Café Juan Pablo Repetto

Este lugar es simplemente maravilloso.
Solamente con otrar al local cambia tu día, no importa que tan malo sea, todo irradia una energía increíble que hace que te olvides de todo.
La gente del local ayuda a que la experiencia sea increíble, seguramente este Juan Pablo que recibe a todos con una sonrisa que le ilumina toda la cara.
Para comer hay de todo, ensaladas, sándwiches, entras y se ven en exhibición todas las cosas dulces que es imposible no tentarse, hacen una carrot cake que es de lo mejor que comí en mi vida.
Es un lugar ideal para ir a compartir largas horas con amigos, pareja, etc, te sumergis en otro mundo del que no te queres ir. Te sentas y ves la decoración, no paras de encontrar detalles nuevos, todo creación de Juan Pablo.
Encima de todo, si te gustan las tazas en las que sirven el café, tienen a la venta entre otras cosas de porcelana.
Una se va planeando la próxima visita.

Me encantó.
Gracias a Unilocal había escuchado de este café, así que sonaba como una opción perfecta para merendar comiendo cosas ricas. Fui un domingo a la tarde y no estaba demasiado lleno, lo que fue un alivio: podés sentarte en una zona alejada de otras personas pero tenés voces de fondo que curiosamente dan el aire de intimidad a las charlas.
La atención es muy buena, la mesera estuvo súper pendiente de nuestra mesa, nos aconsejó un montón con respecto a las porciones (tenía razón, eran grandes y no las pudimos terminar, pero estábamos encaprichados con probar más de un tipo de pastelería) que son súper generosas, al igual que las bebidas. Probamos la chocotorta (ya había probado una en frasquito en Intanto) y la abuela Betty, geniales… no había lemon pie, perfecta excusa para regresar. Para tomar, un exprimido (creo) y un enorme té frío, porque no daba para tomar algo caliente con el clima.
Los asientos son súper cómodos, me gusta el look ecléctico de mismatched furniture que no solamente es lindo de ver pero sino que hace súper agradable la estadía con su comodidad. Hay revistas y diarios para ponerse al día, también, detalle interesante. La decoración de todo el local es genial, la verdad.
Todo fue súper ameno, la verdad es que me gustó mucho la experiencia. Los baños son adorables también, de estilo más bien viejito, pero todo bien cuidado.
No podía esperar a ver si quedo en el evento de pastelería para conocer este café, y la verdad es que valió la pena.

Amo todo de este lugar. Es un café maravilloso, decorado con los objetos que pinta el dueño ya sean tazas (las mismas con las que te sirven el café), platos o simplemente el lugar con frases pintadas. Cuando llegas por lo general te recibe el dueño con su buena onda de siempre y una de las meseras te da la carta para que elijas todo lo EXQUISITO que hay para comer, ya sea salado o dulce todo es riquisimo y casero.
Todos sus platos son abundantes y en cuanto a calidad-​precio esta muy bien, todo lo que te sirven es lo que vale pagar. Una vez que vas te dan ganas de ir una y mil veces por la buena onda del lugar y porque todo lo que ofrecen. Tambien hay unos estantes con cosas de porcelanas pintadas por el dueño que estan a la venta y recomiendo mucho comprar algo porque todo es divino y unico!
Recomiendo completamente este lugar para ir a pasar un lindo momento con alguien y comer rico!

Llegué al lugar de casualidad caminando por la zona, desde la vereda de en frente ya se puede apreciar la decoración del lugar.
Al entrar las chicas me recibieron y tomaron mi pedido enseguida. Pedi una limonada con un frasco dulce de chocotorta; muy rico por cierto.
Pero lo que mas me llamo la atencion del lugar era la cantidad de artesanías y cosas de porcellana que se exhibían. Todas hechas por el dueño del lugar con un toque único cada una. Asi como también todo lo de la carta esta hecho por su dueño. Vale la pena ir en grupo para probar todo lo que ofrece
Totalmente recomendable no sólo por la cantidad de cosas ricas que hay para elegir sino por la calidad de atención y el buen momento que te hacen pasar la gente de «CAFE JUAN PABLO REPETTO»

La pastelería de Café Juan Pablo Repetto está muy bien, comí una galletita porque estaba sin hambre y de pasada, pero las cosas se veían muy buenas, todo tenía mucha pinta.
El café no es feo, pero NO es de los cafes que te diría ANDA YA A TOMAR !
Igualmente el lugar es muy lindo, los precios un poquitito elevados, no te morís si no lo conoces.

