Birolla4

Tenía muchas ganas de visitar este local, ya que su dueño es amigo de un gran amigo y la recomendación no podia fallar.
He de decir que tenía muchas ganas de visitarlo, pero no cumplió mis expectativas. Tal vez tuvieron un mal día en la cocina o el grupo de mujeres que fuimos estábamos con el día cruzado.
El metre la verdad que estuvo súper atento, nos explicó el menú que tenían de fin de semana por 25 €, tres platos a compartir, plato principal, bebida y postre. La cuestión fue que si a una no le gusta tal, que si a la otra cual, así que decidimos escoger de la carta. Elegimos dos entrantes, tempura de verdura y un plato tipo a un rissoto de longaniza y borraja. Todas elegimos como plato principal el atún rojo con sésamo y verduras. Sinceramente estaba entre muy poco hecho y seco, y sin salsa, lo cual hizo que nos decepcionarnos. La pieza de atún era enorme, pero debieron detener un mal día en la cocina y no les salió rico.
Así que, decidimos no darle oportunidad al postre y nos marchamos con la sensación de volver otro día a probar su menú del día entre semana y llevarnos mejor sensación.

Estupendo bar de tapas y unas tapas deliciosas me apuntó jeje je. Ya iré algún finde allí tendré q ir allí tiene q. Haber mucha gente

He acudido por las críticas positivas que he visto en Unilocal.Sólo puedo hablar del menú de día de lunes a viernes que es lo que he comido. Tiene buen precio 10,95. El servicio es amable y cumplido.
Hasta ahí lo bueno. Las cantidades escasas. Los platos sencillos. Cierta decepción.
Y encima me he manchado :(

Busque un restaurante por recomendaciones de Unilocal y este fue el ganador.
Lo probamos y ya sabemos porque tiene tanta buena puntuación: ¡está buenísimo y el trato genial!
Eramos 8, pillamos 4 entrantes para compartir y plato principal. Postre también, si vas tienes que pedirlo está tremendo!!!
Nos quedamos bien.
Relación calidad-​precio bien, salimos a 20 € por cabeza.
Los camareros y cocineros nos trataron muy muy bien.

Perfecto lugar para comer tranquilamente. Calidad y servicio buenisimo. Un lugar acogedor. Unos detalles encantadores. Recomendable 100%. Repetire seguro.

Grrrrr todavia no he podido degustar el restaurante siempre lleno, peto la barra esta muy aceptable poco producto pero apetecible, 6 salmueras 6 euros, no edta mal ehhh

Really fantastic, as a group we are the specials of the day and had house wine, it was a fantastic meal.

Hoy tocó comida en Birolla, menú del día. Había estado de tapeo y de verdad que me había ido súper contenta, calidad-​precio-​atención-​servicio-​simpatía todo de 10! Por Recomendación de una amiga decidimos ir por él menú y de verdad solo puedo agradecerle la sugerencia.
De primeros 3 platos para elegir y yo me decido por un Risoto pero con pasta. Buenísimo y la ración muy generosa. Pescadito de segundo y el postre, madre mía, de postre una bendita, deliciosa y siempre muy tentadora tarta de queso. El vino estaba buenísimo y era el de la casa. Hasta en eso acertaron.
Muy bonito el pequeño comedor, íntimo, tenue… En fin, que os recomiendo este restaurante, el precio del menú: 10,90 una ganga!!! A veces me pregunto si algunos establecimientos son magos pues hacen maravillas con poco presupuesto

18÷08÷15: hoy toca probar su menú
Reserva para 4+1 en su parte superior en una cómoda mesa redonda (a mi me encanta dado que ayuda a mantener una conversación más cómoda con todo el mundo) aunque las sillas, con eso de que sean cada una de su padre y de su madre para darle un toque «vintage» cojea a parte de sus patas… según mi humilde apreciación.
Menú a 10’90 € impuestos incluidos. 3 primeros y 3 segundos… que a las 2 de la tarde falle un plato, me chirría, por no decir que en la mesa de al lado 30′ después ya tenían un menú diferente. A su favor, la capacidad para que los sustitutos estén a la altura.
–Ensalada de anchoas. Correcta. Con hoja de roble, anchoas con un punto de sal subido, Olivada, nueces picadas y un detalle que me ha gustado: la cebolla salteada «al dente»
–Grandeza de bacalao. Correcta en su sabor pero no en su elaboración. Mejor dicho en su textura. (la foto lo explica mejor) un «rehogado» de cebolla bacalao y patata. Sobraba el pan frito en exceso. Una bomba de aceite.
–bistec de ternera. Ni foto ni comentario alguno.
–salmón y salsa citrica. Correcto en su conjunto. Como todo pescado en rodaja y sobretodo esta especie, espinas a mil.
— Tiramisú y brocheta de fruta. El primero totalmente evitable. Pura elaboración industrial. Insulso por doquier. Es preferible hacer un «simple» flan aromatizado, una pannacotta, un sencilla tarta de queso… Antes que cualquier industrialización.
En su conjunto global: una opción normal respecto a calidad — precio.

