Bellagamba

Interesante bodegón ubicado muy cerca a Once, sobre Rivadavia se encuentra Bellagamba, debo decir que me gusto, si bien es de «autoservicio».
Es bueno y barato! Menus por $ 35 y después mucha variedad de platos, milanesas, empanadas, ensaladas, cervezas.
Yo me «agarre» una milanesa napolitana con papas fritas, la calenté, me agarre una cervezita y listo todo por $ 60 pesos.
Decorado a la antigua, mesas de distintos estilos algunas son maquinas de cocer jaja muy divertido, una Rocola (que no se si funciona), botellas por todos lados, ambiente distendido y buena música de Rock.
Es especial para comer algo y compartir con amigos, cervezas de por medio y una relación precio y calidad muy buena

En la cuadra de enfrente al Café de los Angelitos se encuentra este bolichón que es la mejor opción si sos joven (o no tanto), te gusta el rock, estás a fin de mes (o sea, el segundo día del mes) y sin ganas de cocinar.
No pretende ser más de lo que es: un bar gasolero.
Es todo autoservicio, o sea uno va a buscar la cerveza a la heladera, se buscan sus propios vasos y va a pagar a la barra. La misma mecánica ocurre con la comida que está ahí para que te sirvas y metas todo al microondas.
Buena música nacional e internacional a todo volúmen, por lo tanto a veces se complica hablar.

Aun que tenga su local en Palermo y su local el Balvanera (y otros dos), siento que Bellagamba encaja más en Balvanera que en cualquier parte de la Ciudad.
Bellagamba propone el Autoservicio o solicitar pedido en la barra lo cual no me desagrada para nada ya que para tradicionalidad me quedo en mi casa.
Tragos, comida, café todo en la barra.
Exponen ciertos alimentos para servirse y otros son preparados para el momento.
Esa estética de bodegón y la fonola son lo q mas me gusta. Y aunque la comida es tan sencilla como por ejemplo «Hamburguesa casera a la napolitana con guarnición» el precio es razonable porque por ello pagamos $ 40.
Y en acuerdo con una reseña que leí por aquí, Bellagamba ofrece Experiencia Bellagamba.

anoche fuimos a cenar cn unas amigas, y como siempre comimos riquisimo. Lo que me gusta de este lugar es la decoracion y que uno se sirve lo que desea. Es economico y la bebida siempre esta heladisima!!!

El lugar tiene su estilo y eso es agradable y creo que es lo mas destacado que tiene. En cuanto a la comida es barata y variada… pero al menos en mi experiencia no estaba muy buena.. no parecía muy fresca y no tenia buen sabor.
Realmente si podes pagar unos mangos mas sin irte tampoco al otro extremo. hay lugares con propuestas mas interesantes y de mejor calidad en la zona.

Le doy dos estrellas porque me parece un lugar que no intenta vender mas de lo que es, pero en cuanto a comida deja bastante que desear. Es muy barato, pero como «lo barato sale caro», no hay que esperar una delicia en el plato. Tiene pinta de sucio, lo cual no es necesario para ser un bodegón, una cosa es tener antigüedades y otra es pasar un plumero de vez en cuando. Es autoservicio, por lo cual no hay mozos. Si vas de noche la música está muy fuerte, pero demasiado fuerte eh, te zumban los oídos al salir. Suele llenarse de hippies y hipsters que lo adoptan por los precios y lo vintage.

Es un bodegón bastante simpático de la manera en que está ambientado y cuyos precios son realmente accesibles.
La comida no es wow, pero vamos, hay platos (al menos la última vez que fui el año pasado) de $ 40. Desde milanesas de merluza con puré hasta pizzas, carnes con papas, tartas etc, que la verdad son ricas pero nada del otro mundo.
Con bebida y postre, gastarán en total no mas de $ 80 por persona, lo cual hoy en día es un regalo. Igualmente no es un lugar como para ir a «pasear» sino que parecería ser ideal para salir de la oficina e ir a almorzar todos los días.

Bellagamba bodegón! Dicen que desde 1925 este restaurante alimenta con clásicos de la gastronomía porteña a la población que hacen vida cerca de donde se encuentra en la av Rivadavia al 2138.
Ofrece platos económicos y del día que en promedio cuestan 40 $, y las empanadas (que son de las mejores que he probado) cuestan 10 $.
Si vienen les recomiendo pedir las clásicas empanadas de pollo, y fritas de Jamon con queso.
El lugar es agradable pero se nota que no han re modelado desde que inauguraron. la atención es regular a buena, aunque la verdad mas bien tienen una dinámica de autoservicio.
Volvería? Por las empanadas, si
Ojo excelente relación precio — calidad

Buen lugar para tomar unas cervezas y comer algo ligero, las opciones son variadas, desde empanadas hasta postres, con la diferencia que es autoservicio. Las empanadas de vegetales y queso roquefort son riquísimas! Al mediodía encontrás opciones súper económicas (el menú del día está a 35 pesos). La decoración se me hizo muy linda, botellas por todos lados, cuadros, fotos… da un ambiente cálido y bohemio, complementado con buena música. El único detalle es que está muy lleno, puede que llegues y no haya lugar disponible, por lo cual es bueno que vayas con la idea de comprar comida y llevártela.

