Els esmorzars que posen en aquest local no són per a tots els dies, són una barbaritat. El local sempre està ple però la gran eficàcia dels seus cambrers soluciona la situació. És un bar de barri típic però tot està boníssim, els calamars, la puntilla, truites de tot tipus, pebrots, embotits, etc, acompanyats del millor all-oli. Un lloc per a donar-te un homenatge esmorzant.
J F.
Rating des Ortes: 5 Madison, WI
Very authentic and good. The staff is friendly and accommodating to non Spanish speaking patrons. The food is very good and the wine is even better. An overall wonderful and very memorable experience. We tried the squid and octopus sandwich with wine and coca-cola.
Jose Manuel E.
Rating des Ortes: 5 Camins al Grau, Valencia
Típico bar donde sirven bocadillos de kilometro llenos hasta los topes totalmente recomendado y de muy buen precio
Alice B.
Rating des Ortes: 4 Valencia
ésto es lo que se denomina«un bar de los de toda la vida»! Primera parada del super« Unilocalmorsarot», Juan no podría haber elegido mejor sitio. En el momento en que entramos nos dió la bienvenida un nutrido grupo de bareros profesionales, de esos que parece que tienen el codo adherido a la barra y el palillo nunca abandona sus labios ni para beber el carajillo! El camarero era un auténtico showman, de esos que las va soltando, como quién no quiere la cosa… Con tu bebida te ponen las olivitas y cacaos de rigor, sin tener que pedirlos, como establecen las normas del«buen bar de toda la vida». Nunca había estado en un bar en el que tienes que ir a la barra a elegir los ingredientes que quieres en el bocadillo. Literal! Te acercas y le dices quiero de eso, eso y eso y la señora te lo enchufa todo en el pan y te pregunta«nada más? un poco de ajoaceitito?» y tu: bueeeeeno, vaaaale, todo sea por la comunidad Unilocal!Ha! Finalmente me pedí tortilla de patata con queso y tomate natural. Un acierto total. Yo no soy de cafés, pero la gente que se animó disfrutó de un maravilloso«cremaet» al más puro estilo valencianot de los de toda la vida! Creo que el colofón final fue el vermut casero con el que se deleitaron algunos, yo lo probé y he de admitir que estaba francamente bueno! Lo mejor fue el precio, bocata, bebida y café 5 euritos, que me parece un regalo si tenemos en cuenta el servicio tan genial y atento, lo abundantes que son los bocatones y lo genial que nos lo pasamos. Quieres un almuerzo de los de toda la vida? este es tu sitio!
Paz N.
Rating des Ortes: 4 Valencia
De la manita de Juan V, fuimos a probar este fantástico bar de almuerzos en la zona de Islas canarias. Me encanto, sobre todo cuando al preguntar por la mesa me respondieron con«al fondo están todos!!» a grito pelado desde el fondo de una barra llena a rebosar de comida de batalla y clientes. Que llegues a la hora del almuerzo con tus cacahuetes y variantes sobre la mesa ya te avisa de que tipo de almuerzo estamos hablando: «Almuerzo Valenciano». Mucha gente de fuera se sorprende, pero así han sido los almuerzos por estas tierras. Aunque se contara con clásicos como el chivito, la brascada o el almusaffes, las barras de estos bares mostraban todo el genero y eras tu el que te creabas tu propio«especial» a un precio constante. Eso tenia su gracia ya que en algunos casos los bares acababan contando con bocadillos con nombre de clientes habituales. Perdon por esta anecdota asi que parece sacada de la manga, pero es que estando en barra vino una clienta que sospecho era habitual y pidió literalmente: «uno de los míos, dos de padre y la pulga pá la niña», la muchacha asomo la cabeza le sonriso y preparo unos bocadillos variados cuyos ingredientes soy incapaz de recordar, pero seguro que no fallo. Bueno, pues eso, en resumen un bar con encanto y saber hacer.
Norexabet G.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Y el Unilocalmorsarot se estreno por todo lo alto, pero es que no podía esperar menor de el gran Juan V. Un local muy tradicional de almuerzos valencianos, con decoración bastante escasa o mejor dicho nula pero estaba a reventar y ya por ahí se veía lo que se podía esperar de este lugar. Cuenta con una gran atención de la manos de sus propios dueños, quienes siempre están al pendiente de ser atendido en orden y a tiempo, ademas saben recomendarte y guiarte en el camino de las combinaciones de los almuerzos. En mi caso me decante con algo un poco mas ligerito y me pedí el bocata tipo tostada con su tomatico, queso manchego y jamón serrano, para mi felicidad a mordiscos. La mecánica muy sencilla pides en la barra tu mega bocata con lo que quieras, es algo así como un all you can eat versionado al todo lo que le quieras poner, con una bebida, mientras en la mesa te esperan los tradicionales cacahuetes y sus aceitunitas, todo esto por la módica suma de 5 €. Así que no se dejen llevar por la primera impresión y entren a comprobar por ustedes mismos todo lo que aquí esta escrito.