Tapear en Zaragoza y no entrar en el Birolla es perderse una buena oportunidad de probar cosicas ricas.
Dedicimos entrar a refrescarnos un poco y, tras preguntar novedades de la carta, optamos por pedir algunos entrantes. No puedo opinar del interior del local porque no pasé más allá de la barra. Sin haber reservado, fue difícil que pudieran sentarnos a los 7 amigos, así que las piernas tuvieron que aguantarnos.
Para beber me pedí vino. Primero una copa de Somontano, luego otra de Rioja que me gustó más. Para acompañar el vino y las cervezas del resto, nos sacaron una tempura de verduras que, a pesar de lo calientes que estaba, devoramos con ansia. La sorpresa de la huerta voló en un visto y no visto. ¡Y OMG qué cazuelitas! Una de puntallete de longaniza y borraja, y la otra de puntallete de ternasco. ¡De rechupete!
Lo malo, el calor que pasé. O bien el cenar de pie en la barra ayuda a que tengas más calor; o bien mis dos copas de vino me hicieron sudar más de la cuenta; o bien la alta temperatura del exterior; o bien que no funcionaba todo lo bien que debería el aire acondicionado, hacen que de momento, no pueda ponerle la cuarta estrella. Prometo repetir para probar esas croquetas tan ricas que he leído que hacen, aunque tampoco me importaría repetir alguna cazuelita.

Un sitio relativamente pequeño en la zona del Tubo, regentado por gente joven con buenas nuevas ideas, una atención magnífica y una carta no demasiado extensa pero aparentemente exquisitas (al menos lo que probamos).
Llegamos a la hora de comer de un domingo y estábamos solos en el salón inferior, aunque la barra estaba bastante llena de gente bebiendo y comiendo pinchos. De primero pedimos un canelón de aguacate relleno de tomate y cubierto de nachos, bastante curioso estéticamente aunque en el fondo fuera un guacamole deconstruido. De segundo pedimos unas buenas piezas de ternera blanca con salsa barbacoa que estaban espectaculares, aunque hubiera agradecido que nos hubieran preguntado por el punto; no es que estuviera mal hecho, es simplemente que no preguntaron. De postre pedimos un carajillo de Baileys (gelatina de este licor, espuma de café, galleta, nata…) y una tarta de queso con helado de fresa que era claramente casera por el sabor y la textura. Espectacular y nada caro para lo bien comido y atendido que estuvo.
Por todo esto y su buenísima situación con respecto a los monumentos del Casco Antiguo, probablemente quepa recomendarlo como opción principal para comer o cenar cuando se va de turismo.

Amazing dinner, probably the best meal we had on a recent trip to Spain. Zaragoza in general had hands down the best food out of the cities we visited — Barcelona, Madrid, Valencia and Torredembarra. Birolla 4 was an awesome combination of Aragon cuisine and modern cooking. Elements of molecular gastronomy (nothing too crazy), fresh ingredients and super friendly service made this an exceptional meal.
The homemade gazpacho was fresh and delicious. And my brother in law’s fish tacos were the best meal we tried — deconstructed «tacos» in a bowl with fresh white fish and veggies. There was an incredible grilled flavor of the vegetables and fish.
We also had the best wine of the trip here — a local Catalunya wine from San Alejandro vineyard called Baltasar Blanco de Hielo. I’m not typically a white wine drinker either, but this was full of flavor, fresh and refreshing.
We must have come in right as they opened for the evening (around 9pm), so we had the upstairs to ourselves and great attentive service. Birolla is cozy and charming inside, with wooden tables and a mish-​mash of various chairs. I would definitely recommend this restaurant to anyone traveling in Zaragoza, and would ABSOLUTELY recommend Zaragoza as a wonderful city for cuisine, friendly people, laid-​back vibe, and beautiful place.

