Solía comer aquí cuando trabajaba por la zona. El menú era muy barato, el ambiente confortable y la comida buena. Que más se puede pedir a un local donde el bar es de menú. Pues, por ejemplo, que de vez en cuando, te encuentres unas costillitas en el menú con patatas gigantes. Todo un triunfo. Alguna cena de empresa hicimos aquí entre bromas medievales, pues el look del local es el de un clásico mesón. Un buen lugar para comer en el barrio a buen precio, unos 7 euros el menú. Además cuenta con una terracita techada. Escucharas el ruido de los coches, pero si vas con fumadores los podrás tener durante toda la comida o café contigo. No se saldran a fumar un pitillo cada dos por tres. Desgraciadamente el dueño ha optado por traspasar el negocio. En principio, por la crisis económica no recibe propuestas. Ya veremos si prospera.