Ben’s Inn

En momentos de indecisión, paseando con tus amigos por la concurrida plaza Honduras decidiéndonos donde vamos a tomarnos la última copa, el Ben’s Inn me ofreció en aquel momento todo aquello que necesitaba. Un lugar con un decorado cuidadoso, pudiendo elegir entre sofás o sillas, música agradable, un servicio estupendo además de una amplia carta de cócteles y cervezas. El local tiene dos entradas una por la Plaza Honduras con terraza y otra por la calle Serpis.

Ben’s Inn me sorprendió hace poco por la afluencia masiva de gente. Siempre he pensado que era el típico sitio al que nunca va nadie pero no, estaba lleno. Vale que era sábado por la noche, pero igualmente me sorprendió.
El sitio por dentro está muy bien, con mesitas y sillitas, así como toda una pared llena de sofás, rodeando sus respectivas mesas. Muy tarde has de llegar para no coger sitio en uno de esos grandes y acolchados sofás.
Para beber, dicen que los mojitos están buenos. Nosotros somos fans de las pintas de cerveza. Pintas de verdad, nada de tanques en jarras. Si eso te parece grande, con el tamaño de éstos vasos vas a alucinar. Una pinta vale 2’5 euros, precio normal por la zona. Lo único que no me gusta es que los vasos suelen estar calientes, por el lavavajillas o no sé por qué, como en los 100 montaditos. No me gusta esa sensación, aunque a los pocos minutos el vaso se enfría, en lugar de calentarse la cerveza. Pero bueno, es un detalle que no mola.
También tiene un pantallón gigante con proyector donde pude ver el Valencia-​Levante, que ya pensaba que me lo perdía. Y aunque no hubiese querido también lo habría visto, con semejante pantalla…
Otra cosa buena es que puedes traerte comida de fuera. Los chicos de al lado nuestro se habían traído una pizza, que acompañaban con pintas.
Y un detalle final: la camarera nos pidió que le cambiásemos nuestro enorme sitio a un grupo de chicos que eran siete en un sofá pequeñito (nosotros éramos dos). Como agradecimiento nos invitaron a un par de chupitos.

El Ben’s Inn se encuentra en una de las zonas universitarias de la ciudad de Valencia.
Se trata de un local al que puedes ir a tomar algo ya sea por la tarde o ya entrada la noche.
El ambiente es tranquilo, con mucho espacio y mesas para ocuparlas, tiene una pantalla grande donde los días de partido no pierdes detalle de la jugada, también proyectan vídeos musicales.
La alternativa a ésto está en jugar una partida al billar o los dardos. ¿Para acompañar? Recomiendo el mojito que está bastante logrado y sino, podemos ser fieles a nuestra bebida preferida.