Fito

Resumen rápido:
–Comida clásica fantástica
–Cerveza buena, buena
–Precio barato
–Relación C/​P inmejorable
Resumen detallado:
Es uno de mis lugares de peregrinación, sublime siempre. La única pega es que vayas y no te puedas sentar porque siempre está lleno.
La cerveza es de la zona (ámbar, turia), siempre dobles y con tapita.
Raciones grandes y deliciosas de todo. (chipirones con ajetes, rabo, oreja a la plancha, etc). Sartenes fantásticas, bocadillos grandes y bien surtidos… Todo, absolutamente todo está buenísimo. Tienen comida de la zona de Castilla La Mancha, morteruelo, zarajos, etc…
Al final entre 10 y 15 € por persona.
Lo normal es ir por la tarde o reservar, si no difícil conseguir sitio.

Nos vamos de inauguración y es que hoy ha abierto sus puertas el Bar Fito. Este bar y restaurante, todo en uno, está en la calle Fray Junipero Serra en el número 62. Ocupa el antiguo local del Bar Marín pero ahora con un cambio completo llega a Valencia este bar que estaba hasta hace unos días en Minglanilla. Como curiosidad, el bar recibe el nombre de su dueño Adolfo. Todos lo conocen como Adolfito y de ahí, el bar Fito.
Para comenzar, empezaremos por hacer un breve recorrido del local. El bar es muy pequeño pero tiene las suficientes mesas como para que sea vuestro rincón favorito. A mi me ha llamado mucho la atención unos azulejos que tienen justo al lado de los baños como toque valenciano y sobre todo esta frase: «mea contento, pero mea dentro». ¿Dónde pensáis que estará? Efectivamente, en la entrada del baño de caballeros. Sin duda, es un bar muy auténtico, sencillo y con buena comida. Además, tranquilos que tienen dos grandes pantallas para que no os perdáis nada de la televisión.
Volvamos a lo importante, su carta. Todos los días tienen un menú diario por solo 8 euros que incluye bebida, primer plato, segundo, postre y café. Es un precio bastante asequible teniendo en cuenta que lo incluye todo. Pero además también podréis decantaros por el tapeo que por cierto tiene algunos platos estrella de Cuenca. Como por ejemplo, los zarajos, una especialidad de carne o también las mollejas. En su carta, no faltan las bravas, el pulpo o la oreja. Tapas a un precio muy económico y con el mejor acompañamiento una buena cerveza.
El Bar Fito tiene también una gran terraza para disfrutar al aire libre de toda su cocina. Ahora mismo no luce tanto por el frío pero estoy convencido que en verano se va a convertir en la zona favorita de sus vecinos. Además del propio Fito, también os va a atender su mujer, Encarni, ambos muy simpáticos y con madera de buenos anfitriones. Como última curiosidad, si os pedís un café, lo acompañan siempre con algo muy dulce a la par que antiguo. ¿Sabéis que? Unos lacasitos. Un detalle, muy curioso de Fito para sus recién estrenados clientes.
Desde aquí, me alegro de la primera visita a Fito y estoy convencido que no será la última por su simpatía y su materia prima, las tapas.