Laura V.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Este bar«de los de toda la vida» se merece ser un 5 estrellas, sobre todo porque el almuerzo es de C A T E G O R Í A! Recaleé aquí gracias a un evento Unilocal y me sorprendió que este bar sea como esos bares de pueblo de siempre donde los abueletes van a jugar la partida y un chato de vino(o dos). Pues el Moncayo es así y tiene su encanto. Pero voy a hablaros de su almuerzo, que es lo que me cautivó. El bocadillo con bebida y café cuesta 5 euros. Lo interesante es que no es el típico bocadillo de una carta sino que te lo haces a tu gusto, vas a la barra y eliges el tamaño del pan y el relleno. Todo está bueno así que el resultado final no puede estar malo. Yo elegí patatas con huevo. longaniza, chorizo y allioli y solo puedo decir que era espectacular. Ya he empezado a recomendar este lugar a personas cercanas, porque los buenos lugares hay que compartirlos.
Mario J. R.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Moncayo, establecimiento que he conocido de la mano de Juan V. gracias a el evento que se monto, también puedo decir que fue mi primer almuerzo y debo admitir que fue al mejor estilo Español, Olé!!! Confieso que es la primera vez que llego con retardo a un evento, el día estaba como para quedarse en cama, pero ante los compromisos nos pusimos en pie para conocer este peculiar lugar. A la llegada, por lo menos desde la acera del frente se veía a tope, y recordando esos consejos que mi padre siempre me dio de chaval, cuando un lugar esta a tope es porque es de los buenos, claro siempre me dijo que el tipo de lugares no siempre van a tener un gran glamours, y así fue, de decoración algo rudimentaria, incluso como de parador de carretera, pero con la mejor atención, al llegar nos ubicamos y nos fuimos a la barra, la chica que nos atendió fue muy amable, por ser nuestra primera vez, supo guiarme bien en la elección. En mi caso que como propósito de año nuevo, esta perder algo de peso, debo decir no fue la mejor elección, pero para el gordito que llevo por dentro fue como entrar al paraíso; a mi nutricionista seguro un infarto le daba, ya que mis últimos valores de colesterol fueron algo altos, pero según decía era el colesterol bueno, en fin bueno o malo, la bomba que me estaba preparando era la gloria, un super pan tamaño «Hoy no como mas», relleno con huevo, patata, pimientos y longaniza, el colesterol en su estado mas puro, claro al igual que mi felicidad :) En el evento como siempre no los pasamos bomba, siempre la mejor compañía, acompañados de momentos que se quedaran guardados en mi disco duro, por lo que he escuchado Valencia cuenta con una gran gama de lugares idóneos para almorzar, y como la cosa pinta, estoy seguro vendrán mas y quizás mejores, pero para ser mi primer almuerzo a lo Español, Moncayo es un lugar que he de recomendar, relación calidad vs precio, pues muy bueno; a quienes no lo conocen, tomen un momento y vayan, no quedaran indiferentes.
