Colegio Ruzafa

Cuando yo la conocí, la academia Colegio Ruzafa se anunciaba muchísimo en la radio y, como yo vivía por la zona, para mí estaba también presente, de una u otra manera, en el entorno inmediato.
Yo ya sabía por las cuñas y por el periódico, que ofrecían formación profesional y formación para acceso a la universidad o a ciclos formativos. Estos no me interesaban pero decidí acercarme a ver si había algún curso gratutito del Servef con el que llenar mis largos días de desempleada.
Voilá! Curso de photoshop, 400 horas. Por aquel entonces el photoshop creo que iba por el 7… no recuerdo. La profesora había estudiado bellas artes y diseño gráfico, como la mayoría de la gente que acudía al curso. Era también estudiantes o licenciados en bellas artes. Las tertulias de la hora del café eran de lo más interesantes.
La recepcionista era muy simpática, y no lo digo sólo porque hubiera sido compañera mía de instituto. Lo digo porque de verdad siempre había gente en recepción riéndose y hablando con ella. Las clases estaban muy bien preparadas, cada uno teníamos nuestro propio ordenador y la atención personal de la profesora.
No busqué trabajo de nada relacionado con mis conocimientos de photoshop adquiridos en el curso por respeto a la calidad artística y talento real de aquellos con los que había compartido el curso y los cafés.
Guardo muy buen recuerdo de todos: de la creativa Carmen, del original Omar, de Cristina, de Lourdes. Guardo buen recuerdo hasta del esqueleto que nos esperaba todos los días tumbado en la camilla, descansando hasta su próxima sesión de modelaje para la clase de auxiliar de clínica.