Si Zugarramurdi es un pueblo precioso, Graxiana es un restaurante que no desentona para nada allí. Por dentro parece una casita de montaña y fuera tiene una terraza amplia, rodeada de naturaleza con banquitos y mesas de madera. La comida es totalmente casera. Tienen un menú por 12,50 € con muchos platos para elegir. Además el tamaño de las raciones es considerable. Es como comer en tu casa, pero sin tener que cocinar. Yo elegí unas crema de verduras, que estaba buenísima, de primero y pescado del día con panaderas de segundo. Ese día el pescado del día era dorada. De postre me decanté por lo más ligero, fruta del tiempo, aunque había yogur casero, natillas, torrijas, bizcocho con chocolate caliente,… Comimos fenomenal, sin duda fue una muy buena elección.