Dami

Ahora que estoy viviendo en la zona de Benimaclet y, cuando voy al Mercadona a comprar algunos víveres, me queda de paso este restaurante-​cafetería que siempre tiene mucha gente. El local debe de haber entrado en funcionamiento en los años 80, porque la tipografía de su anuncio y logotipo, me recuerda a la tipografía que se utiliza en cintas como «Volver al futuro».
En lo referente a los platillos que tiene, básicamente es comida española como bocatas, tapas y algunas cosas a la carta como pescados, carnes y pastas. Me decía el encargado que es frecuentado por oficinistas y trabajadores que van a almorzar bocatas. También tienen desayunos por 2,50 que incluyen una tostada más zumo y café.
El bombón que me tomé me gustó, porque utilizan una mezcla de granos italiana. Por cierto que también aceptan reservas.

El bar cafetería Damy de Primado Reig, es un bar restaurante de toda la vida, tiene a sus parroquianos incondicionables que no fallan. Recuerdo cuando se podía fumar verlos en la barra con el purito y el carajillo, la verdad es que con la ley del tabaco este lugar se ha oxigenado aunque no lo parezca si entras por que el ambiente es un poco oscurillo y viejo. Es de estos bares que te tomas un bocadillo de calamares en la barra y las servilletas de papel cuando las usas las tiras al suelo, pero no por mala educación si no por que se funciona así.

Tienen un menú a medio día, que no está nada mal eso sí son platos muy potentes y sales bastante lleno. Yo más que el menú recomendaría el bocadillo de calamares con una cervecita, la verdad es que está de muerte.
Tienen otro restaurante en la calle Gascó Oliag que la comida es igual de buena pero esta bastante más aseado.

Fui a comer aquí porque me llevaron mis padres, ya que creo que por mi cuenta no se me hubiera ocurrido meterme dentro nunca. Vivo cerca, y desde fuera se intuye un ambiente de bar de señoritos trasnochados que repele bastante. Pero bueno, yo soy un poco dada a las fantasías y creo que con el Damy me pasé un poquito. Aunque he de decir que la decoración no me encaminaba mal. Todo es muy de los setenta, y cuando digo de los setenta no digo «ambientado en» los setenta, sino de esa misma época ya que se nota que no han invertido mucho en renovarlo. Por cierto, para los amantes del rollo kitsch, recomiendo la visita obligada a los baños.
Y ahora a lo que interesa: qué y cómo se come en el Damy. Se come muy bien y creo que es bien sabido por mucha gente porque el restaurante estaba lleno. Si hay gente es por algo. A mi, personalmente, me dejaron en shock las vitrinas con las tapas. Espectaculares. Encima se reflejaban en un espejo que tienen arriba (los setenta, ya se sabe) lo que ensalzaba aún más su magnificencia. Nosotros pedimos unas cuantas raciones, pero realmente se puede comer de todo. Desde carnes a pescados pasando, claro está, por los arroces, porque para algo estamos en Valencia.
Todo estaba muy bueno, pero las cosas como son: yo salí de allí con un olorcillo a fritanga que tuve complejo de calamar a la romana toda la tarde. Yo no sé si los extractores estaban enfadados o es que el aceite está el aire perpetuamente, aunque por la cantidad de gente que había creo que será más lo primero. Cualquiera puede tener un mal día.