La atención 10 puntos, la panera 11 puntos, la rapidez por ahora casi inigualable pero hay que aclarar que un miércoles a la noche no había mucha gente y no puede ser tan complicado lograr lo anteriormente dicho. La comida me pareció muy original y para personas que no le hacen asco a nada ya que de los platos principales solo hay opciones de: langostinos, pesca del día, carne vacuna, codorniz y conejo. Los sabores fueron muy particulares pero en mi caso la codorniz me pareció muy fea en sabor y la carne vacuna prefiero comerla de manera distinta por más que el sabor haya sido original. No le pongo las 5 estrellas porque no volvería a ir pero al mismo tiempo no tengo ninguna crítica puntal salvo que no fueron sabores que me impacten como para recomendarlo.
Santiago T.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Es un oasis en el modesto barrio de Constitución. Para los que estudiamos por la zona, tanto en Sociales de la UBA, como en la UADE, este lugar es un escape a los restaurantes que no pasarían un control de bromatología ni por asomo y que abundan en la zona. Tiene una onda neoyorquina, con mesas comunales, cocina en el mismo salón y estilo medio fabril que rememora un poco el Meatpacking District. Muy bien puesto para el barrio, con platos bien presentados, y cada detalle de la estética es muy cuidado, sorprende sinceramente. Si estuviera en Palermo o hasta en San Telmo sería uno más, del montón, pero todos estos detalles en Constitución no son moneda corriente. Si bien mi experiencia siempre fue al mediodía y comiendo menú ejecutivo(somos estudiantes, secos), puedo asegurar que siempre comí muy bien, y que los menúes son bastante completos. En contraposición con los platos de la carta que cuestan entre $ 120 y $ 200, el menú entero que varía cada día cuesta $ 125 e incluye: un aperitivo, una pequeña entrada(a veces hummus con tortilla, a veces bruschettas, etc), un plato principal(desde pesca del día con batatas crocantes y ensalada de verdes, hasta risotto de vegetales, o ñoquis con salsa de panceta y verdeo), un postre que viene en un vaso muy pequeñito pero nunca decepciona, una bebida que puede ser agua, gaseosa, limonada o copa de vino, y un café muy pero muy rico. Festejo la existencia de Bis y pronto iré a conocer a su hermano mayor, Aramburu.
Charo M.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Lo descubrí esperando el colectiva en la esquina. Lo miraba de lejos y me llamaba la atención la decoración, los aceites de oliva y los vinos en pleno Constitución. En cuanto pude, convencí a mi madre y a un amigo que estaba de visita de ir. Comimos espectacular. Pedimos una entrada que tenía mollejas y que gustó mucho. Pero los platos principales, ñoquis salteados y risoto de cebada, fueron espectaculares. La cebada estaba perfecta, cremosa, fresca, umami total. Los ñoquis eran un poco más normales, pero muy ricos. Las porciones estaban re bien calculadas para compartir. Es caro. Para un evento especial o que te invite alguien. No se qué tal ir de noche y salir a una cuadra de la autopista y a otra de 9 de Julio, habiendo gastado evidentemente, un dineral. Pero supongo que es el proceso de gentrificación del barrio que llevaron la UADE y ahora Sociales de la UBA. Lo recomiendo, con ahínco. Vayan y prueben cosas ricas.
Nando D.
Rating des Ortes: 1 Buenos Aires, Argentina
Desilusión total. Nada positivo puedo decir del«hermano menor de Aramburu» Fuimos con reserva, pero al llegar, el mozo en bermudas deshilachado que me atiende me mira extrañado –espera que alguna mesa se desocupa en breve… Sentados en una pequeña barra con vista a la cocina y lo primero que uno observa es la falta de higiene del sector. La otra mesera del lugar, muuy desalineada en su vestimenta y cabellera, hace su tarea con las manos: toma los chips de batata de un recipiente, los agrega al plato con un corte de carne, toma panes de una bandeja y arma la panera, saca un vino de la heladera y sirve una copa, la lleva a la mesa, limpia una mesa que se desocupa, cobra la cuenta de otra, y regresa a la cocina a tomar contacto con los alimentos, todo entre tachos de basura que rebalsan… Mejor ocultar la cocina, piensa uno. Ojos que no ven… A la hora de hacer el pedido, pregunto cuál es la pesca del día: –Creo que salmón blanco, averiguo y te digo. –Ok –No, es truchón –Truchón? Qué es eso? –Una trucha… Grande. Finalmente optamos por un aceptable ojo de bife y unos saladísimos ñoquis, casi incomibles. Daba para decirle al cocinero que en una salsa con olivas negras y panceta había que tener cuidado con la sal, pero ya era tarde y debíamos regresar. Pagamos la cuenta(al menos los precios no son altos) y al salir nos lleva puestos el carro del proveedor de agua. Sí, por la puerta principal, en pleno horario de almuerzo… En resumen, creo que el glamour que ciertos lugares inventan en las redes sociales, como«el nuevo resto de unos de los mejores chefs del país, con la carta de vinos de la gran sommelier…» hace que uno al encontrarse con un lugar de lo mas común se sienta desilusionado y obviamente sin ganas de volver nunca más.
Lucas M.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Lindo lugar. Buena atención. Carta corta y sofisticada. Si te sentás en la barra ves la cocina(que es abierta). Probar el arroz con leche hecho con nitrógeno, pero batirlo rápido para que no se congele. Es un programa per se.
Lucía P.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
Es una vinería, pariente del restó Aramburu, pero es un lindo lugar para ir a estudiar y tomar algo si cursás en fsoc y, como yo, odiás La Barbarie y todo lo que eso implica. Una buena opción jipiless cerca de sociales. Es tranquilo y hay mesas grandes para ir en grupo. Además, tienen comidas y cocina a la vista, será para la próxima ocasión.