Javi P.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Cuando vives en un pueblo no añoras locales como éste, porque los ves a diario, pero sí te da cierta lástima que algo de lo que los valencianos sabemos disfrutar tanto esté en peligro de extinción en «la capi». En Valencia ahora predomina lo «cool»; y para algunas cosas está bien, pero lo nuestro mola más. Y entrar a un local, que te reciban con una sonrisa, que te alegren el día, que te den de comer como en casa y en cantidades industriales, ¡eso no tiene precio! Supe de la existencia de este local, como tantos otros Unilocalers, gracias al «Yelpmorsarot» organizado por Juan V. En un intento de fomentar la tradición por excelencia valenciana, nos proponemos recorrer locales donde den bien de almorzar y después valorar nuestra experiencia. Ésta fue la primera parada, pero viendo lo visto va a ser complicado de superar. Llegas a la puerta y la cantidad de personas que alberga el local ya te da a entender que si se llena tanto por algo será. La decoración es la que antes estaba presente en todos los bares; ésa que no es tan«cool», pero que es la esencia de nuestra tierra. Cuando entras por la puerta principal a la derecha te espera una larguísima barra custodiada por cientos de ristras de ajos; enfrentándola una fila de mesas apoyadas contra una pared chapada en azulejo a mitad altura tan típica de «la terreta». Justo cuando termina la barra llega la cocina: sin reservas, de cara al público, testigo de que no hay trampa ni cartón, donde puedes observar cómo se preparan los alimentos que te comerás y que ni Don Algodón podría poner un pero al orden y limpieza. En el espacio al lado de ésta, y hasta el final, todo lleno de mesas para acoger con la mejor de sus sonrisas a tantos clientes como sean capaces de recibir. El precio del almuerzo son 5 €; éste incluye un pedazo de bocadillo que de seguro conseguirá saciarte sobradamente, bebida y café. También puedes optar por«la puntita»: algo más de medio bocadillo, bebida y café por 4 €. En la larga barra antes citada, parte de ella está empleada por unos expositores donde ver de qué te llenarán el bocadillo hasta que no quede un rincón por cubrir. Incluso hasta que esté tan lleno que la mezcla se salga. Lejos de lo habitual en estos tiempos, que no normal, puedes combinarte el bocadillo con lo que te dé la gana de entre todo lo que hay en los expositores. Tú vas pidiendo y ellos van poniéndote con una simpatía sin parangón. Mi elección fueron unas puntillas con alioli que tuve que controlarme para no devorarlas y hacerlas durar, ¡porque estaban riquísimas! En la mesa, como mandan las buenas costumbres, te recibe tu ración de «cacaos» y de «olivas» con variantes, y presto acudirá el versado camarero que, pareciendo que se teletransporta más que camina, tomará nota de la bebida y la traerá antes siquiera que puedas darte cuenta. La velocidad a la que te sirven el bocadillo no es comparable a la de tantos otros bares que hay a lo largo y ancho de la ciudad; que en muchos de ellos, de tanto que tardan, parece que se hayan ido a cazar, pescar o recolectar lo que acabas de pedir. Conforme vas a la barra y piensas qué quieres ya tiene cortado tu pedazo de pan y conforme lo eliges lo va rellenando, te da un plato y ya puedes empezar. A éstos nadie tiene que darles una«master class» de organización y planificación de tiempo. Sin duda una visita recomendada para todos aquellos nostálgicos de las buenas costumbres, y que hoy en día es casi misión imposible encontrarlas en la ciudad.
David P.
Rating des Ortes: 5 Barcelona
En una palabra… ¡¡ESPECTACULAR! Tengo que decir que no estoy para nada acostumbrado a esto de los almuerzos, de hecho tenemos en Cataluñà la costumbre, de tener la mala costumbre, de no estar acostumbrados a esto de los Almorzarots! Además lo mío tiene delito, ya que en 10 años que llevo visitando la ciudad de Valencia solamente he ido a hacer un almorzarot. Que casualidad de que fué en este mismo bar. Hará ya unos 5 años y con un amigo catalán de mi pueblo. Nos lo recomendó un amigo que trabaja muy cerquita de este bar. Al llegar, me vino perfectamente a la memoria, y sin entrar le dije a mi Laureta… Abuuufff… como nos vamos a poner! Y efectivamente, un bocadillo de traca i mocador. De esos en los que hay una cantidad muy grande de pan, pero aún mucho más de todo lo demás que le has puesto. Son uns exagerats! Acompañado de una buena cervecita y un fantástico carajillo y encima en la mejor compañía posible. Todo esto por tan solo 5 miseros €uros. Una mañana con un grandísimo sabor de boca, y no solo por el Almorzarot! El servicio fue muy simpático y atento en todo momento, el local muy limpio y encima al salir de él, sin ningún tipo de olor en la ropa de fritanga. Algo que nos molesta mucho. Volveremos seguro, con Unilocalers, amigos, conocidos, familia… quien sea! Son de esos locales que no defraudan ni te dejan indiferente. Y al que lleves, es garantía de que quedará encantado!