Sí, ya sé. Quizás 4 estrellas es mucho pero quería darle 1 por bueno, 1 por rico y otra por barato hasta que me di cuenta que estaba faltando la estrella que corresponde a la experiencia Bellagamba.
Lo primero y mejor que podes hacer antes de ir es bajar todas las pretensiones y expectativas; después, entra, relaja y dejate llevar por el ambiente. Sí, la gente es medio bohemia, medio hippie, medio ruidosa, medio borracha, y algunos pocos medio comunes. En algún medio todos encajamos, y aquí no va a ser la excepción.
El servicio es principalmente AUTOSERVICIO: sirvase usted mismo y, después, pase por caja antes de sentarse a comer. Hay platos que, por otro lado, los pedís en la barra y te los preparan en el momento. Igual olvidate de mozos o servicio de mesa porque no van a venir y te recomiendo, no sólo acá si no en cualquier otro autoservice, que no seas mugrient@ y devuelvas la bandeja después del banquete. El simple y sencillo CLEAN YOUR OWN MESS porque hay otros que vienen detrás.
En cuanto a las porciones son normales y podes picar un poco de cada cosa hasta tienen tortas y postres por porción. Y todo es muy fresco porque laburan a lo loco. Tambieb, hay una pequeña variedad de vinos y cervezas y algunas bebidas blancas y aperitivos. Todo esto a precios que parecen de los 90s.
Mi recomendación: ideal para comer al paso al mediodía o para tomar ese vinito o esa cervecita con esos amigos ruidosos y alegres que siempre abundan.

Bueno, bonito y barato.
La verdad que cuando andamos en época de vacas flacas o simplemente queremos cuidar el bolsillo, con mis amigos nos juntamos en este bodegón.
Por su precio y por la onda del lugar suele llenarse rápido asi que tal vez haya que reservar antes o esperar a que se desocupe una mesa. La modalidad es de autoservicio, debido a que los mozos suelen estar muy ajetreados, asi que si no queres esperar, podes ir a buscar la comida o la bebida y pagar en caja directamente.
No soy muy fan de sus comidas, ya que hay que recalentarlas y no me gusta, pero si está bueno para unas birras con maní o algo para picar.
En un párrafo aparte pongo lo que más me gusta que es el ambiente, todo lleno de botellas de bebidas en donde podes colocar alguna nota o carta. La música es un RE si, mucho rock nacional y tal vez algo de afuera, lo único malo es que la musica suele estar muy fuerte y el nivel de ruido tiende a ser elevado.
Si estan por congreso y no saben a donde ir, este bodegon es una buena opcion.

Me encanto este bodegon, paso siempre por allí hasta que un día me decidí a entrar porque vi que tenían un cartel de menú a 35 pesos, adentro había mas baratos también, podes comprar para llevar o bien quedarte a comer en el lugar. Podes elegir entre ensaladas, milanesas, empanadas, lo que sea pero que es comida casera-​casera no te lo puedo negar. Ademas de el precio de menú diario podes encontrarte con opciones mas baratas o mas caras que varían desde los $ 10, cada empanada, o como muy caro algo de $ 65.
Esta muy bien decorado, muy antiguo, con mesas armadas con soportes de maquinas de coser, lo cual me pareció una genialidad, hasta tienen una rocola que no se si funciona pero me encanto verla ahí. Para los que van solos, pueden entretenerse mirando la tv y para los que van acompañados tienen asientos en mesas grupales que son muy confortables.
Tienen postres muy elaborados, podes encontrar desde un cheesecake hasta tiramisu, como el tradicional y clásico flan con dulce o budín de pan. En cuanto a las bebidas podes optar por gaseosas, vinos, aguas saborizadas y muy buenas cervezas, tanto artesanales como las ya conocidas y preferidas por los Unilocalers de marca Sol.

