El Nuevo Colmao

Me encanta! Siempre voy con mi grupo de amigos y lo pasamos genial en la cata de vinos. También hacen catas de gin tonics y de cerveza. Por un buen precio puedes degustar buenos vinos y tener una excelente cena.

Per a mi, el millor lloc de la zona (Saïdia rules) de menjar preparat per emportar. El menú està pels 6 € (1er, 2on, pa, aigua i postre) i el menjar és de bona qualitat (entenent que es cuina en molta quantitat). El menú de cada dia esta al web (el de tot el mes). Això sí, cal reservar perquè si no a les 13.30h ja no sol quedar massa.
–
Para mí, el mejor lugar de la zona (Saïdia rules) de comida preparada para llevar. El menú está por los 6 € (primero, segundo, pan, agua y postre) y la comida es de buena calidad (entendiendo que se cocina en mucha cantidad). Eso sí, hay que reservar porque si no a las 13.30h o así ya no suele quedar demasiado.

¡Al rescate! Una buena comida para llevar a un precio muy asequible. Recomendables las lasañas, los hojaldres y la paella. Se puede pedir un plato solo y tienen servicio de catering. Es recomendable pedir con antelación, lo cual ya es una buena señal. Pero hay mucho más: bodega, conservas y amplia variedad de cervezas artesanas. Para salvarte la comida.

Gran experiencia en buena compañia. Fuimos un grupo de 12 amigos a una cata de vinos con maridaje. Uno del grupo habia ido varias veces y por su buena recomendación las espectativas eran altas. No defraudó, tanto los vinos, como la comida, como Juanjo (el dueño) se merecen un 10. Baratísimo de precio para todo lo que incluye y el trato tan personalizado. Es dificil coger sitio para este tipo de eventos así que hay que llamar con tiempo. Por lo que nos comentó el dueño, a parte de catas d vino y catas de cerveza y gintonic, está preparando catas de vodka así que seguro que repetiremos más de una vez :)

Parece increíble lo que esta pequeña tiendecita oculta: un estupendo salón donde ponerte hasta las cejas probando vinos (o cervezas) y con un maridaje que deja a la altura de lo cómico a las cuatro tostaditas que te ponen en algunas degustaciones. Pero cuando pasas por caja, ya sí que te partes: 12,50 € por una cata ilimitada en la que ha habido desde un Señor Solomillo hasta ¡un postre! Yo aluciné tanto que no pude irme sin invertir unos euros más y llevarme para casa algunas de las cervezas artesanales que venden: una Er Boquerón de Xàtiva, una escocesa macerada en whisky y una Dougall’s cántabra.
Volviendo al tema de las catas, he asistido a dos de las tres que ofrecen: la de vinos y la de cervezas (la tercera es de gintonics, así que no creo que me vean por allí, lo siento). Contra todo pronóstico –yo, la primera sorprendida-​, me gustó mucho más la primera de ellas. Está muy bien montada porque pruebas un total de cinco vinos distintos, con diferente estilo y sabor: desde un espumoso a un tinto, pasando por uno que era prácticamente mistela. Mientras tanto, van saliendo tapas de lo más rico, como patés variados de sabores muy curiosos como ciervo o jabalí. En la primera ronda, la de cata propiamente dicha, Juanjo va explicando cada uno de ellos; después de la explicación, los platos continúan y ya puedes centrarte en beber cuanto quieras del o los que más gozo te hayan hecho.
En cuanto a la venta al público, es una tienda de lo más completo, pues cuenta con parte de charcutería además de la bodega de bebidas (atención: tienen vermú casero). Los precios están muy muy bien, y puedes comprar incluso packs o encontrar con facilidad algunas de las cervezas artesanas más inusuales, valencianas o no.
Lo recomiendo totalmente, sea para comprar cuando ya no sabes dónde buscar esa botella específica, o para pasar una estupenda noche con amigos en sus pedazo de catas.

