He de reconocer que igual no soy del todo ecuánime, ya que para mí es un lugar con un componente emocional. Es posible que ese componente haga que sea un poco más tolerante, pero es inevitable en mi caso. El flash es un restaurante que lleva muchos años en funcionamiento. La crisis hizo que uno de sus locales situados en Paseo Damas tuviera que cerrar. Recuerdo ir muchas veces con mis padres y hermano de pequeño y aquel escalope con patatas que me volvía loco, y más siendo niño. Tras muchos años se convirtió en un lugar de visita con mi pareja, y es de esos sitios que aunque no den el mejor género jamás probado, cumple de sobras. Tienen una carta muy amplia, entrantes, pizzas, ensaladas, platos combinados, quiches, carnes, postres, etc. Además tienen menú diario, de noche, de dos personas, festivo… en fin por comida no será. Yo suelo ser más bien sentimental en este lugar y hace años que me cuesta cambiar y no pedirme mi plato combinado Picasuelos. No busquéis perfección, pero con hambre no os quedáreis, un plato tan sencillo con calamares, ensalada jamón y queso, pechugas de pollo a la plancha y patatas fritas, sí, parece menú de niño, pero no siempre hay que comer con la sensación de que vas a hacer un máster. En cualquier caso hace poco pedí un menú, y la paella que pedí no era lo mejor que había probado, un poco seca y ausente de sabor. La carne de segundo con la salsa de roquefort estaba buena. Cosas a mejorar después de tantos años, varias. El local y la decoración están antiguos y un poco descuidado, supongo que la crisis ha afectado y es difícil poder meterse en una reforma por pequeña que sea, pero necesita un lavado de cara, aunque sea de pintura. El servicio amable y muy rápido, eso siempre ha sido así. El personal de ahora es joven y no es el de toda la vida, pero son amables y educados. Me sigue llamando la atención tener que ir a pagar a la barra, aunque estés en la planta superior, pero es algo que siempre hacían y que en el fondo me alegra que siga siendo así. Antes te dejaban la nota en la mesa con lo que ibas tomando, las últimas veces ya no. En su contra para mí sigue siendo caro, los platos combinados no son precisamente baratos, y si te pones con bebidas, postres, cafés y demás se te pone en un pico, comparado con lo que pueda ser un menú. En cualquier caso, es un lugar tranquilo, de siempre y con un ambiente normal y relajado. Yo sin duda, vuelvo y volveré.
Verónica G.
Rating des Ortes: 4 Zaragoza
Este restaurante familiar lleva funcionando muchos años en Zaragoza. Está decorado de forma clásica, podríamos decir que mezcla un poco los estilos, y no le vendría mal una reformita para mejorar sus instalaciones. Pero con respecto a la comida no tengo ninguna queja. Las pizzas están muy buenas, no me canso nunca de ellas, y hay que reconocer que las ensaladas, pastas y quichés no les tienen nada que envidiar… He probado sus platos combinados, mi preferido«el Picasuelos» .No son platos nada complicados. Pechugas de pollo, calamares, ensalada, patatas fritas, etc. Lo que gusta siempre tanto a mayores como niños… Nada de platos sofisticados ni presentaciones espectaculares, pero eso sí, puedo asegurar que no te quedas con hambre… Pero lo mejor, en mi opinión, sus postres. Copas de helado, sorbetes, tortitas con nata y sirope, el clásico banana split… Tienen esos postres de verdad. Los de toda la vida… Postres con los que NO te quedas pensando ¿Esto es todo?