La semana pasada me cité con una amiga aquí para tener una reunión de trabajo/comida/networking(llámalo«x» y despeja) y acabaron invitándonos a comer aquí. Sinceramente, no conocía este local. Sólo conocía su local«hermano» en la calle Costa, y he de decir que me sorprendió muy gratamente. El local cuando entras, tiene una estética un tanto particular… y hasta que no te explican el rollo… pues como que cuesta pillarlo ya que por el techo y pared ves pilas de cajas de plástico de fruta y verdura y al fondo una especie de cortina hecha con cuerdas que no acabas de entender… Ya, cuando te dicen que la decoración es un homenaje al Merca Zaragoza… piensas… «mmm ¡aha… pero aquí huele bien y no hay mucha mierder…». Coñas aparte, te acostumbras rápido y llega un momento en que lo ves gracioso. Probamos varios platos: — Gorgonzola cremoso con miel de caña trufada y nueces con pan de Cerdeña: Nos explicaron que el queso no se había preparado. Lo traen directamente así desde Italia de una familia que madura el Gorgonzola en una cueva que aporta esa untuosidad y textura al queso. También me gustó la historia que nos contaron del pan, que era el que llevaban los marinos italianos ya que aguanta muy bien las largas travesías. — Pecorino trufado: otro queso más… y este ratón, sin quejarse… Decir que estaba superior es poco… el aroma de la trufa penetra través de las grietas naturales del queso dándole toooodo el saborazo. — Alcachofa confitada en aceite a baja temperatura y marcado a la plancha: Increíblemente buenas. En plena temporada de alcachofas, estas me resultaron simplemente irresistibles. — Atún blue fin con guacamole y salsa de soja dulce: materia prima de inmejorable calidad. Hablamos sobre atún y sobre el blue fin en concreto y para demostrar el origen de este pescado nos enseñaron la etiqueta de trazabilidad. Si eres fan, mega fan y super fan del atún, deberías probarlo. — Canelones de longaniza con farsa de Puerro y longaniza de Graus napado con queso de Albarracin: siendo Jueves Lardero, no podía faltar un plato con longaniza… — Calçots de La Padrola con romesco: nos contaron que se los traen asados y envasados al vacío para que no pierdan nada de su aroma ya que ellos, no podrían ni aunque quisieran, asarlos a las brasas en el restaurante(¿os imagináis la zorrera?). Un detalle a agradecer y a destacar, es que te los sacan limpios, por lo que prácticamente, ni te manchas. — y como era jueves… algo ligerito… ¡¡¡COCIDO!!! — muerte por gochez — Un cocido buenísimo con su sopa desgrasada, sus garbancicos mantecosos, sus embutidos light… A estas alturas de la película, yo ya estaba por pedir el café con sacarina, por aquello de reducir calorías cuando llegaron los postres. y ¡zasca! — Un Coulant de chocolate con nata avainillada casera: correcto y normal. — y una tarta de limón con merengue que me dejó toda loca de lo buenísima que estaba… Ahora se me ha puesto en el morro ir a probar un arroz… a ver cuando saco tiempo y hueco para meterlo.