Las expectativas eran altas, viendo las reseñas de otros Unilocalers, pero la realidad superó de largo a cualquier sueño o imaginación. Una tiendecilla de barrio, tipo bodega con charcutería y productos delicatessen, pero venida a más por un patio interior y una trastienda que se convierten (mágicamente) en un lugar improvisado para comidas y cenas maridadas por un tío súper majo. Si no recuerdo su nombre es culpa de todos los vinos que me hizo beber, pero prefiero no acordarme para tener que volver a preguntárselo, y si alguien lo sabe que no me lo diga (estoy tapándome los oídos).
Llegamos una noche de jueves invernal y en breve estábamos todos para ir en bañador por las paredes ¡menudo festín de vinos! Sólo caben 18 personas, así que ya lo sabes. Son dos mesas y el susodicho amable anfitrión, listo para compartir sus conocimientos de caldos con el personal. En total catamos 2 vinos blancos, 3 tintos y un cava ¿o dos? Madre mía ¡tengo que volver! Al segundo vino ya estaba entonada y tuve que contenerme y comerme todos los palitos de pan que había en la mesa. Con el tercer vino llegaron las tapas, de ensalada de surimi, de paté de olivas con algo dulce, de paté de ciervo y jabalí… y un surtido de fiambres. Todo es sencillo pero bien bueno, y como plato principal te espera un solomillo de cerdo con salsa reducido con Pedro Ximenez y patatas caseras. Me pareció un poco salado, la verdad, pero nada que no se pudiera solucionar con otro trago de buen vino.
Para postre una tarta de chocolate con un pelín de mermelada de violetas encima ¡muy buena! La compañía era inmejorable y la diversión estaba asegurada, me entra la risa al recordar algunas escenas. Yo, irremediablemente, tuve que llevarme dos vinos porque me obligó mi sentido común (que me funciona muy bien), y salimos a 11.90 euros por barba ¡hay que repetir! Nuevo Colmao ¿dónde has estado 30 años? Gracias, queridos Unilocalers, por otro gran descubrimiento, y a Isthar S y Miguel U especialmente por sacarlo a la luz de su cajita de lugares únicos.

Vale la pena visitarlo solo por la variedad y calidad de los productos que vende.
Pero si ademas tienes la oportunidad de disfrutar de cualquiera de los eventos de maridaje que prepara en el pequeño comedor de la trastienda te aseguro que «le montas un piso».
Yo acudí hace ya más de una semana a la llamada de Isthar y he de reconocer que disfrute tanto de las explicaciones de los vinos, que los probé todos y disfrute sin medida de ellos tanto como de cada uno de los platos preparados para el maridaje.
Tanto fue que me olvide de controlar mi pequeña intolerancia al alcohol, por eso me ha costado tanto lanzarme a comentar este negocio.
Ha pasado el tiempo suficiente para decir que aun y mi poca cabeza a la hora de controlar el alcohol que me metía, el recuerdo es de los mejores.
Repetiría pero esta vez haría mas caso a las indicaciones que nos dieron de «estos vinos entran muy bien» En resumen tendré que ir con menos ansia y mas cabeza.
Pero Volvere

