La Piula

Es cierto que se anuncia como un local típico valenciano y, la decoración, así lo demuestra. El local es grande, con vigas de madera en el techo, algunos azulejos beis-​verde a media altura, y socarrats en las paredes.
Nuestra visita estuvo motivada por la publicación de su menú al mediodía a través de cierta red social. Fuimos en un «pensat i fet», sin reservar, pero no tuvimos problemas por el tamaño del local. Nos acomodaron en la zona más interior, donde tan solo había una mesa ocupada pero que se llenó mientras comíamos.
Por lo tarde que nos presentamos, el arroz negro con el que estábamos salivando antes de entrar, ya se había acabado, así que tuvimos que cambiar nuestro primer plato, escogiendo una ensalada de queso con soja y pimientos del piquillo en mi caso, y un arroz meloso de marisco y verduras en el de Juan. Tengo que reconocer que, aunque no soy mucho de arroces caldosos, el arroz tenía muchos tropezones y, estaba muy bueno de sabor. Mi ensalada acertada en la combinación de vinagreta. De segundo nos pedimos lubina a la plancha con gambas que estaba muy rica, y hamburguesa en salsa de queso. Como postres: tarta de chocolate negro y dos cafés.
Teniendo en cuenta que, el menú a mediodía son 9 €, que bebimos una botella de agua, una cerveza y una copa de vino (que no nos cobraron), que además te incluyen postre y café y, ¡todos los viernes hacen arroz negro!, creo que debo ir más viernes pero un poco antes de que se acabe el arroz negro.

Como adelantaba en mi anterior reseña, quería volver a la Piula, para probar la parrillada de pescado.
Fuimos a cenar mi padre y yo, no teniendo ganas de cenar fuerte, así que simplemente pedimos la susodicha parrillada (mínimo, dos personas). A eso le sumas dos copas de vino (ahora no te incluyen la bebida en la parrillada de pescado/​carne, a diferencia de la vez pasada. Al preguntar por ello, antes de pedir, nos explicaron que la copa de vino incluida era una oferta puntual. Efectivamente, en la carta, aparecía tachada la bebida, así que no engañan), un agua y, al final, caímos en la tentación de pedir dos postres (son caseros y, sin ser elaborados, están bien, golosos que somos: P …y también porque la ración de pescados y mariscos, aunque correcta, no era abundante, pero ideal para nosotros, que no queríamos cenar demasiado. Si hubiésemos pedido un entrante, no habríamos pedido dos postres, porque con la parrillada te llenas, si es q no vas hambriento o necesitas combustible para pasarte toda la noche bailando, lo que no era el caso con mi padre, que aunque es buen comilón, no me lo iba a llevar de fiesta: D). Total: quince euros p.p., regalándote los chupitos.
Como anécdota, insisto tanto en la cantidad porque los de la mesa de al lado, que pidieron también esta parrillada, se quejaron, llegando a querer hablar con el dueño y libro de reclamaciones, porque consideraban que era un timo, por lo escaso de la ración y lo que estaban cobrando (10 € p.p., es decir, 20 para dos). No sé cómo quedó la cosa, porque nosotros ya habíamos terminado y, aunque a nosotros nos pareció correcta, tampoco pensábamos que a ese precio te iban a poner marisco de primera calidad o una abundante ración (creo que fuera de Galicia, imposible… Si me equívoco, por favor decidme sitio en la Comunidad Valenciana, entonaré el mea culpa públicamente y os estaré eternamente agradecida! :D). Además de no estar de acuerdo con ellos, le estaban montando el pollo a la camarera, que teniendo ellos o no la razón (cada cual es libre de pensar lo que quiera), ella sí que no teníà la culpa de nada y les hablaba todo el rato educadamente, pese a que ellos empezaban a perder las formas… La pobre, tras consultar con cocina, sólo les pedía que esperasen a que terminara una cosa el dueño, que se encontraba precisamente en cocina… En fin, que viendo que se estaba montando una escena desagradable, que los clientes exageraban y nosotros ya habíamos pagado (dejando hasta propina, ya que nos pareció relación calidad-​precio más que correcto, tanto por la comida, como por el buen servicio. La misma camarera nos atendió a nosotros y súper amable también de principio a fin), nos fuimos sin saber cómo terminó la cosa.
Mi recomendación, en conclusión, es que si no vais con hambre desmedida y te vas a retirar a una hora temprana a casa, la parrillada de pescado está bien (lleva emperador, sepia, puntillas, calamares, pescaditos fritos, gambón rojo y gamba rallada. De los tres últimos elementos es lo que va más justito: 3 pescaditos y una gamba de cada tipo, por persona. El resto buena ración). Si vais con hambre, por el mismo precio (10 € p.p.), está la deliciosa carne a la piedra, que además que ya de por sí te llena más que el pescado, te incluye patatas y verduras asadas. Pese a que ya ni la carne, ni pescado, te incluye la bebida, teniendo en cuenta que otros sitios ya te cobran casi diez por la sepia o chopitos, es una oferta atractiva. Y si quieres llenarte a base de bien, están sus menús de 15 a18 euros, como detallo en una reseña anterior. Es lo mejor de este sitio, que en función del hambre/​presupuesto que tengas, encuentras algo que te acople, en pleno Cánovas y fin de semana.
Conclusión: repetiré ;)

