Muy bien!!! Serveur Sympatique clientèle sympa très accueillante je vais y retourner consommation pas cher bon pour un début de soirée
Ailin D.
Rating des Ortes: 4 Riba-Roja de Turia, Valencia
Estuvimos mi amiga y yo el sábado pasado después de haber quedado para unas cervezas. Nos lo pasamos de lujo los camareros muy simpáticos y agradables. Nos hicieron reir mucho y nos escogieron chupitos a nuestro gusto porque al haber tantos para elegir era imposible. Lo recomendamos!
Kristin L.
Rating des Ortes: 3 Valencia
Supongo que es el sitio perfecto para emboracharse de manera barata y rápida. Si tienes más que 25 anyos, no te recomiendo ir ;-)
Isthar S.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Reconozco que nunca me ha gustado mucho eso de probar algo sin saber lo que lleva. ¡¡Pero la aventura es la aventura! Y eso es lo que te espera detrás de cada nombre de los 200 chupitos de la carta situada en la pared. Nombres que no te dicen nada acerca de lo que puedes encontrarte en el vaso, y que en ocasiones van acompañados de una liturgia que no te dejará indiferente. Es verdad que es recomendable preguntar a los camareros para que te aconsejen según tus gustos y preferencias porque sino existe el riesgo de que te toquen algunos que sinceramente quisieras no haber probado, pero en cambio otros estan francamente deliciosos. La luz es sin duda horripilante, de esas que tiñen de fosforescente todo lo blanco y transforman los dientes y pupilas de la gente en una especie de zombi-licántropo. Pero en definitiva es uno de esos sitios por los que vale la pena pasar, tomarte unos chupitos y seguir la fiesta. Ya que quedarse allí es demasiado peligroso. los chupitos es lo que tienen ;)
María Lucía T.
Rating des Ortes: 4 Quintanar del Rey, Cuenca
Muy buen sitio para llevar a tus amigos si los quieres sorprender. Los chupitos están buenísimos, los camareros son inmejorables y el ambiente te devuelve a los años universitarios. ¡Chupitooooooooooooosssss!
María P.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Apareció de repente una noche, completando el variopinto abanico de locales que rellenan los callejones adyacentes a la sagrada Plaza del Cedro. Automáticamente su puerta se convirtió en punto de encuentro para muchos, porque es un garito de éstos en los que entras, tragas sin respirar, y te vas. Por supuesto, estoy hablando de una chupitería. La pared izquierda funciona a modo de carta, así que no conozco a nadie que haya cruzado sus puertas, sea su primera o su trigésimo octava vez, sin vivir un momento de lo más turístico: mirar hacia arriba, boca abierta, ojos entrecerrados para agudizar la vista… el gesto se torna automáticamente lo conocido como«cara de mirar de lejos». Entre lo pequeño de las letras, lo enrevesado de los nombrecitos y esa horripilante luz que hace brillar como el néón únicamente las cosas blancas para que todo el mundo vea las pelusas que llevas en la ropa, cuesta un rato habituarse. Mientras, te descojonas de los nombres y das codazos a tus acompañantes por las ocurrencias picantonas o directamente más bastas que un tanga de esparto del que bautizó a cada uno de los más de 200 tragos posibles. Como suele pasar, tu decisión se basa en… absolutamente nada. Porque en el rótulo no hay más que títulos, tienes que jugártela al que más risa te dé. Por eso, yo recomiendo preguntarle a los camareros, que suelen ser además bastante majetones. Detrás de ellos verás más surtido que en una destilería y lo mejor –que a la mañana siguiente se convierte en peor– es que muchas de ellas son invenciones propias, mezclas imposibles, aliños inéditos… Tú dale tus parámetros al de detrás de la barra, por ejemplo«quiero que tenga: fuego, chuche y algo ácido», y él sabrá con qué rellenarte el vaso.
María Q.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Un bar que tiene más de 200 clases de chupitos ¡madre mía! Nos lo descubrió una noche una chica que se conoce Valencia y sus bares como yo mis pecas. Resultó que era un miércoles y temprano así que no estaba super ambientado, pero nos reímos de lo lindo leyendo los nombres tan curiosos que tienen estos chupitos cargados con líquidos y elixires desconocidos, algunos de los cuales tienen colores que te deslumbran ¡imaginad los sabores! Entre los pezones resbaladizos, esperma de ángel, corrida de toro, clítoris y cosas del estilo destacaba uno como el Kalashnikov con el que te dan un casco y traje de militar para hacerte fotos y hacer el pardillo. ¡La verdad es que tiene su gracia! Todos valen 2 euros y repito, lo mejor es quedarse mirando la pared donde están apuntados y tomar nota de los nombres que han tenido que inventarse para llamar la atención del cliente, volveré a probar alguno de los duros… El único pero que le pongo es el camarero, no fue muy agradable, pero como el resto valió la pena y seguro que con el tiempo cambia, no le voy a quitar estrellas.
Manolo L.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Un sitio con más de 200 chupitos en la carta ya ha ganado una estrella porque sí. Bueno, he mentido, he dicho carta donde debía haber dicho pared, porque con esa variedad es el único sitio donde les cabe escribirla sin acabar con todos los árboles del amazonas. Es, como habréis imaginado, una chupitería, con los chupitos a 2 € la unidad. Los sabores son fuertes o al menos los 4 que probamos nosotros, aunque seguro que fue que no dimos con los chupitos que tocaba. Otro día iremos a probar más, y después más, y luego, y otro día, ¡y así hasta hacernos con los 200! Una vez escuché a un director de cine decir: «lo más difícil no ha sido hacer tantas películas, sino ponerles nombre a todas». Pues la labor de ponerle nombre a 200 chupitos y que todos resulten graciosos, es incluso más difícil que crear las 200 mezclas. Los nombres varían desde el Úrkel, la kalashnikov, las bragas rotas, o el slipery nipple. La ambientación está muy bien para el sitio que es. Luz negra, tenue, un ambiente, más que acogedor, «escondedor». De esos sitios que amamos los que tenemos el corazón melenoso. Antroso y picajoso, pero nada de sucio o maloliente, sino todo lo contrario. Se ve que tienen muchos amigos que vuelven una y otra vez, y no me extraña, porque si entras, te das cuenta de que, como dicen los valencianos«fan colla»(hacen grupo), poniendo disfraces si pides determinados chupitos, o retando a toda la barra a que abrillanten la misma con la «aspiradora». El precio es algo caro para mi gusto, pero no está mal para ir a un lugar diferente de vez en cuando.