El arreglo de ropa en esta ciudad ha estado en manos de la familia Garcia desde hace tiempo. Puedo decir sin titubeos que sus tiendas son de las más reconocidas en Valencia. Su dueña y fundadora fue la señora Rapa, una modista de los pies a la cabeza con gran experiencia y con una formación impecable. Estuvo cuatro años en Miami como modista y diseñadora y cuando vino de nuevo a Valencia comenzó a montar casas de arreglos. La primera de ellas fue Ojal composturas, en la calle Santos Justos y Pastor. La segunda, ya con el negocio en manos de sus dos hijos más pequeños, se abrió bajo el nombre de Coser y Cantar, de la cual voy a hablar. La tienda está regentada por Jesús, uno de los hijos de la señora Rapa. Los arreglos siguen haciéndose por la hija y son igual de buenos que los que hacíà la madre. Siempre que necesites un parche en los vaqueros, cogerte los pantalones o arreglarte la camisa para una boda puedes pasarte por su tienda. Los precios son un poco elevados, pero el resultado siempre va a ser bueno, nunca te arrepentirás de haber llevado aquí tus prendas. Antes tenían dos tiendas en Valencia con este nombre, ahora solamente una, ya que la otra –en la calle General Urrutia– la traspasaron hace unos años, aunque sigue manteniendo el nombre, algo que no me parece muy correcto por parte de la nueva gerencia ya que es un nombre registrado. Pese a la venta de esta tienda, han abierto otra en la localidad de Riba Roja. Una casa de composturas mítica y que sigue viva en este mercado con tanta competencia. Lo bueno y con experiencia siempre triunfa, y este es uno de los puntos fuertes de Coser y Cantar.