Si quieres disfrutar de un auténtico almuerzo castizo de la terreta, este es uno de los sitios más adecuados. Tienen buenos precios y bocatas muy currados, diferentes cada día, incluyendo un especial del día. Y lo que es más importante, cultura de almuerzo: saben lo que el cliente quiere y se lo dan, y así está de lleno!
Nosotros pedimos el especial del día que era ternera con jamón y cebolla y otro de tortilla de ajos tiernos y morcilla. Los dos buenísimos.
Lo único malo es que estaba tan lleno que tardaron un poco en servirnos y en cobrarnos.

Leí sobre su bocata d calamares en un periódico así q decidimos ir a probarlo y tenían razón, seguramente el mejor bocata d calamares q he probado desde hace tiempo q yo recuerde. No pongo más nota xq nos llevamos el bocadillo al río para disfrutarlo en el césped. Sin duda, para probarlo!

Tras aparecer en la guía de los mejores almuerzos de Valencia nos decidimos a catarlo. El local por dentro es grande y tienen terraza, aunque apenas son tres mesas.
El precio del almuerzo es de 4 € con bebida y café, o 3,40 € sí pides medio bocata. Eso si, ese precio incluye sólo un par de bocadillos del día.Por lo visto el día que más triunfa es el viernes donde puedes pedir su famoso bocata de calamares.
Está realmente bueno, especialmente el pan. Nosotros pedimos el de pechuga con roquefor y papatas. Por ponerle un pero diría que podía tener más mezcla.
Por ultimo deciros que tengáis cuidado con el horario ya que el almuerzo es hasta las 12:30h de lunes a viernes.

Tipico y esta como toda la vida, limpio y muy bien atendido .
Recomendamos

El elemental pero efectivo equilibrio justo entre calidad y precio es el motivo por el que me agradó este restaurante. Me invitaron a comer en él para probar lo que me presentaron como su especialidad: la carne a la piedra. La ración es abundante y el sabor excelente.
Es un local con solera, bastantes años doblegan sus espaldas, aunque lo renovaron, y el interior no manifiesta el buen y antiguo hacer culinario que sí demuestran los platos. Quedó una decoración colorida donde la madera desempeña una función predominante.
Los menús oscilan entre unos 8 y 9 euros más que convincentes si buscas arroces, ensaladas o pescados bien preparados, con un aire casero.

El restaurante La Piula es de los de toda la vida, de los establecimientos clásicos de la zona de Cánovas, lo llevan entre dos hermanas.

Con una decoración rústica y elegante ofrecen variados, en la Piula puedes degustar variados menús con todo tipo de especialidades. Entre ellas carne a la piedra y arroces, que nunca he tenido la oportunidad de probar, ya que las veces que he ido ha sido a medio día, para comer de menú. El menú esta muy bien en relación calidad, precio ya que en ocasiones yo he contado hasta seis platos diferentes de primero y cuatro de segundo. Normalmente suelen comprender pasta, arroces y ensalada. Luego a parte tienen otro tipo de menús como el de degustación que son mas caros, pero incluyen platos de mayor elaboración.
A pesar de ser un local amplio que consta de dos salones, a medio día suele estar lleno, por que es uno de los sitios preferidos por la gente de la zona. No obstante la atención a pesar de la cantidad de comensales suele ser buena.

Uno de los restaurantes de comida de nuestra tierra es sin duda la Piula. La primera vez que fui me hacia gracia el nombre y no sabía a qué se refería, aún sigo sin saberlo. La Piula es un local de comida española en la zona de Cánovas. De hecho está en la calle Burriana junto con otros restaurantes de la zona.
Desde mi experiencia, siempre he visitado la Piula a la hora de comer porque tiene unos menús muy completo por 10 euros. Entre sus platos, la típica ensalada valenciana, los arroces y también la pasta. Además uno de sus puntos fuertes es que sus platos son contundentes así que no os quedaréis con hambre.
El local es muy grande y a la hora de comer, siempre está lleno. Sirven muy rápido y dentro del menú, tienen unos postres de tartas caseras que quitan todos los males.
Una curiosidad que os quiero comentar es que todos los días a partir de las 18 de la tarde y hasta las 20 tiene unas promociones. Todo lo tiene a 1 euro. Es decir, raciones de comida que han sobrado y os podéis llevar, bocadillos de lo que queráis y bebidas. La verdad es que está muy bien, es comida del día y siempre se agota todo.
Como no todo lo que reluce es oro, debo decir que para mi uno de sus inconvenientes es el olor a fritanga. Al salir de comer, toda la ropa huele un poco a cocina. Pero bueno, ya sabéis el truquillo del euro para un aperitivo o merienda.