Vite Vite Dog

Esta tienda de animales lleva muchos años aquí, y lo que más ha llamado la atención de ella durante mucho tiempo ha sido su escaparate: por él han pasado todo tipo de animales, desde gatitos, perritos y conejos hasta enormes serpientes y caimanes. Dejando aparte lo que me pueda parecer a mí lo de tener un reptil como mascota, lo cierto es que no era raro ver gente parada delante del cristal contemplando estos bichos exóticos (que por otro lado no es que hicieran gran cosa, pero llamaban la atención). Ahora ya no tiene mucho, simplemente expone productos típicos como cestas, bebederos, etc.
Durante mucho tiempo tuve un perro, Lucas, que tristemente falleció de viejo, a sus 14 años, el verano pasado. La peluquería a donde solía llevarlo había cerrado hacía tiempo, así que una de las últimas veces lo traje aquí a que le cortaran el pelo, que como buen cocker spaniel tenía en abundancia y dejaba por todas partes. Mi perro durante mucho tiempo tuvo problemas de piel, eczemas, tumorcillos… vamos, que no fue precisamente un perro sano a pesar de los años que vivió, e ibamos regularmente al veterinario, y estaba muy bien cuidado.
Mi experiencia en este sentido no fue buena, debido a que repetidas veces querían hacernos comprar productos para la piel y el cuidado del animal que costaban un ojo de la cara, generalmente con malas formas, y haciendo hincapié en que le habían curado heriditas y cosas así «por las que normalmente cobro mucho más de lo que cuesta el champú especial que debes llevarte». La peluquería donde lo llevaba antes también lo trataba muy bien, le curaba y lo trataba con mucho cariño y jamás me dijo nada de eso, amén de ser bastante más barata, que las veces que lo llevé a Vite Vite Dog no fueron precisamente baratas.
Por este motivo, y por la falta de cortesía en el trato que noté en otras ocasiones, mis experiencias aquí no han sido buenas y no he vuelto a este sitio. Ya no tengo perro, pero creo que aunque lo tuviera buscaría otras opciones.

Hace muchos años conocí esta tienda de animales. Yo tenía una iguana llamada lechuga (dato no importante) a la que llevaba a este local para hacerle revisiones y ponerle el chip y esas cosas…
Tienen un escaparate de dos plantas muy grande. En la parte de arriba va cambiando el muestrario de animales «según el stock». Cada vez que paso por ahí me quedo boba mirando los perritos, las cobayas o lo que tengan, intentando resistirme para no golpear el cristal para ver si se mueven. Pero lo más increíble (y un poco triste, la verdad) es que en la parte de abajo tienen una pitón albina enorme, que debe medir más de 3 metros. Está muy bien cuidada, porque a medida que pasan los años está más enorme, pero me da un poco de penica verla ahí siempre…
Tienen servicio de peluquería perruna y todo tipo de accesorios y comidas para los animales, incluyendo la ropita para perros, claro. Por lo demás lo típico: hay peces, accesorios para el acuario, pájaros, pajarracos…
El dueño de la tienda es un amante de los animales y los cuida mucho. Él tenía dos iguanas enormes, que no sé si seguirá teniendo todavía y una vez me contó que de vez en cuando se las llevaba a la playa, a sitios donde no hay gente y las soltaba para que nadasen a gusto y que siempre volvían. No sé si me lo contó para marcarse un pegote. No sé si será verdad, pero si lo es, menudo susto encontrarte a esos bicharracos nadando por ahí…

Había visto muchas veces esta tienda al pasar pero nunca se me había ocurrido entrar. Hasta que llegó el cumpleaños de mi suegra y decidí comprarle un periquito. Aquí tenían muchos para elegir, de varios colores y tamaños, y me decidí por uno color azul y blanco que me llamó la atención, con su correspondiente jaula y alpiste.
Nosotros no detectamos ningún problema en el animal. Sin embargo, después de unos días de entregar el regalo a la cumpleañera, nos comentó que el pájaro mostraba un comportamiento algo extraño, que estaba siempre muy nervioso y se golpeaba solo contra los barrotes, así que nos acercamos a la tienda para saber si esa actitud era normal porque todavía no se había acostumbrado a su nuevo hogar o si por el contrario le ocurría algo.
En la tienda se portaron estupendamente. Nos dijeron que era posible que todavía se estuviese acomodando al cambio, pero que si no nos convencía escogiésemos otro periquito sin ningún problema. Así que nos llevamos otro de lo más sano que ahora vive muy a gusto en la galería.
Este comercio está especializado en la venta de todo tipo de animales, además de dedicarse a la venta de artículos y comida para mascotas, y también es peluquería canina. El lavado tiene un precio muy bueno, 12 euros, e incluye además desparasitado, corte de uñas, limpieza ocular y bucal, perfumado y premio.

Si por algo es famosa esta tienda de animales es por la enorme serpiente albina que tienen en la parte inferior de su mostrador. ¡Es ENORME, ENORME! Y la tía, ahí está, resistiendo el paso del tiempo. Ahora, no está en venta, que es propiedad de los dueños. Supongo que la sacarán a pasear.
El escaparate parece una atracción de feria casi, con todos los perritos y gatitos expuestos buscando un hogar. ¡Me los llevaría todos! Y en la entrada, un tablón de anuncios con otras mascotas que reclaman un dueño, es como un punto de encuentro de flechazos entre mascotas y posibles dueños.
Cuando entras en el local te encuentras infinidad de productos para tu mascota, ordenados de una manera un tanto rara, porque yo nunca sé dónde mirar. Aunque como sólo tengo a mi Mambito (conejo), presto más atención a la sección de roedores.
Tienen también servicio de veterinaria por lo que en una misma visita puedes solventar más de una tarea en cuanto a cuidados de tu «pequeño» se refiere.