Al pan, pan y al vino… como locos. Y es que cada uno va a lo que va. Yo esta vez iba a por lo primero pero, me podría haber animado y haberme pasado por la tienda de cavas y licores que hay cerca de este horno, el horno de este santo: San Francisco Javier. No sé si el santo era el hombre que me atendió. Túnica blanca y aureola encima de la cabeza no tenía pero, amabilidad y simpatía derrochaba, la verdad. Lo que creo es que durante toda la vida nos han engañado. Eso de que es San Pedro el guardián de las llaves del paraíso… nanaidelachina. Es sin duda, San Francisco Javier. Porque si un lugar lleno de turrones de yema y almendras, de pasteles de todo tipo, formas y sabores, lengüetas de gato, tartas… ARTESANOS no es el paraíso, entonces sí, que venga ahora Dios y me lo diga. Y de paso, ya que hace el viaje, que se lleve algunos detallitos para montar arriba un evento especial. Tiene abanicos, figuritas de fallera, de comunión, bodas, etc. Vamos que si lo que quieres es quedar bien, puedes pasar por este horno y no sólo regalarle a alguien unos pastelitos de esos que quitan el sentío sino encima llevarle una figurita(si es un momento especial). No vayas con las manos vacías porque si hay que ir se va, pero ir pa ná…
Veronica M.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Para endulzarnos el día… Cada vez que paso no puedo dejar de sucumbir a comprarme una madalena casera con tropezones de chocolate, esto no tendría delito si no fuese porque paso todos los días ya que el horno esta enfrente de mi casa. Pero bueno, el azúcar es necesario para hacer funcionar nuestras cabecitas(para mi, cualquier argumento es bueno para poder tomar algo dulce… ¡vicios!). Se trata de una pastelera pequeñita, la llevan una familia valenciana«de la terreta» y cuando entras hablando en valenciano el comentario siempre es «¿que parles valencià? ¡Quina alegría! « Dejando anécdotas de lado, la pastelería tiene dulces tremendamente buenos, desde un simple croisant hasta un pastel de moka. No estamos hablando de productos industriales sino de artesanos del pan, el dulce y el salado. A lo último que decidí lanzarme a probar fueron unos buñuelos rellenos de crema, chocolate y café, típicos del Día de Todos los Santos. Como era un festivo pensé en que debíamos(mi familia y yo) endulzarnos un día, para la población, triste. Me agencié una bandeja de buñuelos y que deciros… ya estoy contando los días para que los vuelvan a hacer para poderme deleitar con ese bocado. Pero no solo el dulce, que es lo que más me atrae, sino el pan, las rosquilletas, las cocas… todo. Así que os animo a daros un gusto ya sea para almorzar, merendar, o dejarse llevar por el placer.