Aquíles

Ubicado en pleno PCHas es una de las pocas parrillas que dieron el salto a restó más general, y que ampliaron su carta y el perfil de comensales. Por la zona hay otros lugares tipo parrilla, pero todavía se quedaron en cierto grado de precariedad o un poco pasados en el tiempo.
Bastante modernizado a lo que era hace un tiempo, si bien no es excesivamente grande en su interior, al estar todo vidriado cualquier mesa permite una buena vista de lo que está pasando afuera. Además en verano agregan mas mesas en el exterior (obvio con sombrillas) invitando a disfrutar una tarde, o un desayuno (típicamente tiene unas 6, pasando a 10 o 12 mesas en verano).
El servicio es bastante bueno, y la atención telefónica también. Yo suelo pedir típicamente para el almuerzo algunas veces voy directamente y siempre te atienden bien.
Si bien su fuerte es la parrilla, te dan la alternativa en sándwiches o al plato con porciones abundantes (recomendable el lomito completo con fritas). Tienen además algunas opciones de pasta y pizzas (las pizzas no son nada del otro mundo pero zafan bastante, tienen buena masa). Además en líneas generales no es un lugar caro (sacando algunos cortes) lo cual te permite ir seguido sin romper el chanchito.
Lo que más me gusta del lugar es que a diferencia de otras parrillas de la zona Aquiles hizo un upgrade en su oferta, tanto en variedad de platos no cárnicos como en las alternativas de uso del lugar. Hoy te ofrece menú del día para el que labura cerca, tiene una modesta pero linda cafetería en una esquina privilegiada, tiene delivery (acá juegan fuerte las pizzas) y lo mejor, en verano… tantas mesas afuera (de madera, súper lindas y cuidadas, con una decoración de plantas/​macetas importante) invitan a sentarte a tomar una cerveza fresca con amigos

El triangulito antes denominado «del Inca» con buena variedad de platos y muy recomendado para tomar un café si estas cerca y no queres manejar mucho. Buena pizza. Los precios bajos. El plus Pantalla Gigante para los partidos. Buena estetica para lo que otrora fue un bodegón