Nou Estil

Fresh orange juice and spinach empanada. Can’t go wrong. Selection of pastries is all kinds of awesome. Sit inside or outside. Both good.

Tenía unas ganas tremendas de venir a este horno después de la reseña tan atractiva de María Q. Me gusta ir a los sitios bien valorados, pero siento debilidad por los hornos y este no iba a ser menos. Fui un domingo a desayunar y me costó mucho elegir porque todo tenía tanta pinta de casero que me lo hubiera pedido todo en plan degustación. Al final me decanté por una porción de quiche y la verdad es que no me equivoqué porque estaba tremenda. La masa quebrada hiper casera y el relleno también, eso se nota mucho. Te hace diferenciarte de los hornos de alrededor, y eso mola y mucho. El precio no me pareció demasiado económico, pero lo pagué muy a gusto porque estaba contenta de haber alegrado a mi pituitaria con tanto aroma de calidad.
Nou Estil tiene mesitas tanto dentro como fuera para que puedas degustar sus productos cómodamente alrededor de vinilos de Valencia antigua, esto suma muchos puntos.
Horno de referencia en Valencia desde ya.

Horno y cafetería. Panaderos y pasteleros de toda la vida (el dueño es hijo del horno Nou Stil en el Pasaje Luz (
).
Es uno de mis lugares preferidos para almorzar o merendar, si me pilla por la zona. No entiendo de decoración, pero sí que puedo decir que es un lugar cómodo, agradable…
El desayuno estándar permite elegir una valenciana «casera» que está riquísima. Hay gente que es «fan» de esas valencianas, y no me extraña. Si prefieres las tradicionales tostadas para acompañar el café, puedes elegir cualquiera de los panes que tienen allí, entre ellos el pan integral con nueces, que es el que más me gusta.
Un detalle que no existe en muchos sitios es la posibilidad de elegir leche desnatada para el café.
Mucha variedad de pan, entre ellos integral de espelta. Y de calidad, en mi opinión.
Los dulces no se quedan atrás. Y también son divertidos los bombones con forma de robot.
Otro día comentaré más en detalle los productos que tiene.

Esta es mi última reseña de 2013, así que he querido que fuera lo más dulce posible y positiva, como espero que sea el 2014 y así se lo deseo a todos los que me rodean.
Siempre me ha gustado su tienda madre pero ¡cómo alucino con esta hija pequeña! Se nota que las nuevas generaciones llegan pisando fuerte. Había visto reseñas y fotos de otros Unilocalers, así que me decidí a ir a probar este sitio siguiendo el instinto de mis sentidos, que habían sido despiertos por un aroma inconfundible: el de los mini crusanes de chocolate. Si no los habéis probado, ¡tenéis que ir! Son exactamente los mismos que yo comía de paqueña en el Nou estil de debajo de casa de mi madre (que luego me enteré que era de la madre del dueño de esta). Lo mejor que puedes hacer es seguir atentamente mis indicaciones: compra unos cuantos (kilos), mételos en la nevera medio día y a zampar. El chocolate de dentro se queda duro y está ¡que te mueres! Además, es un choco negro medio amargo, nada de kilos de azúcar y leche, son de choco choco, un verdadero placer.
Como veis he priorizado, pero hay mucho que decir de este sitio. La decoración es una pasada, hecha con gusto, teniendo en cuenta los detalles y limpio, todo muy limpio. Tienen una terraza que da a Micer Mascó, con unas pocas mesitas que tienen hasta macetitas de flores.
En cuanto al interior, nada más entrar quieres probar todo lo que tienen. Poco a poco, todo llega. Además de los cruasanes, recomiendo la coca de calabaza (creo que solo la hacen en época invernal, lógicamente), y la de llanda. Esta última solía ser una de las acompañantes de mis meriendas de vuelta del cole, y en este Nou Estil ¡la hacen igual! Imagino que esas recetas pasan de padres a hijos, como yo tengo guardada con mucho cariño la de los huevos empandungados de mi padre.
Pero seguimos con sus manjares: las empanadillas de pisto y las de espinacas (con unos piñones como puños); las pastitas de té, el bizcocho de chocolate, las ensaimadas, los «panquemaos», las rosquilletas con llavoretes… Mucho que probar, así que ya podéis ir a empezar que tenéis faena. En cuanto al pan, en esta tienda no lo he probado, pero es cierto que hay muchísima variedad (ver fotos) y me quedé con las ganas de llevarme alguno. ¡Qué bien, tendré que volver!
En cuanto a la atención, pregunté si podía reservar una mesita para una merienda y me dijeron que sin problemas. Cuando llegué la chica tenía preparada una mesa para nosotros y me dijo que añadiéramos las sillas que quisiéramos. Me preparó unos mezcladlitos de dulce y salado y mientras llegaba la gente me tomé un café con leche muy rico.
Pero como me gusta dejar cosas buenas para el final, ahora viene lo mejor. Resulta que uno de los chicos que vino traía un perrito cachorro que se había encontrado abandonado en la carretera y la dependienta nos dejó entrar al perrito en una caja de cartón, qué fort! Nos dijo, amablemente, que mientras nadie se quejara podíamos tener al perrito en el local así que ¡5 estrellas como 5 cruasanes me zamparía ahora mismo! Eso se llama sentido común, y no lo que hay por muchos sitios, donde ven un perro y casi te insultan (bueno hay sitios aún peores en los que te echan por ir con niños también, pero eso es otra reseña).
Cuando vayáis, preguntad por los mini cruasanes de chocolate. Soy pesada lo sé, incluso hay gente que confunde mi apellido con esta palabra. Pero me daréis las gracias. A Nou Estil por hacerlos y a mí por obligaros a probarlos.

