La Conservera

Este sitio cada vez está muy solicitado. Es ideal para tomarse algo en su terracita o dentro, donde puedes disfrutar de su excelente decoración a lo «pescadería antigua». Me encanta este concepto de bar donde las conservas de pescado o marisco son las estrellas de su carta.
Además tienen un buen vermú casero!

Una tarde noche de domingo en Ruzafa y no saber dónde ir, pero recordar comentarios Unilocalers hicieron que acabáramos en este lugar de encanto. Tenía pendiente esta visita.
Mi infancia y los aperitivos en mi casa siempre estaban ligados a las latas y conservas: mejillones, berberechos, papas, … Pues eso es lo que encuentras aquí: historia, encanto y latas. Una vuelta atrás en el tiempo.
La puntuación en la decoración es casi casi un sobresaliente, porque convertir una antigua pescadería con todos sus elementos en una taberna, es una idea genial. No falta detalle.
El aperitivo que te ponen nada más llegar son pescadores salados de galletita, un puntazo.
Tienes una carta que ronda entre los tres y cinco euros cada lata: mejillones, atún, caballa, salmón, berberechos, de mil maneras con hierbas aromáticas, picantes, en esencia, … Las raciones son de picoteo, no son muy abundantes, porque te abren una lata por ración. Está bien. Nosotros tomamos una lata de sardinas picantes, atún con Romero y mejillones con papas muy buenos. La cesta de pan sale a un euro (4 – 5 cortadas de pan medianas), Muy bueno por cierto.
El servicio fue rapidísimo y muy amable.
Tomamos cervezas y agua, una media de 2 euros por bebida.
Y el postres me sorprendió mucho. Pedimos una tarta de moka con galletas, tipo tarta de la abuela de toda la vida por dos euros, wow. Habían dos postres más.
En total tres latas, dos cestos de pan, cinco bebidas y un postre creo que fueron 25 euros para cuatro personas. Para un picoteo o una cena ligera esta muy bien. Yo me quedé genial.
Lo recomiendo, en general, un lugar para repetir. Me gusto mucho.

Un sitio que mola mucho.
Si vas a pasar por ruzafa en Valencia este es uno de esos locales muy originales que merece la pena visitar.
Ya cuando pasas por la puerta es imposible no pararse a mirar, pero es que como entres te va a molar más aún.
Para mí es un sitio ideal para tomarse una cañita y una tapita de los montonazos de conservas que tienen, ahí todas en su pared y en sus latitas todas ellas ordenadas jiji.
El sitio es pequeño, de hecho es un bar donde antes había una pescadería.
Han sabido aprovechar gran parte del mobiliario de la pescadería para mantener esa cosa que les hace ser un bar original, incluido el cartel luminoso y hasta los focos de la barra que son farolas antiguas.
No solo puedes tapear, si quieres también comer más fuerte, eso sí, seguro que no eres capaz de probar todo lo que tienen, hay mogollón de conservas distintas.
Sus mesas bajitas, sus barquitos de papel en las paredes, la decoración de las paredes y hasta incluso el gato de la pared vigilando a los pescaditos te harán sumergirte en un mundo marino y seguro seguro… Qué te hará volver.
Yo pienso repetir más veces y desde luego os lo recomiendo. :)

Conservas y mas conservas… es lo q sirven en La Conservera, pero aún así mola mogollon. Desprende buen rollo y sencillez. Es ideal para cenar diferente y de forma economica. Si vienes a cenar no te olvides de pedir la trucha al vino blanco mientras te entretienes charlando y haciendo algun nudo con mensaje para dejar de recuerdo en una de sus paredes. No te lo pierdas!!!

Este sitio es atípico y, sencillamente, sensacional. Desde el momento en que pasas por delante de la puerta ya te sorprende al ver que el bar se sustenta con la esencia de antaño, la pescadería de Pepe. Sí sí. los dueños han mantenido el típico mostrador de piedra de una pescadería de toda la vida sobre la que su concepto de oferta de conservas se sustenta. A base de conservas como paté de diferentes tipos, sardinas o berberechos, sorprende a todo el que se sinete en el interior o en la terraza.
No te lo recomendaría para cenar copiosamente sino para una tarde/​noche de picoteo. Además de las conservas que te ponen con tostas y pan para untar, puede elegir ensalada de tomate y cebolla que acompañe.
El personal La conservera es súper simpático y atento. Saben recomendarte entre todas las opciones que trae en carta y siempre aciertan. Se nota que conocen lo que venden y saben recomendarte :) Además, con el ambientazo de Russafa, uno de los barrios de moda en Valencia, no tienes excusa para probarlo. La terraza, en pleno verano, es la mejor opción.

