Después de unos análisis de sangre, la mejor idea es reponer fuerzas con un buen desayuno, pero si es muy pronto es difícil encontrar bares abiertos, y éste no estaba el otro día, por lo que fue mi opción para recuperar la sangre perdida. No me servía un simple café con algo dulce así que opté por un mini bocadillo y la sorpresa fue grata al ver que no era tan mini; de calidad media lo que sí me gustó fue que estaba recién hecho y el pan era bueno, algo que es más difícil encontrar cada día. A pesar de ser tan pronto había ya bastante variedad y la camarera fue rápida y amable. Al estar al lado de una biblioteca este bar es bastante frecuentado por estudiantes, aunque también por personas que van a trabajar por la zona y prefieren no desayunar en casa, en resumen ambiente variado y calidad aceptable para tomar un desayuno.