productos, así que no he querido penalizarlos por este detalle.
El local esta distribuido en tres alturas de pequeño tamaño, lo que ayuda a dar un ambiente más acogedor. Nada más llegar, cada uno de los trabajadores te da la bienvenida con una sonrisa, lo que ya es un detalle de agradecer ya que a muchos trabajadores y propietarios de locales se les olvida.
Nos sentaron en una mesa en la que ya nos estaba esperando el servicio de pan, con su tomate triturado y sus aceitunas, lo que ayuda a que te puedas leer la carta con calma y no con las prisas del hambre ;P.
Nos decidimos por uno de los menús que ya tienen elaborados, consistente en tres entrantes al centro, más un plato principal al centro a elegir entre arroz, carne o pescado y postre. Todo por 17,5 más bebida. Tienen otros menús algo más caros.
Los entrantes eran queso camembert frito con mermelada de arándanos, triángulos de pasta brick rellenos de revuelto de verduras y el tercero era ensalada de salmón, pero nos dieron la opción de cambiarlo por otro plato de fuera de carta que era alcachofas con jamón serrano y setas. Eso hicimos y acertamos. Estaban tremendas. De principal nos decidimos los cuatro por el arroz meloso de verduras. Señor perol, del que nos pusieron las sobras en un envase para llevar, asi que mi señor padre encantado de poder disfrutar otro día de ese delicioso arroz. Para terminar, nos pusieron una bandeja con crep de chocolate con helado de vainilla, brownie, fruta y nata montada, a compartir una bandeja cada dos.
Decir que además de la amabilidad de todo el personal y la exquisita atención por parte de ellos (en cada entrante nos cambiaban el plato por uno limpio y estaban atentos constantemente a cualquier necesidad) no obsequiaron con un pequeño entrante consistente en una cucharita con salmorejo y jamón y unas mini-​croquetas de chipirones con ali-​oli y entre la comida y el postre, una misteleta fresquita para cambiar sabores.
Sin duda un lugar para repetir, tanto como amigos, como en familia. Un rincón muy recomendable en pleno corazón del Carmen. Aconsejable reservar porque estaba completamente lleno, tanto el restaurante, como el local y la terraza de la zona de la taberna.

Great place with amazing service. I went there alone (I’m backpacking alone) and they let me order the paella even though it is normally a minimum order of 2 servings, as well as giving me wine by the glass. Great paella, good appetizers, plus some extra amuse bouche and pre-​dessert traditional Valencian liquor. And it’s in a lovely location right by the old medieval tower in that section of Valencia’s old town.

Went with some Spanish work colleagues of mine. Who asked some folks on the street which restaurant they would recommend for a semi-​upscale dinner place, compared to the tourist trap further down the street.
They ordered several things for appetizers (Jamon Bellota and croquetas I believe, black squid, and Iberian ham) and they were all fabulous! I had the Sea Bass entrée which was very yummy as well! If we had more time, perhaps we would have gotten one of the Paellas.
I would definitely go back next time I’m in town!

Wirklich lecker. Tapas und Paella mit einer Flasche Wein und der Abend kann beginnen.

Muy buen sitio para comer una paella por El Carmen a buen precio, nos salió por unos 20 € /​persona.
Pedimos unas alcachofas con foie y queso gratinado que estaba estupendo! Y de postre pedir un postre típico valenciano: almoixavena, como un profiterol abierto con azucar, canela y helado de vainilla y chocolate caliente!

Muy buenos arroces y tapas. Precios razonables…

Restaurante con dos alturas –extrañamente siempre me ha tocado arriba– con un servicio afable y amplia oferta culinaria, aunque su principal enganche son los arroces y, en menor medida, las carnes.
Aunque deben tener casi una veintena de arroces en carta, como lugar de celebración del trabajo conozco su caldereta de bogavante que, como en muchos restaurantes, sólo se sirve por encargo. Pese a que tengo poco paladar para el pescado, sólo me viene a la mente un adjetivo para definir este plato: excelente.
También hacen unas cuantas ensaladas muy buenas y postres caseros que no sorprenden pero tampoco defraudan.
Un sitio bastante completo con pocos puntos débiles, tal vez cierta sensación de asfixia o apretura arriba y una carta de vinos no muy amplia.

Sitio bastante carete para comer porque sí, los precios son algo elevados, pero si se quiere invitar a alguien y quedar bien, el Canela puede ser una buena opción. Todo, desde la carta hasta el trato, es bastante selecto. El ambiente es muy tranquilo, con sus manteles de tela, sus copas, su luz suave y su decoración elegante. Estuvimos muy a gustito
La verdad que, aunque lo pagues, El Canela es un sitio donde se puede comer muy bien. Tiene una profusa selección de carne y pescado, pero su especialidad son los arroces. En la carta te los separan entre arroces tal cual y arroces melosos. Para salirnos de la típica paella o arroz a banda pedimos un arrocito (meloso) con pato y boletus que resultó ser espectacular. No debo olvidar, porque no merece ser olvidada, la ensalada de foie y manzana que pedimos para abrir boca. Buenísima también.
Un punto a parte merecen sus postres. La elección fue difícil, pero me decanté por algo tan nuestro como una «almoixavena», tipo profiterol, con helado de vainilla y chocolate caliente. Fue el final perfecto a una comida de reyes.

El nombre podría hacer referencia a un restaurante de cocina cubana o latinoamericana, pero en realidad es un local donde preparan una extrarodinara cocina española, en pleno barrio del Cármen.
Aquí tuve una comida, hace más de medio año, con uno de los entrevistados del programa de radio que tuve sobre divulgación de la ciencia. Afortunadamente él me invitó porque, aunque los precios son un tanto elevados, vale muchísmo la pena dejarse imbuir por la atmósfera y los decorados del lugar.
El menú cuesta casi 22 euros por persona e incluye de primero jamón ibérico con virutas o pimientos del piquillo. De segundo se puede pedir el entrecot de buey (que yo les sugiero ampliamente) o bien la carrillera de ternera o el solomillo de pato.
También cuentan con una extensa carta que incluye desde ensaladas (preparan una de salmón exquisita) hasta carnes, pescados y mariscos. De postre os recomiendo mucho pedir la tarta de queso con arándanos.
En definitiva: un muy buen sitio en la ciudad, algo caro, pero que vale la pena porque es el tipo de cocina de vanguardia donde se experimenta con los sabores.