Vuelta al sitio que me dejó con bien sabor de boca me pedí una croqueta de chipirón. De saber espectacular pero lo que realmente me pareció espectacular fue su tamaño, enana!!! Así que salí con la cabeza fría y los pies calientes…

Me voy de Zaragoza contento luego de haber comido en este lugar. Hemos pedido el foie con queso de cabra y frutilla que fue un éxito, las croquetas de baños y de chipirones con tinta de calamar, la ensalada cesar con pollo relleno de queso, el atún y el lomo con tortillas de papa. La comida a sido genial! De postre la tentacion de chocolate con helado de maracuya. Con razón este lugar esta rankeado top 5 de Zaragoza. Genial! Con botella de vino y todo salió 72 euros! Disfruten de este lugar!!!

Las tapicas del birolla son todo un manjar, ayy oma que ricas! Las descubrí gracias a mi compi chafardera y encantado de volver a probarlas. Un sitio muy bien decorado. Habrá que volver u queee!

Croqueta de chipirones y alioli BRUTALES, presentación genial y carta cuidada. No es caro, zona de barra y comedor con poquitas mesas. Tapitas de autor muy bien presentadas, precios más que razonables y buenas carnes –en particular el chuletón de vaca vieja y el ternasco con manzana. La atención de la gente que lo lleva tanto en la barra como en la cocina es magnífica. Definitivamente un must en Zaragoza.

Buen local, se esta muy agusto. Productos de gran calidad y muy bien elaborados. Personal muy amable, con mucho interés porque todo este perfecto.

Guiado por las reseñas de Patricia «Chafardeando» S., opto por este pequeño tesoro enmedio del casco antiguo, con el que bien puedes toparte en las narices si eres, como aquí un servidor, buscador de rincones antes que comensal de grandes espacios.
El Birolla se dividide en dos plantas. Elijo una de las cinco mesas que conforman la de abajo acompañado por un camarero amabilísimo que me ofrece dos menús: uno el de la semana, menos económico, pero el cual no resto importancia para mi próxima visita con alguna amistad, y más tarde el del día, más asequible a mi bolsillo (el mío, ojo).
Elijo una copa de verdejo aunque ya de por sí entre agua. Recalco: no es que me den opción, no, sino que aparte de lo que pidas, te sirven toda una botella de agua pa’ tu body. ¡Genial!
Refiriéndome al menú, abrí con unos garbanzos a la marinera cocidos con verdura y marisco, todo aderezado con especias. Sabrosísimo. Soy de cuchara y no podía faltar algo así para dar la bienvenida al estómago y pillar proteínas para una tarde de paseo turístico.
Tras esto, llego a la ternera en salsa de almendras con una guarnición de patatas fritas caseras. ¡Un sacrilegio no mojar pan en su salsa!
Para finalizar, la tarta de queso espolvoreada con virutas del mismo, denotando que era casera del todo, claro, y recorrida por un sendero de mermelada de la cual tampoco dejo un ápice.
Asunto concluído: 10,90 € que pago gustoso por la comida excepcional, el lugar tan acogedor y el servicio del personal tan atento, detallista y agradecido.
¿Puntos negativos? Vaaaale… mmm… supongo que el hecho de presentarme el menú de la semana antes de dictarme el del día puede dar coba a confusiones sobre sus preferencias, cosa que yo entiendo siendo un negocio, qué voy a decir… Pero si uno no es conspiranoide lo pasará por alto.
Y… ya.
9 de 10.

Recién llegada a Zaragoza me llevaron a comer a este acogedor restaurante situado en el centro. Al entrar nos dijeron que para comer sentados teníamos que esperar unos minutitos y nos ofrecieron beber alguna cosa en la barra. Pasados 5 minutos nos pasaron a la planta superior y la verdad es que me gustó mucho. Se trata de un espacio con pocas mesas y la decoración es entre rústica y moderna.
Habían varios menús para escoger; nosotros nos decantamos por el del día. Yo me pedí unas habas con bechamel (muy ricas) y de segundo la carrillada (también muy buena). También se incluía el postre y la bebida.
El servicio es atento y rápido así que imposible ponerle menos de 4 estrellas. Prometo volver :)

