La Fondue

Fuimos a cenar un sábado noche aquí. Yo nunca había estado en un sitio así, para empezar, el camarero que nos atendió era muy elegante con pajarita y todo! Teníamos una reserva y nos pusieron en una mesita al fooooondo del local. Enseguida nos atendieron, la verdad es que no tardaron nada en sacar los platos.
No recuerdo exactamente qué pedimos por que aquello incluía mil historias, ¡nos llenaron la mesa de platos! Trajeron un par de cazuelitas una con el queso fundido y otra con aceite para hacer la carne, varios platos de encurtidos, patatas fritas, carne, pan, salsas y ¡hasta manzana! Además en la mesa de al lado había una pareja muy maja que nos dió instrucciones, que yo con la avalancha de platos me quedé muy sorprendida y no sabía por donde empezar: P
Por cierto, yo nunca había comido algo así antes, y pensaba que el queso tendría un sabor más fuerte, pero era muy suave y estaba muy rico todo.
El trato de los camareros fue muy agradable y amable, estaban muy pendientes de nosotros y venian de vez en cuando a regular el fuego de las cazuelitas. Mientras estábamos cenando se llenó el local, e incluso había un grupo bastante grande, así que se despistaron un poco y se olvidaron de traernos un café al final. Pero vamos, que por esa tontería no les voy a quitar ninguna estrella, para mi la experiencia fue genial y repetiría sin dudarlo.
Respecto al precio, si no recuerdo mal, la fondue es para 2 personas mínimo y sale a unos 15 € por cabeza, pero trae tanta cosa que nosotros no pudimos con todo, y somos de buen comer. No es barato, pero tampoco he ido a ningún sitio más de este estilo para poder comparar precios y calidades.
Quedó pendiente la fondue de chocolate, pero ya convenceré a alguien para volver…

A mí me ha encantado!!!
Teníamos ganas de una fondue, y buscando en Unilocal encontré esta.
El local es bastante formal, con una decoración muy cuidada y seria.
Pedimos la fondue de queso y nos encantó, muy buen sabor y bastante cantidad. De postre pedimos la fondue de chocolate, que aunque un poco escasa, estaba muy buena.
No recuerdo cuánto nos costó, pero no fue barato, en comparación con otras fondues.
A destacar sobre todo la amabilidad del camarero, muy pendiente de todo y muy atento explicándonos todo.

Lo que más me gusta de La Fondue es que me tratan como en casa. Los propietarios, Julio y Daniela, son súper amables y siempre tienen una sonrisa. Además la comida está realmente buena, es ya un clásico en nuestras cenas de amigos. Steak Tartar (sólo por encargo), fondue de carne y de queso, con patatas fritas caseras. El local está reformado hace apenas un año y es bonito, moderno y acogedor. Es fácil dejarse llevar por su ambiente cómodo y relajado y acabar saliendo de allí a las 2 de la madrugada cuando has entrado a las nueve de la noche. El único pero (por ponerle alguno) es que sales oliendo mucho a fritanga, hay que considerar que la carne se cocina en cada una de las mesas del restaurante. En una fondue, esto es inevitable!