Es un nuevo local en el barrio de exposició, pero parece sacado del barrio de russafa. Tiene una decoracion, mobiliario y frescura de aquella zona por lo que se agradece. Lo que me llamó la atencion a primera vista fue la carta. Estan metidas en fundas de discos de vinilo. Y nombran a sus platos de forma original. La comida es una delicia, mezcla de i gredie tes y for. ade cocinado que crees imposibles pero que luego casan muy bien. Ademas está muy elaborado y es delicioso. Pero no esperes que el precio también lo sea. Se paga, pero lo vale. Ahora tienen un menú a mediodia que consta de un plato una bebida pan y postre y esta bien de precio, sobre 8 €. No muy abundante pero rico. He visto que hacen almuerzos pero aun no los he probado. No tengo muy claro el horario porque a veces paso y está abierto y oteas cerrado . A ver si siguen asi y se merecen mis 5*.