J. Navarro

La pena de este lugar es el precio. Seguramente el problema no será tanto el que los productos que allí venden sean caros, sino que nuestros sueldos son muy bajos. Pero por otra parte, ¿cuánto vale nuestra salud?, o ¿que precio tiene una crema que no ha sido testada en animales?.
Alguna vez que otra he ido a charlas sobre nutrición y es alarmante saber que todo, absolutamente todo lo que comemos es porquería pura, ya sea por los productos que utilizan como por los procesos de elaboración. Este herbolario es uno de los pocos lugares en Valencia que garantiza que lo que venden es 100% sano, saludable y natural. Es enorme, muy completo y tienen de todo. Vamos, es igual que un supermercado, sólo que aquí se le pone el adjetivo ecológico o biológico detrás a todos sus productos. De esta manera, los huevos de gallina aquí son huevos biológicos y los jabones, jabones ecológicos.
Este cambio nominal tan insignificativo supone realmente una gran diferencia. Eso al menos dice una amiga mía que lo compra todo ahí y que dice que se nota mucho: fuera problemas digestivos, de peso, buena energía, mejor piel, análisis médicos perfectos, etc. y encima lavas tu conciencia para con el medio ambiente utilizando productos que contaminan menos. No sé cuánto de esto será efecto placebo y cuanto real. Pero la verdad es que si me lo pudiera permitir, este sería mi supermercado de confianza… mientras tanto, me conformaré con comprarme hamburguesas vegetales, y cuantro cosas más.