Manuel Martín Caballero

Aunque en el letrero pusiera «Alumbrados» yo lo denominaría más bien La casa de la Luz. Llevan más de veinte años fabricando lámparas y toda clase de iluminación. Incluso los adornos típicos de las ferias y las fiestas, que se cuelgan en los cables como abanderados de las calles. La fábrica es un espacio inmenso, donde cabe toda clase de dispositivo de iluminación que quepa esperar. De techo a suelo, en estantes y distintos niveles de posición, ves luz… Simplemente luz, transformada en todas las clases posibles habidas y por haber. Desde el más simple, como una lámpara de salón de una casa corriente, a complejas lámparas de araña, de ésas que siempre cuelgan en los castillos de los cuentos de princesas. Tú eliges qué ser.