La Estrella

Este horno-​panadería-​pastelería-​cafetería es ideal porque puedes pasar un buen ratito a cualquier hora del día y además llevarte un pan, en mi opinión, exquisito (para lo que se cuece ultimamente en las panaderías valencianas que deja bastante que desear). La Estrella es uno de esos lugares en los que mientras pides tienes que mirar para otra parte porque todo lo que tienen es taaaan tentador que saldrías de allí con media tienda (calorías a tutiplén).
No me queda cerca de casa pero me gusta parar cuando paso cerca (está cerca del Mercado de Ruzafa y de la Junta Municipal de Ruzafa). Es un buen sitio para una charla tranquila con un «relaxing cup of café con leche», o para ir a comprar el pan los domingos.
Simplemente es un sitio al que hay que ir!

De los mejores curasanes de Valencis

¿Clásico? No señores, clasicazo de la ciudad con todas las letras. Ahora bien todos sabemos que muchos clásicos tienen algo de mítica que en el fondo es lo que les sostiene por encima de sus auténticas virtudes, que por supuesto nadie debería cuestionar. La cafetería/​pastelería/​panadería La Estrella es historia viva de Valencia. Estoy seguro de que mis padres cuando eran novios tomaban su café con leche cogidos de la mano y pensando en toda la vida que tenían por delante. Romanticismos y ñoñería familiar aparte, entrar en este local te hace experimentar algo parejo a la emoción que sientes cuando lees una de las grandes novelas universales, estilo «Crimen y castigo»: muchos años de historia te observan, chaval. Pero concretemos, La Estrella es en sí misma una imagen idílica. No venden los mejores pasteles, ni su café es el mejor, tampoco la atención de sus «camareros» es la más sobresaliente… pero, ¿qué más da cuando rozas un trocito del pasado (con todavía mucho futuro por delante)?

Legendario bar-​cafetería situado en el chaflán de Matias Perelló y Maestro Aguilar. Creo que lleva abierto más años de los que tengo yo. Es un bajo enorme. A parte de tener la vitrina donde exponen la repostería. los dulces y el pan, cuentan con una zona de cafetería para desayunar, almorzar o merendar. Cualquiera de las tres opciones es perfectamente válida cualquier día entre semana.
Si pasas por delante, verás que tiene su clientela habitual, ya sea con el café o con la caña. Mi madre, como mi padre no podía tomar mucha sal, compraba aquí una variedad de pan sin sal, que estaba realmente bueno, ya que realza el sabor de lo que acompaña.
Como decía mi abuelo, cuando un local lleva tanto tiempo abierto es porque es bueno. Y el Horno de la Estrella, lo es.

Es bar, cafetería, horno, pastelería, punto de encuentro y un estandarte con nombre de Estrella en el barrio. Es un horno al que va mucha gente porque desde siempre han comprado el pan allí; pero es de esos hornos con barra, y con dos espacios, donde sigue estando el lugar reservado para las cañas, el carajillo o el almuerzo. Es pastelería y vuelan sus dulces y hay mesas para que estés un ratito allí, con un chocolate o con lo que sea. Es ese concepto nuevo que muchas panaderías han adoptado, pero a diferencia de que éste no lo es. Es un establecimiento antiguo con toda la esencia de ello; y con ese punto tradicional que a veces tanto nos gusta.
Se llena de gente de todas las edades; ancianos que siempre han visto el horno en pie, vecinos que han heredado esa tradición y jóvenes (de la nueva hornada del barrio).
Una vez me contaron la tradición de ese horno pero ahora no sabría reproducirla. Se llama ‘La Estrella’ pero en los papeles con los que envuelven el pan o los pasteles pone Barberà, que será el apellido de los fundadores del establecimiento, me parece recordar.
También está abierto en agosto, con un horario más reducido, pero todos los días, y algún que otro domingo, también.
La imagen de los ventanales a través de los cuales se ve a la gente sentada allí, como si esa actitud fuera de otra época, me gusta; la verdad.