Nou Mos

Una de esas cafeterías sin nada que destacar pero en la que simplemente estas a gusto. No es un sitio que te encantará con su decoración ni con su cocina porque simplemente no lo pretende (aunque los platos que vi tenían buena pinta). Como está muy cerca de mi oficina me ha venido bien en algunos momentos para tomar un café rápido o desayunar cualquier cosa. Aunque no es que esté en un lugar privilegiado que su fachada sea toda de cristal está muy bien, da luz y sensación de amplitud sin tener que estar en la terraza.
Nou Mos es muy pequeñito por lo que cuando entres por su puerta, que es un tanto especial, los camareros se van a dar cuenta y te atienden en un periquete. Gente llana y amable, cosa que se agradece.
Se nota, eso si, que vive de sus parroquianos porque no es un local que esté demasiado a la vista pero siempre hay gente. Eso tiene dos lecturas, una de ellas es que algo hará bien porque no se consigue una clientela fija de cualquier manera pero también genera esa extraña sensación de que eres un extraño en «su bar». No es nada más que una percepción que ocurre en mil sitios, eso también es verdad.
Sé que tienen un menú bastante completo y bien de precio pero como no lo he probado aún no puedo decir nada. Cuando lo haga actualizaré la reseña.

Cafetería escondida en una callejuela peatonal que da a la Av. del Barón de Cárcer. Sitio de menús y tapas. Tiene un sencillo pero aceptable menú del día a 8 €.
A diferencia de otros bares de tapas, se han preocupado en darle un aire agradable. La fachada es totalmente de cristal, lo que da luminosidad al local. Un vinilo de gran formato en una pared le aleja de la estética de los bares de fritangas. Luces halógenas, colores ácidos y algunos otros detalles hacen que, sin ser lujoso, no te dé la impresión de estar en un bar de los de «toda la vida». Además, está limpio, no te dejas el culo pegado en la silla.
Un sitio más agradable de lo normal donde tomar un menú económico, unas tapas o un café.