Racó del Turia

¡Por fin he probado una auténtica paella valenciana! Y debo decir que superó todas mis expectativas (gracias María y gracias Unilocalers por vuestras recomendaciones).
Hacía buena temperatura y decidimos sentarnos fuera. De primero pedimos un calamar a la plancha que estaba delicioso tanto de sabor como de textura, súper tierno. También pedimos croquetas (vienen 6; 2 de jamón, 2 de marisco y 2 de setas), muy correctas.
La paella de segundo me pareció espectacular. No puedo compararla con otras paellas valencianas pero desde luego el arroz estaba sabroso, meloso, en su punto, y perfectamente acompañado de trocitos de pollo, consejo, judías, caracoles… Mis acompañantes valencianos, que de paellas sí entienden un rato, coincidieron conmigo en que la paella estaba deliciosa. Si vuelvo a Valencia para Fallas segurísimo que me dejo caer de nuevo por aquí.
No le pongo la quinta estrella porque en algunos momentos el comportamiento de alguna persona del servicio me pareció un poco extraño… Si el día que vuelva el servicio es tan bueno como la comida prometo actualizar mi reseña y ponerle 5 estrellas :)

Este sitio es un buen homenaje a la comida tradicional valenciana y a su gran dueño, Vicente, ahora ya retirado con algunos «sustillos» de salud pero incansable. No obstante, su hijo sigue apostando por lo que ha llevado a este restaurante de comida tradicional valenciana a ser reconocido fuera de estas fronteras. Tanto es así, que os encontrareis con que vais a tener que reservar con bastante antelación y cuando vayáis la mitad del aforo será extranjero. Esto hará que no os extrañe tanto que, siendo un local tradicional valenciano, en el personal del servicio hayan foráneos.
El servicio es excelente, de trato, trabajo, organización, aseo y de normas totalmente gourmet (hasta el punto que el servicio recoge las migas de la mesa con un recoge-​migas clásico de plata antes de los postres).
La comida es excelente, «arros en fesols i nabs» incluido. No obstante puede retrasarse un poquito pero no es molesto. Se pica algo y solucionado.
El sobrante de la comida puede irse contigo a casa sin ningún problema y los postres están buenísimos: la vainilla de tahití acompaña algunos platos de postre o se puede pedir sola. Brutal junto con el postre de manzana por ejemplo.
Teniendo en cuenta todas estas exquisiteces es normal pensar en el sitio para algo relacionado con eventos exclusivos o puntuales… depende de vuestros bolsillos amigos.

Excellent paella, very good service, Def’ back here on my next trip. For 3 reason 1) paella 2) chips 3) service.

First time in Spain and this place was recommended from our concierge. Didn’t make a reservation but knew that if I got there around 9 pm on a Thursday that I wouldn’t need a reservation. Read the other Unilocal reviews and I was very happy with my choice. The Restuarant clientele was a little older crowd and a little stuffy but who cares! I was greeted by the friendly waitress and sat down immediately. I ordered a glass of House wine (Red) which was a bargain (3 Euro’s) and it was excellent. I ordered the grilled squid in parsley and garlic sauce AMAZING! 3 big pieces and I started getting full.
I then asked the waitress if I got the black paella if it was too much seafood and she said it should be fine.
The paella came out as soon as I finished the grilled Squid great timing by staff and was it a home run! Loved it and ate every bite. The flavors of the squid paella was so fresh and chewy. Definitely not Uncle Ben’s Rice-​aroni ! Great place and cool ambience. The four female waitresses were very nice. When I originally walked in one of them was cutting fresh prosciutto so that was cool to watch.

When I travel, I try and research local culture, cuisines and must-​see sites as much as possible. I do have a habit (thanks to my lovely wife) in asking hotel concierges to make recommendations of local restaurants that would best represent their local cuisine. We were recommended Raco del Turia which in the literal translation means «corner of Turia» The Turia River after the 1957 flood was diverted and the former river turned into a pedestrian park/​gardens. So the restaurant lends its name from the Turia River.
This restaurant represents traditional Valencian cooking. Very simple, no non sense home style cooking. Now, Valencia is touted as the city that gave the world paella, we of course had to try it! The paella we ordered was the traditional; with mussels and chicken. Our paella was delicious, not over salted and did not taste like Uncle Ben’s rice! We also had grilled baby squid and grilled sardines. My wife was ecstatic with what we ordered as everything we ordered was seasoned superbly.
This place has been around since 1991 and should not be shunned by anyone seeking a true Valencian experience!

