Maribel

Lo valoro con 4 estrellas, pero si pudiera le pondría 3,5.
Local típico de El Palmar donde tomar una paella, rodeado de ese ambiente típico ‘albuferenc’. Por desgracia, toda la zona es demasiado turística, para mi gusto, y ello también ha provocado que, en mi opinión, todos los restaurantes de la zona ofrezcan más o menos la misma calidad, la cual no es, en proporción, tan alta como el precio a pagar.
Vinimos para una celebración familiar («Anem a fer-​mos una paelleta en El Palmar, xe!»). Servicio un poquito lento; aunque se entiende, ya que el local estaba lleno. Pedimos para picar una ensalada ‘completa’ que nos defraudó un poco: por los 9 euros que valía, nos esperábamos un poco más. El calamar a la plancha, buenísimo. Las clóchinas estaban buenas también.
Para picar pedimos también una ración de gambas en gabardina. Después de pedirlas, vimos cómo la camarera servía esta tapa a otros clientes situados en una mesa cercana. Posteriormente, nos trajo gambas al ajillo. Le dijimos que las habíamos pedido «en gabardina». Se fue, y después volvió y nos dijo que no había, que no podía ser. Detalle feo; mejor haber dicho «se han terminado».
Pero bueno, no fue un detalle importante, en realidad. Lo que cuenta: como plato principal, pedimos un arroz ‘del senyoret’. Te lo sacan al centro, como es tradición. BASTANTE BUENO. A destacar, en positivo, la cantidad de ‘tropezones’ (gambas peladas, trozos de rape, de calamar…), y el sabor: no estaba salado, como sí sucede en muchos otros sitios. En contra: para mi gusto, un poquito demasiado aceitoso, pero también es algo frecuente. Es decir, para mí la paella NO estuvo de 10, pero seguramente tampoco la encontrarás mejor en otros sitios de la zona. Nos la comimos muy a gusto, la verdad.
Postre: helado de turrón, rico, y tarta de chocolate con galletas, casera, muy buena (quizás le faltaba algún ‘piso’ más de galletas… ;).
En resumen: esperábamos más de este sitio, dado que nos lo recomendó alguien del lugar, pero en el fondo está a la altura de lo que se ha convertido esta zona. Todavía estoy esperando un restaurante de El Palmar que me sorprenda DE VERDAD. Seguiré buscando.

Es uno de los restaurantes pioneros de El Palmar, llevan haciendo comidas desde el 83. La gastronomía no difiere mucho de lo que pueden ofrecer otros restaurantes de la zona, basada en platos típicos marineros y entrantes mediterráneos, en calidad es similar y en precio también. Lo bonito de este sitio es comer en la terraza, a la orilla de una de las «sequies» (acequia) del pueblo, con lo que ves pasar a las barcas que salen mientras degustas un arrocito con bogabante o cualquiera de las especialidades de paella que preparan Maribel y su marido.
Desde mi humilde punto de vista, la parte de dentro necesita una reforma a fondo, así que lo mejor es ir un día soleado y comer fuera.
Sólo abren a mediodía, pero en el caso de que sean celebraciones familiares también pueden hacer cenas.
El servicio es normalillo, no demasiado esmerado pero correcto.