Ante la curiosidad por saber cómo se come en ese sitio acudí con dos amigos a tapear algo ligero antes de dormitar post cena.
Pues bien, el sitio es curioso, original, con colores y diseño que desde la calle atrae a entrar dentro del local.
Tienen algunas paredes llenas de nudos marineros imposibles de aprender mientras se cena ¿por qué no dan clases de «nudismo»?
Bueno, pasemos a lo que interesa, que es el comer ¿no?
La comida consiste en latas que van abriendo los camareros y que algunas veces complementan con algún producto fresco.
En nuestro caso pedimos Bakalao a la portuguesa, atún con tomillo y el plato del día, en este caso era una ensalada de pasta.
El atún estaba bueno, con gusto a tomillo pero por lo demás nada del otro mundo pero mejor que de cualquier lata que sueles comprar en el super. El bakalao y nos gustó más, en el punto de sal, bien de textura y el plato del día es lo que más me gustó porque el aceite del aliño estaba muy bueno y picaba bastante,
Las raciones no son muy grandes pero con esas tres tapas y el pan cenamos tres personas de manera frugal y nos salio por 6 euros.
Para beber pedimos una jarra de vino verde, rico, fresco y nos terminó de animar la noche.
El servicio fue rápido, el local bonito y el único «pero» que le vi es que las sillas eran un poco incómodas porque topaba con la parte baja de mesa con mi cuadriceps ¿mucho gimnasio? no creo.
En definitiva, buen sitio para picotear algo rápido, donde la comida es fría y donde los omega de todo tipo pasarán al torrente sanguíneo.

Si lo que buscas es sentarte un ratito tranquilo, tomar algo ligero y beber un vino diferente … lo has encontrado.
El diseño muy original … me recuerda a la pescadería de mi madre
Pide la jarra de vio verde, la ensalada de la casa, pan y bacalao a la portuguesa… para dos es suficiente y ronda los 10 euros por persona.
Siempre puedes pedir el vino o la cerveza portuguesa y alguna lata a modo de tapa, que es otra opción.

La Conservera es un poquito como el sitio de mi recreo en Russafa. ¡Me encanta! No para cenar, pero sí para hacerme un picoteo a cualquier hora del día con los amigos.
La antigua pescadería Pepe ha venido a parar a un espacio de lo más original en el barrio y es que rezuma a nuestro país vecino: Portugal. No sé si es por la cuidada iluminación, el mural collage en tonos azules, los tradicionales azulejos portugueses, las mesas bajitas de mármol, las banquetas de madera y paja, las redes de pescar, el gato negro que quiere comerse las sardinas… ¡Un montón de detalles que te recuerdan a Portugal! Bueno, también tienen dos mesas de cuatro, con sillas de tamaño normal.
Lo que antiguamente era el expositor de pescados, es ahora la barra, justo al terminar el mármol han puesto una repisa de madera y han colocado unas banquetas bajitas para que puedas tomarte un txisme allí. Aún queda la balanza y el antiguo cartel de la pescadería.
Detrás de la barra, un sin fin de latas que puedes consumir en el local o llevártelas a casa. A la Guindi le presta tomarse una Estrella de Galicia con unos mejillones, grandotes y rojotes, sabrosísimos. Lekker! También es ideal para la hora del vermut y acompañarlo con unas sardinillas, o ventresca, o bacalao, o… ¡Hay tanto por elegir y probar! Todo de primerísima calidad.
Pero no solo de latas vive la Conservera. También preparan un plato del día.
De grifo tienen la portuguesa Super Bock y el Vinho de Mesa Vini. Si vas solo a tomarte un txisme, te lo acompañan de unos altramuces o unas papitas.
Fuera tienen una terraza bien chula, con mesas de madera y sillas de tijera.

La verdad es que me ha gustado mucho este sitio.
Cervezas y refrescos a 2 €, altramuces en lugar de papas y las tapas que te puedes pedir son todo latas de conservas, de ahí su nombre.
Los precios son asequibles y el personal es muy majo.
El local, antigua pescadería del barrio de Ruzafa, conserva su antiguo cartel en el interior del recinto, así como sus azulejos de pescadería de las de antaño, esa estética marinera adaptada a los tiempos modernos y mejorada, y una música ambiental muy bien cuidada, genera un ambiente relajado y cálido que invita a la conversación entre amigos.
Las latas de conservas también las puedes comprar para llevar.
Sinceramente me parece un buena buena opción donde poder tomarse una cervecita estrella de galicia, o una portuguesa, y unas tapas frías diferentres, como puede ser un atún al romero, que además de estar muy bueno, estás tomando productos que contienen omega3 que son beneficiosos para tu salud.
Además, debo incluir que el local tiene aparcaperros. En Ruzafa lo he visto ya en bastantes locales y éste es uno de los que puedes ir con tu animal de compañía a pasear y hacer una parada en el camino para tomarte un refrigerio. Siempre es un servicio que, si lo ofrecen, hay que valorar!!!
Espero volver pronto