De esos sitios que llegas y tienes un pálpito mientras tu mente procesa…“aquí voy a comer bien”. Eso me pasó en el Birolla4. Decidimos «tapear algo» un Juernes por la tarde — noche, y nos dejamos aconsejar para la elección del sitio. La verdad, desconocía su existencia, y sinceramente la experiencia fue fabulosa.
El local tiene un encanto especial, me pareció muy confortable y agradable, tanto en la decoración, como en el propio ambiente. Es cierto que al ser Juernes no había casi gente, pero aún así percibo que el lugar es de los que gusta estar, esté como esté.
Nada más entrar, tienes una zona de barra con sus sillas, y tras un leve paseito por el pasillo tienes la zona de restaurante. No hay excesivas mesas, digamos que esta zona no es especialmente grande, pero disponen de una planta superior para cuando el local urge de espacio, y la afluencia es más grande. Todo el local está decorado con una especie de ladrillo antiguo, que unido a la iluminación más que acertada en mi opinión, consiguen un ambiente cálido y agradable.
El servicio es muy profesional. Además te tratan con una exquisita educación. Eso unido a una enorme atención en el trato directo al cliente tanto en los modos, gestualidad, cercanía, como en palabras, lo hace muy recomendable.
La carta te ofrece alternativas suficientes, pero tiene una medida justa. Nosotros tomamos unas croquetas de jamón y otras de rabo de toro (ambas espectaculares), un risotto de boletus con arroz (delicioso), y una tempura de verduras que estaba realmente buena. Para rematar chuletón con patatas a lo pobre, que la verdad me sería difícil de definir de lo espectacular que estaba. Además para no «apestar» el local, nada de planchas, ni piedras, ni otros métodos…si hay que volver a pasarlo por cualquier menester, ¡se pasa! pero pasar por pasar es tontería. En cuanto a los postres, pocos pero valientes.
Sin duda el Birolla4 es uno de esos sitios con la doble R… para repetir, y para recomendar.

Birolla4 ha sido un grato descubrimiento. Fue de esas veces que te dejas aconsejar por los amigos y terminas en un sitio muy bueno y totalmente recomendable.
El local me pareció muy chulo y el personal fue muy agradable con nosotros.
Nada más entrar tienen la barra y al fondo la zona de restaurante con unas pocas mesas muy bien decoradas.
Tienen una carta amplia, pero no para volverte loca, y como llevábamos idea de tomar unos entrantes para compartir entre todos, nos aconsejaron sobre las especialidades.
Empezamos con unas croquetas de jamón y rabo de toro. Muy buenas.
Seguimos con un risotto de boletus con arroz de las cinco Villas y una tempura de hortalizas de la huerta con soja y romescu. Estaban espectaculares.
Y terminamos con un chuletón con patatas a lo pobre de guarnición, que también gustó muchísimo.
Cada uno nos pedimos un postre (esto ya no se comparte), no había muchas opciones pero tenían muy buena pinta. En mi caso me decidí la pasión por chocolate, y la verdad es que me encantó.
Seguro que repetimos porque la cena estaba muy buena y el sitio es muy muy agradable.

Me encantan los nuevos establecimientos regentados por gente joven con ganas de comerse el mundo y más.
Hace unos meses este negocio cambio de manos y los nuevos dueños cumplen ese perfil que creo que es imprescindible para poder sacar adelante un negocio.
Ganas no les falta, buena mano en la cocina y en la sala tampoco y un local excepcional, termina de completar la ecuación.
El lugar está genial ya que cuenta con tres espacios diferenciados. Nada más entrar, tienes la zona de la barra decorada de un modo funcional sin perder el encanto de las paredes de ladrillo antiguo. Si sigues al fondo, una pequeña sala con unas poquitas mesas con los techos a modo de las bodegas antiguas y, en la planta superior otra sala un poquito más amplia con la bodega acristalada, que abren para ocasiones especiales o los fines de semana.
Si vas entre semana, está muy bien que no cuentan con barra de tapas. Lo que tienen es un cartel donde eliges lo que quieres y te lo preparan en el momento, así las tapas no se quedan mustias ni chuchurrias y te las comer recién hechas. De entre el tapeo, sin lugar a dudas, te recomiendo las croquetas, sobre todo, las de rabo de toro, que son muy buenas, y el risotto de boletus que está magníficamente preparado.
Respecto a la carta, cuentan con una carta muy correcta, ni muy larga ni muy corta, lo cual se agradece. De ella, si puedes, te recomiendo que pruebes el filete de vaca vieja (1Kg. de carnaza) que te sacan al punto que les pidas… eso si, ¡ojo! no te sacan a la mesa ni planchas, ni piedras, ni quemadores ni nada para que la sala no se llene de pestuz a quemado… simplemente si se queda fría, les pides que te la vuelvan a calentar y listo.
En cuanto a los postres, poquitos pero muy muy muy buenos… la panna cotta de limón es espectacular y el sorbete de mandarina al vodka (ligerito, para bajar la carnaza).
Espero oir en breve, que este se ha convertido en uno de los nuevos rincones de culto del Tubo.