Excellent service. We were recommended by our concierge as authentic Valencia cuisine which is known for their paella. We weren’t disappointed. Very nice place. Delicious paella and not over priced. My wife and I really enjoyed ourselves.

Estuve ayer después de mucho tiempo.
El Sr. Romero, el metre de tantos años, se ha jubilado. Lo echaré de menos por su profesionalidad simpatía y buen hacer. Pero sigue la tradición su hijo que tiene todas las tablas y mimbres de su padre. Atención próxima y campechana. Nada engolada ni estirada lo cual me encanta pero no por ello menos profesional.
No teíamos reserva pero nos dan mesa de inmediato. Una mesa de 4 ya preparada para dos comensales. Muy amplia. No así la distancia entre mesas que es un poco reducida, pero el local no es muy grande y es comprensible, no obstante resultó un poco fastidioso estar en la conversación de una mesa de como 15 franceses con niños, que se nos metían encima para hacer fotos y que daban unas voces muy molestas, para que luego digan que nosotros somos escandalosos. Eché de menos el comedor privado que muchas veces, sin necesidad, nos abría Romero Senior.
El local como siempre, decoración valenciana con cuadros costumbristas y bodegones.
Sillas de enea bastante cómodas. En cuanto a la mesa, mantel y servilletas de tela como no podía ser de otro modo. Defrauda un poco la vajilla algo ajada y la cubertería muy corriente. Un poco por debajo del nivel deseable. La cristalería correcta aun que la copa Riedel en que nos pusieron para el vino, sin estar mal podría haber sido algo más fina.
Servicio simpático y atento que atendían con una sonrisa y un comentario amable siempre. Echamos de menos en algún plato los cubiertos para servirse como en las clótxinas y tuvimos que reclamar los cubiertos para el plato principal. Lo subsanaron de inmediato por supuesto y se disculparon profusamente.
Comimos a la carta. Calamar plancha, mejillones al vapor (recomendación de la casa) y Arròs en Fesols i Nabs como plato principal. De postre tarta de chocolate. Por cierto que no me resisto a comentar que en la carta de postres se ofrece «tarta de café y queso mascarpone»… me quedé con ganas de pedirla para ver dónde no era Tiramisú… Continuando, el Vino de Rioja, Villa Tondonia. Tras el postre un moscatel y un gin tonic. Traen pan sin pedirlo y lo cobran.
El vino siendo un Villa Tondonia del 2001 que es una añada de Rioja considerada excelente no defraudó para nada. Perfectamente servido a una temperatura correcta. Se nos dio a probar tal como corresponde antes de servirlo. Conforme se abría, para cuando llegamos al plato principal estaba excelente.
Los calamares soberbios. Punto de plancha perfecto con una suave salsa meri. Una pieza mediana por persona con sus patas. Tierno como el agua. Genero de primera clase.
Los mejillones al vapor. Era clòtxina autóctona, limpios como una patena. El punto de cocinado era que parecía hecho con cronómetro. Excepcionales, se desprendían con el tenedor sin esfuerzo ninguno, tamaño pequeño-​mediano como corresponde a la clótxina y enormemente gustosos. La preparación tenía los puntos exactos de pimentón (no excesivamente recargado com se suele ver) limón y sal. Casi se podía pedir el caldo en consomé de lo logrado que estaba.
Llegamos al Arrós en Fesols i Nabs. Plato tradicional donde los haya. Y muy difícil que me contente por que mi madre lo hacía soberbio. Estaba muy bueno y cualquier comensal difícilmente le hubiera puesto un pero, vayamos por partes.
Antes de emplatarlo nos lo traen a la mesa y nos lo muestran en su puchero preparado expresamente para nosotros, un muy buen detalle, de mucha presencia y calidad.
El sabor era muy rico aun que yo hubiera cambiado algunos detalles y repito que aquí ya es comparación por gusto personal.
El arrós en fesols i nabs es un caldoso en el que el caldo sale muy trabado, casi casi aproximándose a un risotto aun que sin llegar por supuesto. En este el caldo era un poco demasiado ligero, si bien por su buen sabor no molestaba. De hecho nos sacaron un tercer plato de caldo que formaba parte de nuestra olla individual. Esto no era óptimo para mi gusto.
El color muy anaranjado, quizá un exceso de colorante diría. Pero bueno, nada grave.
Las pencas de cardo cortadas en trozos pequeños estaban suficientemente cocinadas aun que quizá un poco más hubiera sido óptimo y sin hilos lo cual es un detalle y el nabo era magnífico así como la morcilla de la que teníamos una cada uno.
A mi modo de ver le faltó algo de cerdo a la preparación y quizá menos fuego y más tiempo, el caldo hubiera salido más meloso, el cardo mejor y el arroz con aun más sabor.
De todos modos como digo estoy hilando muy fino. Estamos hablando de un arroz que estaba muy muy bueno.
En cuanto al postre estaba muy bueno servido con frutos rojos y crema inglesa en la base. No se si es elaboración propia pero es de muy buena calidad, la ración típica en estos casos.
El moscatel era de La Marina, excelente y el Gin Tonic con ginebra Seagram’s y regalaron la tónica como detalle además de ofrecernos posteriormente un orujo de yerbas.
Total 110,81 € IVA incluido. Para esta calidad razonable. No importa pagarlo.
Repetiremos, desde luego