Esta es la sucursal original de Bellagamba, que existe hace muchísimos años, en el corazón del barrio de Balvanera.
Tiene, como bien dicen las otras reseñas, una onda un poco «retro». Está super decorado con botellas de todo tipo de bebidas en casi todo el local, al igual que fotos hasta en las mesas.
En general es autoservicio, uno tiene que ir a buscar lo que quiera tomar y/​o comer y luego lo paga en la caja. Después vienen «mozos» a buscar lo que quede vacío.
Todas las veces que estuve ahí fue con amigos, nunca a cenar. Entiendo que la comida es barata, lo que también se debe no sólo al hecho del autoservicio sino que está siempre fría y uno la tiene que calentar en un microondas. Como nunca comí absolutamente nada acá (tampoco tuve mucho interés ni necesidad) no puedo hacer una reseña sobre este aspecto.
Los precios de las cervezas son el promedio de lo que se puede conseguir en general. Está buena la variedad de marcas. Por supuesto, no vas a pagar lo mismo que en la mayoría de los bares de Palermo. Entonces, en ese sentido es una gran opción si no querés gastar mucho y tomar algo tranqui.
La música suele estar fuerte y casi siempre es rock. Ideal para ir con amigos.

Si te gustan los bodegones, este es el lugar indicado.
Fui con una amiga a tomar unas cervezas y comer algo mientras charlamos de la vida. El lugar puede ser un poco ruidoso pero la decoración y el ambiente pueden mas.
Quedé enamorada de las mesas que están sobre el ventanal que da a la calle. Eran unas mesas con la base de las clásicas maquinas de coser Singer… De esas que regalaba Evita.
Las paredes están cubiertas de botellas de todo tipo de bebidas que ponen un marco genial al lugar.
Lo interesante es que es autoservicio: te servís, caletas, pagas y te sentas a comer. Los típicos platos son empanadas, tortillas, tartas, minutas que podes calentar en varios microondas disponibles.
Lo único que restaría unos puntos es el baño que estaba un poco descuidado.

El lugar gana porque se come barato en un lugar con onda pero hay que saber que la comida es tranqui, nada gourmet. El sistema es buscar la comida y calentarla en microondas en el fondo del comercio. El mozo solo lleva la bebida.
El ambiente es muy distendido, la ambientación es retro con muchas botellas antiquísimas y pies de máquinas de coser que ofician de mesa.

Buen lugar para tomar algo con amigos y porque no comer alguna comida. La relación precio calidad es muy buena pero no esperes una comida gourmet. Tenes que servirte vos mismo y pagar en la caja.
Tiene una ambientación muy particular he ido varias veces. Para mi es un lugar para conocer una vez y ya.

El original de los Bellagamba, antes que se reprodujeran por San Telmo, Parque Centenario y Palermo.
El bar en cuestión se hizo famoso porque es una buena mezcla entre after office y lugar donde comer algo rápido y no tan caro.
La comida es variada pero, hay que admitirlo, no es gran cosa. Es autoservicio (así como también las bebidas) y los platos suelen estar fríos. Hay un microondas a disposición de uno para calentarlos que claramente les da ese gusto «tan microondas» distinto a la comida recién cocinada.
Para tomar, la mejor opción es la cerveza. Y si viene acompañada con alguna picada rápida, mucho mejor.
Al mediodía hay menúes económicos y suele acercarse la gente que trabaja por la zona de Congreso y de Once. A la noche, mucha música y grupos de amigos aprovechando el dos por uno.
Lo mejor de Bellagamba, sin dudas, es la ambientación del lugar: botellas antiguas, muchas fotos y cuadros enmarcados, y hasta mesas construidas sobre antiquísimas máquinas de coser.

Resto bar bien ambientado, estilo rock vintage, económico, autoservicio, mucha música, mucha gente, cita obligada de afters, y espectadores de teatros de los alrededores. Ofrece platos de cocina tradicional tipo milanesas, supremas, tartas y pastas caseras.
Bellagamba es más bien un lugar de «paso» para quienes trabajan en la zona. Tenes que entender la onda del lugar, su esencia. No es para ir a cenar. Es para tomar algo hasta la madrugada y escuchar mucho rock and roll.
Lugar atractivo para llenarse la panza con poca plata. Ambiente cálido y prepárate que tipo 11hs, la música sube a todo lo que daaaaaaaaa!

Lo que más me copa de Bellagamba es la estética retro: botellas de vino vacías en estantes, retratos en blanco y negro del abuelo de alguien, espejos con marcos dorados y barrocos. La luz tenue, música al palo y comida rica y barata. Si estás buscando comer comida gourmet, olvidate. Pero en cambio, si estás buscando algo rápido y encima autoservicio, es el lugar. Hay desde empanadas, hasta pollo al verdeo, pastas y mondongo. Hay un plato del día que ronda los 22 pesos: papás fritas con milanesa, pastel de papá, todos los 29 ñoquis, fideos con estofado y chorizo a la pomarola, entre otros. Para tomar hay bebidas, cerveza y vino. Es comida casera, pero al ser más autoservicio no siempre está caliente o a gusto: de todos modos hay un microondas a tu disposición para calentarte lo que quieras. Generalmente hay muchos grupos de amigos, o parejas de novios. No hay muchas familias dado que la música está fuerte y la comodidad no es lo que prevalece. Es un lugar para ir tranqui, a gastar poco, y a comer medianamente bien.