Juan V.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Por motivos de trabajo me he tenido que mover siempre entre polígonos industriales y pueblos de nuestra Comunidad. Con los años uno aprende que entre las 10:00 y las 10:30 es inútil llamar a cualquiera de nuestros clientes, ya que de manera inexorable recibe la misma contestación: ha salido a almorzar, llama en un rato. Y es que en nuestra amada Valencia, Comunidad no ciudad, rica en costumbres y folklore, la hora del almuerzo es sagrada. Los talleres paran, las fábricas hacen turnos, para dar esos entre 15 minutos y media hora de almuerzo. Y así, sin quererlo me fui aficionando, entre bocadillos, olivas y cacahuetes(con«corfa» por favor) a negociar propuestas, planificar reuniones y proyectos. Y he aquí que me encuentro que en Valencia capital se está perdiendo está sana costumbre. Es casi imposible encontrar bares auténticos donde poder almorzar en condiciones. Nos invaden las costumbres que vienen de allende los mares, con sus Starbucks, sus McDonald’s, sus Burger King, sus brunch, sus lunch, etc. Están bien, no hay que ser cerrado de mente. Pero, ¿y lo nuestro? Un antiguo compañero de trabajo, gracias Alejandro, me comentó que en su barrio había un bar que tenía que estar muy bien, ya que siempre está lleno de gente a la hora de almorzar. Gracias a Unilocal,he redescubierto mi faceta más «aventurera» y nos decidimos a probar dicho bar. La primera visita fue un jueves sobre las 10:00 a.m. para confirmar la reserva de una mesa que preparábamos para nuestro Unilocalmorsarot(intento de potenciar esa sana tradición valenciana entre la gente de Unilocal). En cuanto entré en el bar me vi trasportado a un bar de pueblo o bar de polígono de los miles que hay en la Comunidad. No puede ser que esto esté en medio de Valencia. Nos recibió una multitud de gente, un barullo importante, un camarero que cual protagonista de Matrix, era capaz de moverse a una velocidad sobrenatural. Con la boca abierta y un poco sobrecogidos nos miramos mi mujer y yo. Los manojos de ajos colgando en la barra, todos los ingredientes a la vista, la cocina abierta totalmente, la sonrisa infinita de la persona que prepara los bocadillos y que dice: ¿qué te pongo guapo? Nos sentamos y antes de sacar los móviles teníamos a nuestro«Neo» que nos había puesto los cacaos y las aceitunas y nos pregunta que beberíamos. De todo, incluso vi en las mesas de al lado botellita(tipo jarrita) de vino para que tú te sirvas a tu gusto. Obviamente, el bocata se pide en barra. Como a mí me gusta. No hay carta. Hay expositor de género, elige y te lo pone. En el momento, con sonrisa incluida, que esa no te la cobran. Viendo el tamaño de lo que preparaban, me decidí por la «puntita». Ya quisieran algunos bares poner bocadillos como las«puntitas» del Moncayo. Eliges los ingredientes, en mi caso: habitas tiernas con cebolla, taquitos de jamón, longaniza y butifarra. Excelente. Estábamos en el último bocado del bocadillo y apareció, sí, exactamente, «Neo» ¿café?. ¿De donde ha salido? Y aunque eso pueda parecer un incordio, no lo es. Se supone que entre semana has salido del trabajo y apenas tienes tiempo. Tienen que ser rápidos. Puntita, bebida y café 4 €. Vale la pena. La segunda vez fue el propio sábado del Unilocalmorsarot. Mesa preparada para 20, por si se apuntaba alguien más. Al final solo fuimos 16. Mesas con abuelos jugando al domino, como en los«casinos» de los pueblos. Y aquí ya se nota que es sábado. Neo, sin prisas, con más sonrisas y chanzas. Te dejaban hacer. Empezamos a las 10:30, terminamos a las 14:00. Esta vez bocata entero. Enorme y delicioso. No pude probar bocado hasta la noche, nos saltamos la comida. La compañía cada vez mejor. Sobremesa que empalmamos con vermut. El almuerzo, bocadillo, bebida y café 5 €. Moncayo es un trozo de pueblo en la ciudad. Es cultura valenciana en estado puro. Trabajando en el bar desde el padre al hijo, pasando por la hija(la de la sonrisa infinita), 43 años poniendo almuerzos. Saber hacer. Yo, desde luego, en cuanto pueda vuelvo. Y esta vez me traigo a mis hijos, para que respiren de donde somos. Que lo de fuera está muy bien, pero donde este un buen almuerzo…
Laureta M.
Rating des Ortes: 5 Zaidía, Valencia
Aunque he de decir que estoy de acuerdo 100×100 con el comentario de Patricia, hay una cosa que no ha dicho que me ha resultado super curioso, bonito y esperanzador: me ha encantado cuando he entrado y he visto había varias mesas con gente jugando al dominó, cartas… Pensaba que eso en Valencia capital era mucho más complicado de ver, ya que en los pueblos está claro!!! Y me ha gustado mucho ver que aquí también se conserva esa tradición une-personas! Los bocatas una pasada auténtica! El personal muy amable, y la pregunta muy acertada de ‘madre mía, ¿qué tenemos que hacer para superar esto?’ son la definición perfecta de lo que ha sido un Unilocalmorçarot ‘da luju’(de lujo)!