Si un día te dicen de hacer un maridaje de vinos en un lugar del que solo sabes que despachan comestibles, acude. Y si es para catar cervezas o gin-​tonic, ¡no lo dudes!
Seguramente se tratará del ‘Nuevo Colmao’, un sitio que, cual pequeño recipiente de perfume, alberga en su interior olores, sabores y demás sensaciones que, dejadme que os lo diga, te enamoran.
Describirlo como una charcutería sería obsceno, aunque no faltaríamos a la verdad puesto que puedes encontrar fiambres y embutidos. Si nos referimos al lugar como tienda de comestibles también estaríamos quedándonos cortos. Quizá por eso debamos fijarnos bien en su nombre, ese colmado adaptado al habla más coloquial, que combina a la perfección lo selecto y lo mundano con lo ordinario y lo popular. Un espacio blanco y limpio, con una iluminación moderna y un ‘algo’ que engancha.
Para mí, ese algo no es otra cosa que el acierto que han tenido sus dueños en fusionar tres aspectos: un producto selecto y variado, una atención amable y cuidada y un espacio donde socializar.
En sus estanterías, mostrador y nevera se muestran de forma muy sugerente los productos envasados (patés, cremas, sales, verduras, legumbres, etc.) y las bebidas (cervezas, vinos, licores…), además de dulces y pastas, o especias, entre otros. Me resultó muy llamativo el rincón del azafrán, ya que poco a poco se está haciendo difícil encontrar esta delicia para condimentar nuestros platos, sin olvidar el jamón, el chorizo, el salchichón y demás delicias charcuteras.
Con motivo de mi visita tuve la oportunidad de conocer a Juanjo, al mando de todo aquello. Una persona cercana, alegre y con ganas de transmitir su conocimiento sobre los productos que dispensa. El producto lo merece. El cliente también. Y, por supuesto, los dependientes. Entrar allí y no preguntar es una falta grave que no se debe cometer, creedme. Cuando el principal factor que distingue el acto de comprar alimentos en una gran superficie y en una tienda de barrio es la atención, prescindir de aquel es banalizar la compra. Allá vosotros si recorréis ese triste camino…
Y es que el lugar invita a ello, de verdad. En el expositor, la zona a la que se accede desde la calle, apetece deleitarse viendo los envases, leyendo sus etiquetas, descubriendo la cantidad de cosas interesantes que tiene que ofrecer. Pero tras él, cruzando un patio interior, está la pequeña habitación que creo es el elemento que más carácter le imprime al ‘Nuevo Colmao’. Un espacio donde encontrarse en torno a vinos, cervezas o ginebras, rodeado de amigos o, quizá, de gente desconocida antes de la reunión que, con un poco de suerte, acabará no siéndolo tanto tras la misma. Un espacio de relación que acaba por vincularte al espíritu de quienes lo idearon y que te hace querer volver. Un espacio que incluso espera las sugerencias de los clientes para crecer en versatilidad, de modo que si vas y ves en él un lugar donde plasmar tus ideas, deberías plantearlas. Lo más seguro es que tomen forma, a juzgar por la predisposición de Juanjo.
El ‘Nuevo Colmao’ está ahí. Listo para ofrecerte todo lo comentado, además de comida casera para llevar, o incluso algo más versátil como los bocadillos. Si tienes tu propio espacio, puedes contar con ellos para un ‘catering’… ¿Qué más se puede pedir? ¿Que estén abiertos siete días a la semana? Lo están… mira su horario.

Un nuevo lugar que he conocido gracias a los cupones de Groupon…
El sitio engaña ya que uno no espera hacer una cata de vinos en un local de comidas para llevar. Después de pasar la tienda y una pequeña terraza, pasas a una habitación ‘cuca’ habilitada para hacer las catas. No es muy grande ya que como mucho caben 20 personas.
Juanjo, el dueño de la tienda, dirigió la cata de vinos. Se nota que sabe de lo que habla. Además, ayudó a crear un ambiente muy agradable entre la gente que estábamos allí presentes, los cuales nos animamos tras beber la primera copa. Acompañó los vinos con una selección de ibéricos, patés y montaditos y, como plato principal, solomillo, sin olvidarnos del postre. Todo muy rico.
Después de la comida tuvimos una agradable sobremesa con la gente que asistió a la cata, los cuales no conocíamos de nada. Muy maja la gente.
Resumiendo, la cata me gustó mucho pero el lugar deja bastante que desear para una cata ya que, a pesar de los esfuerzos de Juanjo por habilitar la habitación de catas, no deja de ser la trastienda de una casa de comidas.