Este local está muy bien! Pregunte a la chica detrás de la barra y me dijo que hace dos años que estaban, vaya, que pena no haber ido antes.
Un local bastante tranquilo al no ser que haya una quedada Unilocal en la mesa de la lado jajajaja que gran idea. Ademas me dejaron entrar un perrillo que nos encontramos, era pequeño, pero da igual, me dijeron que suelen permitir la entrada de perros, obviamente si no montan escándalo y a nadie le molesta, eso, desde mi punto de vista es un inmenso punto a su favor.

Es una pequeña pastelería/​panadería con unas mesitas para poder almorzar o merendar. Está bien para ir a desayunar y tomar un zumo o café con bollería que te calientan.
En cuanto al local, no es muy grande pero da la sensación de ser bastante tranquilo, y está bien decorado, está gracioso el mural del fondo y las baldosas.
No está muy enfocado a ser una cafetería al uso, por ejemplo no te sirven en las mesas, sino que tienes que llevártelo tú mismo a la mesa.
De precio está bien, puedes desayunar un croissant y café con leche por 2’10 € o con zumo de naranja por 2’60 €.
Perfecto para pasarse el domingo después del rastro ;)

Viví un tiempo por el barrio y tuve la mala suerte que en esos momentos esta maravilla no existía aún…
Una amiga que me acompañaba por la zona me preguntó «¿Cómo es posible que te gusten los bares con la peor pinta y después de encanten sitios así?». La verdad es que es una cosa que me «atormenta» la cabeza desde el pasado sábado, y sigo sin saber contestar… pero bueno, no importa.
La verdad es que me pierdo en sitios de este tipo. Aunque sea para comprarte solo una barra de pan (que por cierto lo tienen buenísimo y de variados géneros). Pero aparte de eso, me encanta irme a un sitio donde me pueda sentar relajada, tomándome algo (no de alcohol…) como un buen cafetito y un pastelito (tradición portuguesa) o una tostada o bocadillo (la tradición española).
Si además del pan tengo que decir con que pierdo SIEMPRE la cabeza, es con las cocas… sean de lo que sean… y como encima no se suele encontrar (o por lo menos YO no había encontrado) del genero por Valencia… pues que no me cuesta nada cruzar el río adrede para tomarme una (andando… que después hay que quemar las calorías :S)

Siempre que entro a una nueva panadería que anuncia un pan artesano, voy directa a buscar un pan de aceitunas. Me vuelve loca.
Así que cuando entré a Nou Estil por primera vez me acerqué a una dependienta para preguntarle si tenían pan de aceitunas. Cuando me dijo que sí mi cara se iluminó, y le dije que me diera uno. Aparte de este pan por supuesto tienen muchos otros, que por el aspecto debían de estar todos riquísimos, y sobre todo como a mí me gustan, de muchos ingredientes diferentes. Pero yo ese día sólo tenía ojos para mi pan de aceitunas.
Cuando llegué a mi casa sólo quedaba una tercera parte del pan, y eso que vivo a escasos 5 minutos. Estaba muy rico, de esos panes que cuando lo estrujas está mollosito, pero con la corteza crujiente. Vamos, un pan bien hecho, no como los congelados de Consum.
Aún no he tenido oportunidad de volver a esta panadería pero no tardaré ya mucho más, llevo soñando con ese pan unas cuantas noches…

Esta panadería-​cafetería responde a una nueva línea de panaderías y cafeterías (perdóneseme la redundancia) en las que autoreinventan el sencillo acto de hacer pan. Ya he visto unas cuantas por la ciudad, aunque esta me gusta especialmente por varias razones: la tengo cerca de la facultad, es muy bonita y agradable y hacen unos panes los cuales el hecho de rellenarlos podría ser pecado.
Nou estil presumen de ser artesanos y presumen con razón, porque han sabido perfectamente renovar en una cosa tan tradicional como es el pan. Lo tienen de mil tipos y tamaños diferentes; con pipas, con aceitunas, con cereales, redondos, baguettes… Insisto en que estos panes están mejores solos que acompañados, porque acompañarlos mal no tendría perdón. Tampoco estaría de más que insistiera en que el sitio es muy mono, muy modernete y que da gusto tomarse un café tranquilamente con el olor de pan recién hecho de fondo.
Aunque el pan sea el que manda, la repostería y bollería, en dulce y salado, también merece ser tenida en cuenta. Además, como artesanos que son, no se cansan de probar cosas nuevas, deliciosas cosas nuevas para ser más exactos, que anuncian oportunamente en su puerta. Esta mañana, por ejemplo, me he desayunado un trozo de coca de calabaza y zanahoria que me ha tenido contenta todo el día. Encima me han preparado un cafecito con leche para llevar. ¿Se puede pedir más?