A few days ago, on the strong suggestion of our hotel concierge, had dinner in a restaurant that was named something that I interpreted as «The Racket of Tourists».
Aside from the obvious kickbacks that the restaurant gave the hotel, there was no need for a reservation. We arrived to a ¾ empty restaurant full of other tourists-​looking folk, all clearly in search of the «authentic Valencian experience» that we’d been so passionately promised.
Clearly all that people in Valencia do is eat overpriced rice amongst other English speakers. Uncle Ben himself would be proud.
At least that’s the impression that I took away from «The Racket of Tourists». Of course, this is data extrapolation… as not a single person from Spain was eating here. Perhaps they never have.
An extremely expensive excursion into the wonderful world of Spanish sodium.

Mi amigo Pedro fue el que nos llevó a este restaurante después de una partida en el Trinquete de Pelayo. Se ve que es un sitio que frecuenta porque nos pusieron en un reservado en el que sólo estábamos los cuatro que íbamos.
El Racó del Turia fue fundado en 1990 y es un ejemplo de un buen restaurante valenciano, de hecho quería ponerlo en categoría pero sólo me ha dejado poner «mediterráneo», vale va, aceptamos pulpo como animal de compañía.
Recuerdo que aún se podía fumar por lo que el momento cigarrito fue el colofón a una magnifica cena. Pedimos «esgarraet», que tan típico es de nuestra tierra; el jamón no podía faltar, todos éramos y somos unos apasionados de este manjar; foie y después yo me pedí lenguado con limón, buenísimo.
Otro de los sitios recomendados para llevar a las visitas extranjeras y que se enteren de lo que vale un peine probando nuestra gastronomía. Que alguien pruebe el «all i pebre» y me diga qué tal está.

Wie in Spanien üblich, sollte man hier jedenfalls nicht zu früh erscheinen. Als Vorspeise nahm ich heute eine Platte mit Ibérico de Bellota, der auf der Jambonera heruntergeschnitten wurde. Der Schinken war einsame Spitze. Danach aß ich ein hervorragendes Solomillo mit Pfeffersauce. Es hätte auch interessante Desserts gegeben, aber wir hatten bereits zuviel gegessen. Die Bedienung war sehr aufmerksam und freundlich, das Lokal war angenehm und wir verbrachten einen netten Abend für pro Nase etwa 50, — EUR. Unbedingt empfehlenswert!

Restaurante de primera situado en Valencia.
Un servicio y comida excelente.
Destacar la paella valenciana y el cochinillo a la brasa. Grandes platos llenos de calidad y cantidad con productos de primera y de la zona. Podemos encontrar desde pescados, distintas carnes, para picotear y postres caseros.
Comentar que la sangría fresquita está muy buena.
El servicio muy atento nos atendieron en todo momento con simpatía y rapidez.
El precio rondó los 40 – 45 euros los cuales pagamos muy agusto quedamos muy contentos.