Zombie Rocks

De los hermanos que primero estuvieron en Mescafé y más tarde en Garage, llega… ¡Zombie Rocks!
La verdad es que cuando vi la decoración exterior me impactó bastante, y en una zona repletísima de bares como Honduras eso ya es mucho decir: se trata de una mujer, probablemente no-​muerta, junto al nombre del local, y goterones de color verde haciendo el efecto de que caen del techo.
En cuanto a la carta, pues digamos que es variable, aunque la cerveza es de barril y siempre muy bien tirada (¡mucho mejor que pedir un tercio!) y los cócteles son buenos, en especial, como ya lo era antes, el Mojito.
Cerca de la zona universitaria, junto al perenne Bla-​Bla y con una agradable terracita, es el lugar perfecto para unas copichuelas con los amigos.

Situado en un lugar perfecto, cerca de las universidades y a dos minutos de la plaza Honduras, Zombie Rocks se ha convertido en una parada obligatoria para muchos estudiantes. El ambiente recuerda al Rockabilly aunque la gente que frecuenta este lugar es de todo tipo. Te puedes dejar llevar por la carta de cócteles y probar nuevas combinaciones asequibles a bolsillos con poco capital, a destacar también la cerveza Paulaner que aquí la puedes disfrutar de barril y también muy económica. Con mesas en el exterior y un trato excelente, se puede disfrutar del ambiente nocturno rodeado de gente con muy buen rollo.

Solamente con haber estado la noche de la inaguración ya podrías haberte hehco una idea del exitazo que iba a ser éste bar. La calle Serpis saturadísima de gente, la policía llamando la atención nada dos por tres, los vecinos sufriendo por ver a tanta gente apoyando el culo en los capós de sus coches, gente que pasaba con la intención de irse a casa pero se quedaban al ver el fregao… Es el resultado de ser gente maja y tener muchísimos amigos.
Y es que lo que destaca del pub regentado por los murcianos Cristian y Javi (ambos hermanos) es la cantidad y calidad de la gente que te puedes encontrar colaborando día sí, día no. Sus amigos pasan ahí tanto tiempo, que casi crees que trabajan ahí y forman el núcleo del local.
La variedad gracias a estas colaboraciones es tal, que nunca sabes qué te vas a encontrar cuando decides ir a tomar algo (recomiendo la cerveza de barril, es Foster siempre fresquita). Alomejor vas un martes por la tarde y te encuentras un concierto en acústico de un grupo rockabilly. Acústicos sí, pero siempre muy ruidosos.
Y por la noche la fiesta está asegurada. No hay noche que no esté lleno. Y olvídate del típico portátil con Spotify, ellos tienen siempre a algún amigo pinchando.
Así que recomiendo éste sitio por la calidad musical, por sus buenos precios y por sus buenos productos. Pero sobretodo, por su calidad humana.