Patricia H.
Rating des Ortes: 5 Valencia
¡Locura, frenesí! Eso es lo que pensé cuando entré un jueves a las 10 de la mañana. ¡Y locura una vez más por el «peaso almuerzo» que me metí entre pecho y espalda! Yo, que de normal no me cabe nada más que unas tostadas o un croisant, me zampé «una puntita» según la dueña, que eso era la punta del iceberg que hundió al Titanic. Pero claro, había que probar el local antes de quedar con otros Unilocalers para un Unilocalmorsarot. ¡Imaginad el tamaño del bocata entero de mi segunda vez, aunque esa vez ya iba sin desayunar y fue el padre el que me lo preparó! Local lleno a reventar, las dos veces. Como si se fuera a acabar el mundo y tuviéramos todos que almorzar a la vez y en el mismo lugar. Camareros rápidos no, lo siguiente. Quizá en nuestra primera vez demasiado, ya que aún no nos habíamos tragado el último bocado del bocata, ya nos estaban retirando los platos, y preguntando por el café. Pero claro, entre semana y a la hora del almuerzo, lo que sueles buscar es rapidez entre otras cosas. La segunda vez y siendo sábado, ya nos dieron un respiro y nos dejaron disfrutar del almuerzo. Vino de la casa en botella de cristal transparente, sin marca. Eso sí, encima de la mesa para que cada uno se sirva lo que quiera, aunque en nuestro caso no puedo opinar porque no lo probamos. Cacaos y variantes de acompañamiento, directamente sin preguntar, cortesía de la casa. Además cacaos de «corfa», para que te entretengas pelándolos. Rapidez en la preparación de los bocatas: entre que lo pides en la barra con el relleno que más te guste y te lo preparan delante de tí, apenas pasan 2 minutos. Luego ya te entretienes tú si quieres comiéndotelo. Muy rica la tortilla de ajos tiernos y muy rico el de puntillas, que fueron mis dos elecciones respectivamente. Local decorado de los años del«Cuéntame», con paredes decoradas a media altura por azulejos, casi los mismos que decoran los bajos de la barra. Al fin y al cabo estamos hablando de un negocio con casi 43 años a sus espaldas, de padres al frente del cañón y mantenido por los hijos. Bocatas servidos en un plato cubierto por una enorme servilleta de papel clásica de bar, la fina y transparente, no la de varias capas. Pan crujiente, con la harina por encima y el sabor como los de horno de pueblo, que así nos lo dijo la dueña. Cocina abierta, sin trampas, para que veas cómo y qué cocinan. Aseo en los expositores de comida. Gran castillo de Belmonte decorando una pared del ala donde almorzamos el sábado. Y como detalle curioso, la una gran cantidad de ajos colgando casi encima de la barra, ¡como para que entre algún vampiro vaya! No entres si buscas lujos, pero entra si quieres comida casera y de calidad, rapidez, eficiencia, simpatía, buena relación calidad-precio y sadrás de allí «redolant». Yo repetiré.
Aída L.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Quién no agradece, de vez en cuando, darse un homenaje en forma de almuerzo en un típico bar de currantes. En el Moncayo te sirven un señor bocadillo con buena mezcla, plato de cacahuetes, olivas, bebida y café por unos 5 euros. Aunque está pensado para los trabajadores de la zona que van entre semana, los fines de semana te encuentras clientes de toda clase abocados a sus enormes entrepanes de embutido, calamares, carne con patatas o tortilla de patatas con all i oli. De hecho, conozco gente que tiene asumido casi como un ritual el ir un día a la semana a disfrutar de uno de sus almuerzos. Su estética no destaca por nada en particular. En la entrada hay una pequeña terraza cubierta, para fumadores y donde se está mejor cuando hace buen tiempo, y por dentro es un local grande repleto de mesas. El personal tiene un trato muy cercano y amable, en especial las cocineras, que van y vienen entre los fogones y las mesas y te echan la bronca cariñosamente si no eres capaz de acabarte el bocata, preocupándose en todo momento de que los clientes queden satisfechos. Entre las 10 y las 12 es por tanto cuando mayor afluencia de gente encontramos, pero a pesar de ello el servicio es rápido, como auténticos profesionales del almuerzo que son.