La palabra perfecta para describir a este cafecito es acogedor. Decorado en tonos pasteles y con muchos detallecitos tanto en las paredes como en la vajilla artesanal, todo grita adorable.
Su dueño, Juan Pablo, es un genio total. Él mismo pintó a mano toda la vajilla, diseñó y ambientó el lugar, y hasta fue el pastelero. Todo lo que hace, lo hace bien.
El fuerte del lugar es lo dulce. Todo lo que está a la vista es tan tentador que cuesta un buen rato decidirse, y lo bueno es que pidas lo que pidas va a ser una delicia.
El ambiente es bastante chico, cuenta con unas 5 mesas. Aunque todavía no es muy conocido, siempre hay gente ya que es barato y de excelente nivel. Definitivamente tiene el potencial para ser el nuevo it place.

Este café es mágico. Esconde magia detrás de sus paredes.
La decoración es una belleza realizada por su dueño Juan Pablo, que suele estar ahí recibiéndote con una maravillosa sonrisa. El café no es muy amplio, lo que hace que sea muy acogedor. Tiene pocas mesas con sillas distintas y de variados colores, detalles por todos lados donde mires, desde una sutil pincelada en un frasquito hasta unos rosetones enormes en los sanitarios.
Esto tiene un por qué, Juan Pablo es un artista que además de hacer de su talento un objeto de exposición, da clases detrás del café, donde se puede ver a un grupo de mujeres pintando muy concentradas a través de la puerta que está pasando el mostrador. Esta situación hace que el lugar tenga un ambiente distinto y muy cálido, un toque particular que sumado a los mensajes de amor y cariño por la expresión artística en sus paredes, dan ganas de abrazar a tu abuelita.
El servicio de cafetería es muy bueno, y los dulces son fantásticos. No pueden dejar de probar la torta Abuela Betty, es un regreso a la infancia, al cumpleaños de un amiguito que tenía una nona que hacia torta con coñac y vos la comías pensando q al fin probabas lo que era ponerse un poco borracho.
La pasta frola es muy rica, viene en porciones individuales muy altas, con muuuucho dulce de membrillo. La masa es suave y muy rica, no se la pierdan.
Si no quieren café o té pueden pedir un licuado o la limonada que se zarpa de rica. Hay opción de limonada con pisco!
También hay platos muy saludables, así que la opción de venir a almorzar es excelente.
Vengan y sean felices, como la sonrisa del talentoso de Juan Pablo

La ambientación de Juan Pablo Repetto Café es una belleza. Está decorado por su propio dueño incluso con varias cosas (como la vajilla en la que sirven lo que uno vaya a consumir) que están a la venta. Si bien las mesas están un poco pegadas, se puede comer tranquilamente. Ahora vamos a lo importante, porque lo que importa es lo de adentro (?). Pedí un Capuchino que estaba muy rico y una Mini Chocotorta que no era una locura pero que tampoco desentonaba.
Bien por Juan Pablo Repetto Café!

Café Juan Pablo Repetto vale totalmente la pena. Todo es 100% casero, desde las tortas, pasando por los licuados y limonadas, hasta las tostadas de pan casero con nuez acompañadas de mermeladas y quesos, ¡también caseros!
Vivo a 10 cuadras y no voy a dudar en volver a desayunar esos días que no hay nada en casa.
Lindisima y cálida ambientación.
La atención un 10.

Juan Pablo Repetto Café es un lugar mágico diseñado íntegramente por su dueño. Al entrar te envuelve el olor a pan casero y café, y la energía maravillosa del lugar. Ofrece una variedad amplia de platos ya sea desde sandwiches hasta ensaladas y una sección especial para pastelería. Desayunos, brunchs, almuerzos y meriendas increíbles. ¡Hasta degustación de tortas! Los platos son muy abundantes y la relación precio-​calidad es excelente.
Todos los objetos, ya sea desde la vajilla hasta los muebles fueron diseñados y confeccionados por su dueño, Juan Pablo, quien también atiende el local y se encarga de la pastelería. Todos los detalles son impecables y llamativos. Lleno de colores y dibujos, Juan Pablo Repetto Café te invita a pasar un buen rato como si estuvieras en tu propia casa. Ideal para ir con amigos a pasar un buen rato, también admite reservas y eventos especiales.
Un detalle: Los objetos de porcelana pintados por Juan Pablo también están a la venta y son absolutamente hermosos.
¡No se lo pierdan!