Olé y olé! de casualidad fui a parar a este sitio. Iba con un amigo derechito a cenar al Copenhaguen, pero apareció este lugar en nuestro camino, y decidimos hacer un alto. Me encantó. la decoración marinera, de antigua pescadería, de tienda de conservas, la simplicidad del salon de tu casa. Y situado en el barrio de moda por exceléncia a día de hoy en Valencia.
Dos cervecitas portuguesas, sardinas, berberechos, caballa… productos provenientes de tierras lusas. Y un lugar que me hizo dejar mi telefono móvil y volver a ser educado por un rato (después de el respectivo checkeo y fotos). No tiene nada mas este sitio, simplemente el hecho de que nos gusta estar fuera de casa, charlar, tomar algo, y comerte unas conservas que bien podrías hacerlo en el salon de tu casa.
Pero eso es lo bueno de este sitio. Que te llama a decirle a un colega «ven que te invito a una latita de algo en el salon de mi casa». No es un sitio para cenar copiosamente, pero si para tomar un aperitivo, o si ese día no vas por la labor de cenar mucho, salir complacido.
Bravo por esta idea, sencilla y que si, quiza un poco cara, pero las ideas cuestan dinero, y no creo que sea barato la zona y traer los productos portugueses, pero bueno en eso no entro. Repetiré seguramente. Mi padre amante de las conservas, le chiflará, próximo candidato al que mostrarle este rincón que me ha ganado.

Una original idea ubicada en una antigua pescadería. En su web parece más de lo que es, ya que queda un poco pobre de inversión.
La iluminación es desigual. Me tocó la mesa menos iluminada.
Hay solo una carta por mesa y encima la vienen a buscar a mitad cena.
Se nota que no hay ni cocina ni cocinero. Fuera de las conservas solo hay una ensalada de tomate ya aliñada y un plato del día.Tardaron cierto tiempo en servirnos la primera lata y se echó de menos un cuenco de encurtidos o unas papitas. En el primer servicio de la cena del sábado ya no les quedaba bol de postre. Más que para cenar es un quita hambre. El servicio amable y yo diría que casero.
El precio de las latas algo caro.
Para ir a conocerlo pero no para repetir mucho. En una ciudad más pequeña no creo que durara mucho tiempo

Es un negocio que, si bien no me decepcionó, tampoco me enamoró. Mucha, y muy bien cuidada imagen gráfica para enmascarar la realidad: abrir latas, que probablemente en origen sean de coste muy baratas y, sin excesivo artificio (o al menos es la impresión que nos dio) venderlas a precio de oro. Es una oferta, desde mi punto de vista muy pobre a nivel gastronómico. Se que aparecerán profetas de lo cool que me dirán: «Nooo, pero que dices, lo de las latas está muy bueno». Lo de las latas puede estar bueno, nadie lo niega. Pero no nos engañemos, viene de una lata, se adereza y palante. Sin embargo, tienen cierta oferta de vinos y cervezas bastante exclusiva.
La verdad es que el ambiente es verdaderamente acogedor y se sale de la oferta del entorno. Aunque ciertamente, suele tener bastante demanda el local los findes. El día que estuvimos, nos toco esperar un poco para que nos dieran mesa. La atención fantástica, encantadores, nos atendió Laura.
La imagen gráfica también está muy cuidada.
A mi entender, éste es un local para tomar un aperitivo. No tiene mucho más recorrido.

Creo que es imposible pasar por la puerta y no fijarte en este bar. La decoración tan original y todo lleno de latas de conserva de diferentes tamaños y colores forman un mosaico realmente atractivo. La primera vez que pasé no eran ni las 7 de la tarde pero solo de verlo me apeteció sentarme a tomar algo.
Mesas bajas, todo decorado en blanco y azul con colorines de las latas y otros adornos, solo sentarse es agradable. En la carta muchas variedades de pescado todo en conserva y alguna que otra cosa más. Cerveza bien tirada, papas y pan para acompañar. Buenísimas las papas y aún más el pan… qué pan! corteza gruesa, miga compacta mmmmmmmmm, me quedé con las ganas de preguntarles de dónde lo sacaban. Me pedí una lata de atún con boniato que con el pan, las papas y la cerveza formaron una estupenda merienda dada la hora que era.
Tengo ganas de volver a probar más cosas. Cierto es que, aunque no es caro, no es tan barato como otros bares de tapeo por la zona, pero es cierto que las conservas son de calidad y eso tiene un precio, claro.

Que gran descubrimiento!, gracias a la recomendación de una gran amiga que reside en Ruzafa, otra amiga y yo acabamos tomando unas cañas y cenando en la conservera.
Se trata de una antigua pescadería reconvertida en una conservera portuguesa y con esto quiero decir que lo ÚNICO que se puede comer en este local son conservas portuguesas, eso si, están buenísimas, yo probé una de caballa y una ventresca con tomillo la mar de buenos, además tienen bacalao, mouse de atún, anguilas, jurel, trucha ahumada, sardinas, una gran variedad de conservas que te las comerías todas, también tienen vino verde portugués y alguna sopa, boles de ensalada con cebolla para acompañar las conservas y algún postre que no llegue a probar porque estaba llena, pero la idea principal es degustar conservas portuguesas.
El local es maravilloso, de diseño, la barra es de pescadería de toda la vida e incluso todavía conserva el peso típico de este tipo de tiendas, en la parte de detrás están expuestas un montón de latas que no están a la venta y que son de coleccionista.
Este local es fantástico para aperitivos largos con amigos, así que si estáis por Ruzafa no dudéis en acercaros a probarlo.