Trece

We sauntered into trer3c (that’s how they spell it) late one evening after experiencing some sub par tapas along Calle de Caballeros a few minutes away. The décor drew us in, as it was a lovely departure from the touristy design of most of the other restaurants. We sat at the sleek bar and I ordered a gin and tonic, a specialty of Valencia. Trece makes their own gin, infused with Valencian orange. Wow! Let that suffice!
Deciding to try some tapas again, we were pleased to discover that Trece prepares their food to order, something many of the tapas bars in Valencia do not. The food at Trece was fantastic! The croquettes were wonderful and plentiful, with a nice puffy crunch. The foie gras with the ginger bread and violet jelly was amazing! Squid was great, as was the final cheesecake dessert. Service was warm, gallant, and accommodating. Prices were reasonable considering the absolute quality of Trece.
We loved our experience so much, we made reservations for New Year’s Eve. Viva Valencia!

Hacia tiempo que no nos dejábamos caer por El Carmen para cenar y la verdad, sigue teniendo el encanto de siempre. Trece es uno de esos lugares que hacen de este barrio un lugar donde pasar las noches.
La comida está muy buena. Producto de calidad cocinado con gracia sin caer en extravagancias. Las patatas con huevo y trufa estaban deliciosas, el calamar con salsa agridulce también y las croquetas caseras… para perder el control. Por poner una pega, el servicio un poco lento, aunque el local estaba a tope y son amables.
Sobre las doce cambian el ambiente, bajan luces y suben la música y a tomar copazos!

Great spot! Everything was home made. It’s a fusion of traditional and creative cuisine. We had a beautiful large salad, very moist yet crispy crocket the rice with the duck was very delicious and the passion fruit mouse was to die for. Very smooth and fresh. Service professional and genuine. Highly recommend!

Decidimos cenar en este local un sábado cualquiera, después de que nos lo hubieran recomendado en varias ocasiones.
El local es una preciosidad, tiene una reja de hierro en blanco espectacular en la entrada. La decoración es de estilo vintage con las sillas de mimbre (problema te cae el abrigo y el bolso todo el rato, incluso el abrigo de mi novio lo tiró varias veces el camarero) y la vajilla es de estilo marroquí, aunque me dí cuenta que combinan vajilla blanca neutra con esta otra y en las parades cuelgan hormas de zapatos y una colección de bolsos costumizados con piezas de cocina: platos, cubiertos,… Tienen a la venta una colección de zapatos estilo oxford y otros de tacón con cierto aire años 20 de la marca Bluchers que rondan los 100 €.
Está al lado de la plaza del negrito y quizás el detalle que menos me gustó fue que tienen una de esas personas en la calle «cazando» comensales (no me gusta nada eso) y que salvo nuestra mesa y otra todos eran turistas extranjeros. Normalmente, cuando un restaurante está muy lleno de turistas y no hay gente de la zona para mi es mala señal, pero quizás sea maniática con ello.
En cuanto a la comida en sí, debo decir que a mi novio le gustó bastante, pero a mi no demasiado; no sé si no acertamos al pedir o el estilo de cocina no es el mío.
Para beber pedimos cerveza (somos muy cervezeros) y además tienen Estrella Galicia de tirador que es nuestra preferida. Pedimos dos dobles y nos lo trajeron en copas de gintonic, vamos incomodísimo de beber!!!
Pedimos (todo para compartir)
— 2 croquetas de boletus
— Buñuelos de bacalao con espuma de allioli (van 4)
— cesta de patatas con huevos y trufa
— Steak tartar de vaca gallega con mostaza
— Brownie de cholocate con helado de vainilla
Las 2 croquetas de boletus (tienen unos 8 tipos de croquetas pero cada día tienes que preguntar pq no las cocinan todas siempre) de sabor muy rica, son muy grandes, como una pelota de tenis y como siempre pasa cuando son de ese tamaño congeladas en el centro :(
Los 4 buñuelos estaban muy ricos, son de un tamaño medio, el problema? La espuma estaba totalmente líquida por el calor supongo y al final eran demasiado aceitosas.
Las patatas con huevo, según mi humilde opinión, debes poder integrar los sabores… Fail total para mi gusto cuando las patatas eran chips (caseras o lo parecían) con dos huevos encima, no me gustó nada no poder mezclar el conjunto y que las patatas chips se pongan como blandas no me termina.
Finalmente un steak tartar, estaba rico, aunque no muy bien cortado y dios mío, si sois comedores el plato es enorme, yo creo que con la mitad es suficiente, pq ese tipo de plato lo veo más a modo de hacerte un par de tostas, fácil salen 25.
De postre, un brownie con vainilla que estaba rico.
El café (asignatura pendiente de casi todos los restaurantes), yo pedí un carajillo descafeinado de baileys y estaba imbebible.
Debo decir que tienen un menú (3 entrantes para compartir y un plato principal para cada uno), 13’5 € al mediodía y 18’50 € por las noches, sin bebida ni postre. Pero es un menú muy básico para lo que después tienen en la carta, por eso terminas pidiendo carta.
La cuenta, pues me pareció caro, carísimos sobretodo los dobles de cerveza y la cena en general. Le pingo 3 estrellas pq la cocina me pareció aceitosa, por los copones de cerveza, por las sillas incómodas y por el precio.
Apuntar para terminar, que tienen unas hamburguesa de un tamaño entre tapa y ración individual de varios sabores que no probamos pero tenían buena pinta.
Y parece que tienen música en directo, aunque nosotros no lo vimos pq llegamos a las 21:30, el chico se puso a tocar a las 22:00 y tocó una canción y se puso a cenar. Cuando nos fumios hacia las 23:30 aún no había empezado, así que supongo que está pensado para las copas de después de cenar.

Great interior and fine classic soul music.
Friendly staf, great vibe. When you visite, ask for the menu del dia. The appetizer, a little croquetta with good gorgonzola, was delicious. Oh and btw, perhaps the best pasta bolognese ever!

Igual que está de moda el barrio de Ruzafa, el barrio de Carmen es un lugar donde nunca se paran de abrir cosas, la cantidad de turistas que pasan, y los nuevos tintes del barrio hacen que cada día se puedan encontrar sitios que tiene un encanto especial y no son de guiris.
Este lugar me lo recomendaron y yo lo he ido recomendando, con música en directo los viernes y sábado aunque el menú en su mayoría es frío los platos son riquísimo, igual un poco caro para ir asiduamente, pero si que es un sitio si quieres sorprender.