¿Te gusta el vino? ¿Quieres disfrutar de una cata dónde además de explicarte lo que vas degustando lo maridan con comida de gran calidad? ¡¡No te lo pienses!
Nuestra vecina nos recomendó este sitio diciendo que las catas que hacía eran dignas de mención, y este sábado, pudimos comprobar que son aún mejores de lo que habíamos esperado. Sólo has de llamar para reservar y ellos se encargan del resto.
El lugar está diseñado para la venta de comida para llevar, embutidos, vinos… pero tras cruzar un patio, han habilitado un espacio diáfano y sencillo donde poder realizar las degustaciones. En estas catas te ofrecen la posibilidad de disfrutar de una cata que incluye: cava, un vino blanco y tres vinos tintos. Todo ello acompañado de una selección de embutidos ibéricos (jamón, lomo, salchichón, y unos patés que quitan el sentido). Y por si fuera poco, el plato principal, un solomillo al Pedro Ximénez, hace que te olvides hasta de tu nombre. Y un brownie casero… ¡¡una maravilla!
La comida deliciosa, la atención EXTRAORDINARIA, no sólo nos explicaron y degustamos los diferentes vinos, sino que abrió cuántas botellas adicionales pudimos necesitar para acompañar la comida. Nos dejaron estar el tiempo que deseáramos charlando con los demás participantes de la cata (los que conocíamos y los que no), y salimos de allí relamiéndonos de gusto.
El precio para dos personas ¡¡¡22,95 €!!
Nos han dicho que hacen también catas de cervezas, que también maridan con diferentes platos, y de ginebras. En su página web están las fechas de dichas catas y eventos:
No os lo perdáis, os prometo que saldréis habiendo disfrutado de verdad.

Entre amigos. Asi te sientes cuando pruebas una de sus catas de vinos y su exquisito gusto pare ofrecerte un maridaje de vinos, cavas, cervezas o ginegras. No esperéis una cuidada decoración, ni siquiera es un restaurante, es un lugar atipico donde solo puedes ir en grupos y por encargo, pero vais a disfrutar como en el mejor de los sitios y por un precio asequible.

El otro día se me hicieron las tantas dando vueltas con el coche por Valencia, tenía que hacer varias fotos para un trabajito que tengo entre manos, y bueno, que me empezaron a rugir las tripas y no me apetecía comer sola en un bar… total, que me encontré con este sitio (iba buscando algo así), entré y me compré una ensalada (muy completa) y una lasagna por 5 euros y pico, buenísimo.
En la tienda también tienen un mostrador con charcutería (el jamón tenía muy buena pinta) y estanterías con productos para llevar, conservas, pasta «delicatessen»… es un sitio en el que puedes acudir a por ingredientes para preparar una cena especial, a mi me encantan estos sitios en los que puedes preparar un picoteo «gourmet» con un buen vino o una cervecita de calidad como acompañamiento.
Es un sitio grande y nuevo, con decoración moderna y las dependientas muy majas, me gustó.

El Nuevo Colmao no es sólo un sitio donde te hacen la comida para que la degustes en casa sino que es un sitio donde puedes comprar fiambre y embutido del bueno (son especialistas en fiambre aragonés), ir a por tu almuerzo, contratar el servicio de catering o catar algunos de sus vinos ya que tienen una bodega de vinos blancos, tintos y rosados de diferentes calidades.
Además, también puedes darte un caprichito y probar los dulces y las pastas que tienen allí.
Venden productos envasados para que si te vas de viaje puedas regalarle productos de calidad a alguien (cómo me gustaban las visitas cuando estuve de Erasmus porque siempre venían con jamoncito envasado). También te envasan los alimentos que quieras llevarles.
Es un buen sitio donde elegir tu comida y además son especialistas en alimentos aragoneses.
Al menos yo, creo que El Nuevo Colmao es un sitio muy completito.

Establecimiento de comidas para llevar, charcutería y vinos selectos.
Se trata de un negocio pequeño que lleva abierto desde junio de este mismo año.
Lo descubrí hace unos días, pase y entre a ver como estaba el sitio. Como era la hora de comer me decidí a comprar la comida y llevármela a casa.
Escogí como primer plato una ensalada de setas, jamón york y yogurt seguido de una panga a la romana con patatas; para mi pareja unos tallarines con salsa de champiñones y de segundo lomo al roquefort. Todo muy bueno por 11’20 €.
Si escogemos el menú entero (primer y segundo plato, postre, agua y pan) nos sale por 6 €. Muy asequible.
Cambian el menú todas las semana y te tienen informado de estos cambios vía e-​mail.
Cuando ya me iba, me fije que tenían unas sales aromatizadas muy curiosas, decidí llevarme unas a base de boletus para dar un toque particular a mis platos.
La atención con la que te tratan es amable y cercana, resuelven cualquier duda que tengas. No tienen inconvenientes en enseñarte todos los productos que tienen, la mayoría de DO de Teruel.
Seguramente repita, si no es para comer, será para comprar.