Monteval

«Oye, una pregunta: ¿cómo es que Messi es tan bajito y tú eres tan alto?»
«Muy fácil: porque Messi es argentino, y yo soy uruguayo».
(Risas).
Cuando me di cuenta de que el obrero que venía de esta empresa de reformas a tomarnos las medidas de las ventanas para cambiárnoslas por otras nuevas era uruguayo y nos respondía a las preguntas de forma tan chistosa como la que encabeza este comentario, yo pensé: «¡Bien! ¡Me encanta! ¡Seguro que esta obra será muy agradable!».
Y bueno, dentro de lo agradable que puede resultar lo incómodo de la suciedad de una obra en tu propia casa, la verdad es que en este caso se sobrellevó todo bastante bien, efectivamente; pero fue debido principalmente a lo rápido que fue hecho todo el trabajo (los obreros cumplieron perfectamente con el tiempo establecido desde el principio) y a lo bien que lo dejaron todo. Bueno, y el hecho de que los trabajadores fueran gente simpática, joven y emprendedora (mal llamados «bandarras» por mí, pobrecillos; pero es que las obras siempre me agobian, por muy bien que se hagan) amenizó bastante su estancia en nuestra casa también.
En aproximadamente una semana ya teníamos todas las ventanas de la casa cambiadas por otras nuevas de aluminio y PVC, incluidas las puertas del balcón del comedor, además de un precioso toldo en dicho balcón. ¡Y todo por precios bastante buenos! Cosa que, por supuesto, también se agradece mucho, teniendo en cuenta que estas cosas nunca suelen ser baratitas, ¡eh!